Cultura

La dictadura del like: el grafiti y la arquitectura en el campo de batalla

¿Hasta qué punto Instagram y sus hashtags –donde Okuda y Boa Mistura tienen más presencia que Goya o Tàpies–, afectarán a la Historia del Arte? ¿Se convertirá en el nuevo estilo internacional la arquitectura ‘instagrameable’ que ya es requisito en algunos concursos?

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06
octubre
2020

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Tenemos un nuevo campo de batalla. El clásico mural en un edificio, la clásica tienda reformada, que ya hemos pintado antes, que ya hemos reformado antes, a mano cambiada, entre la alta cultura y lo popular, entre el me gusta y la crítica académica, subido al altar del siglo: arden las redes sociales. Durante este año pandémico se han ejecutado o presentado algunas obras de artistas urbanos o arquitectos de reconocido prestigio como Okuda, el colectivo Boa Mistura o Izaskun Chinchilla, sobre edificios públicos. Unas obras que han pretendido «usar el color y la creatividad para transformar el espacio y trasladar un mensaje de optimismo y vitalidad», «hacer una obra universal», «darle un realce al edificio», o  «evitar que el lugar tenga una apariencia abstracta inspirándose en elementos de la ciudad de Madrid para la construcción de la identidad». Estos proyectos se han realizado en edificios racionalistas, funcionalistas o brutalistas que servían como lienzo en blanco gracias a sus volúmenes bajo la luz sin analizar previamente el valor patrimonial, sin coordinarse con los responsables de dicha protección o sin hablar antes con los autores del proyecto. Las polémicas generadas alrededor de estos procedimientos ponen de manifiesto una precariedad institucionalizada en la arquitectura.

Una historia del espectáculo

Antes de ayer: la separación

«En el espectáculo, imagen de la economía reinante, el fin no existe, el desarrollo lo es todo. El espectáculo no quiere llegar a nada más que a sí mismo», escribía Guy Debord.  La construcción cultural del grafiti y de las arquitecturas identitarias se construye y crece temporalmente en paralelo a la teoría de La sociedad del espectáculo de Guy Debord, y del hip-hop. El grafiti representa, firma y cabalga el espectáculo: «En el grafiti, imagen de la economía reinante, el fin no existe, el desarrollo lo es todo. El grafitero no quiere llegar a nada más que a sí mismo».

Fisac arquitectura boa mistura

Izquierda: Polideportivo de la Alhóndiga en Getafe. 2004. Miguel Fisac, Sara González, Blanca Aleixandre, Fernando Sánchez-Mora y Leonardo Oro – Derecha: Pieza de Boa Mistura sobre edificio original. 2020

El grafiti se televisó como desafío, rebeldía, mensaje, pura revolución, gasolina para el pensamiento radical. El grafiti nació sello, diferencia, territorio, firma, forma de vida. Fue perseguido y objeto de prohibición lo llevaron a otro altar: la contracultura. El grafiti nació frente a esos espejos y cogió otros caminos, devino en marca, píldora dulce, slogan, legitimación para poderes y empresas.
El grafiti se transformó en ilusión que se convirtió en estilo de vida cuantificable, medible, producto de consumo. Vida invertida de cultura.

La arquitectura siempre lo fue. Siempre fue la herramienta para la construcción del poder.

Ayer: la domesticación

«Existen ideas y disciplinas silvestres que no hay manera de museizar. En música, algunos de estos géneros paria son el Oi!, el reggae jamaicano más soez (Wet dream), el Rock Radical Vasco o los narcocorridos. Sus fans duermen tranquilos con la certeza de que nunca terminarán usándose en anuncios de zapatillas deportivas, pues son estilos apestados que ningún director de márketing agarraría ni con pinzas de grill. Malos negocios, proclives al pleito y las denuncias de Asociaciones de Consumidores», sostiene Kiko Amat.

okuda faro arquitectura

Izquierda: Faro de Ajo. 1930. Fernando Rodríguez Pérez – Derecha: Pieza de Okuda sobre edificio original. 2020

La mayor parte del grafiti, siguiendo los pasos de los estilos musicales, dejó de ser un arma y pasó a ser un certificador de estilos de vida, un estado de encuentro entre el arte y el mundo, entre la marca y lo urbano, un extra de azúcar o edulcorante. Los autores que eran multados y detenidos pasaron a ser contratados y legitimados por las mismas instituciones y representantes. Integrados, apropiados y museizados.

Hoy: la trampa del pop

«¿Por qué el sentido de una obra no provendría del uso que se hace de ella tanto como del sentido que le da el artista?», se preguntaba Nicolas Bourriaud. «Si un espectador me dice: el film que vi es malo, le digo: ‘es culpa tuya, porque ¿qué hiciste para que el dialogo fuera bueno?’», sostenía Jean-Luc Gordard por su parte.

arquitectura plaza mayor

Izquierda: Renovación de la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor. José Manuel Sanz Arquitectos. 2015. Foto de José Javier Cullen – Derecha: Tienda del centro de Turismo de la Panadería de la Plaza Mayor. Izaskun Chinchilla. 2020. Foto de David Frutos.

El uso popular que se hace del grafiti o de la arquitectura y la proyección sobre dicho público del sentido de la obra son dos de las trampas que desarman a la crítica académica –la misma que introdujo la categoría en la institución– y potencian la popularidad de la promoción de la obra y su autoría.

Mañana: el futuro integrado

«Y sin duda nuestro tiempo… prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser… lo que es sagrado para él no es sino la ilusión, pero lo que es profano es la verdad. Mejor aún: lo sagrado aumenta a sus ojos a medida que disminuye la verdad y crece la ilusión, hasta el punto de que el colmo de la ilusión es también para él el colmo de lo sagrado», decía Feuerbach.

De la firma en la cueva a la firma en el espacio público, de la firma en Manhattan al mensaje en París. De la apropiación de las infraestructuras en movimiento al espacio público, del vandalismo sucio a la obra como regeneradora de espacios degradados, de las medianeras y solares abandonados a los edificios públicos. El siguiente paso es la obra integrada.

detroit

MVRDV acaba de presentar este proyecto para “rehabilitar” Detroit, preservando y promoviendo el arte urbano, en colaboración con el artista DENIAL.

La guerra del meme

Y en esos trampantojos sobre el empoderamiento popular y el uso de la obra estábamos cuando llegaron las redes sociales convirtiendo todo en trincheras. Las identidades se estandarizaron y reclamaron su espacio público: «O con nosotros o contra nosotros». Los casos que nos ocupan han tenido más de sesenta artículos en diferentes medios y miles de comentarios en las publicaciones de Instagram.

Vemos arder las hogueras con stickers, gifs, memes y superioridades éticas y morales de diferente índole. Polémicas que Juan Soto Ivars conoce bien. «Participamos empujados por la sed del reconocimiento, de autoafirmación, cercados por las opiniones ajenas. Linchamientos digitales, peticiones de boicot, recogidas de firmas. La justicia se ha democratizado y la silenciosa mayoría ha encontrado una voz despiadada que hace de la deshonra una nueva forma de control social, donde la libertad de expresión no necesita leyes, funcionarios ni estado represor porque ya estamos nosotros», explica en Arden las redes: La postcensura y el nuevo mundo virtual.

arte y arquitectura en instagram

Capturas de los hashtags de Instagram de Olafur Eliasson, Sorolla, Tomas Saraceno, Chillida, Okuda, Boa Mistura, Goya o Tapies. Septiembre 2020. El hastag #Graffiti tiene 45 millones de publicaciones en Instagram, el hastag #Arte tiene 71 millones y el hastag #Porn tiene 1,6 millones.

Estas batallas irán en aumento, tanto en casos como en virulencia. Un bando con apoyos y argumentaciones basadas en números de likes, necesidades voluntaristas o en la democratización y popularización del gusto y el igual valor del voto para las decisiones al respecto. Y otro bando que gira alrededor de las defensas del patrimonio, la propiedad intelectual del lienzo o el juicio académico del experto profesional. ¿Qué papel tienen las instituciones y los políticos en esta guerra? ¿Podemos fomentar y encontrar un lugar de encuentro para evitar esta polarización? ¿Podemos diseñar futuros optimistas con herramientas del presente? ¿Podemos desarmar a los ejércitos?

El modelo institucional de esta guerra moderna tiene ejércitos de métricas y valora la repercusión frente a la inversión buscando convertir la acción en marca ciudad. El estilo utilizado es hermano de los viajes low cost y primo del fast fashion. La competición entre ciudades y sus batallas turísticas acaban en una estandarización de la dictadura del like, convirtiendo las fotos delante del monumento pintado o la reforma en los nuevos sellos para un pasaporte de bonos descuento. Todos diferentes, todos iguales.

arquitectura en amazon

Captura de Amazon.es. Septiembre 2020. Graffitis y arte callejero es una categoría en Amazon.es, Dios salve al arte contemporáneo uno de los 10 primeros en venderse y Haring, Banksy, Banksy y Okuda sus nombres propios.

Si actualmente hay varias causas abiertas en la guerra identitaria para una revisión de la Historia, ¿hasta qué punto Instagram y sus hashtags –donde Okuda y Boa Mistura tienen más presencia que Goya o Tàpies–, afectarán a la Historia del Arte? ¿Se convertirá en el nuevo estilo internacional la arquitectura instagrameable que ya es requisito en algunos concursos? ¿Estamos viviendo la muerte de las academias y los museos como reductos de la verdad y la autoridad? ¿Es un cambio de monopolio y poder o un síntoma de la precariedad en las instituciones ante las nuevas economías?

Una precariedad institucionalizada en la arquitectura

Un día negro en una casa de mentira era el nombre de un poema de Louis Aragon y el título de la exposición donde Xavier Delory se imaginaba la «vandalización» de la villa Savoye, obra maestra del movimiento moderno. Un «homenaje al vandalismo autorizado» que el propio Le Corbusier perpetró en la casa de Eileen Gray cuando ella no estaba. Una vez más, la realidad ha superado a la ficción, la representación a la realidad y la apariencia al ser.

vandalismo le corbusier arquitectura

Pèlerinage sur la Modernité (Pilgrimage on Modernity – Peregrinazión a la Modernidad), la Villa Savoye de Le Corbusier “bandalizada“ (de “banlieu”) por Xavier Delory. 2014

Es el manifiesto o manual de la precariedad institucionalizada en la arquitectura, un día de colores en una casa espectáculo de verdad:

  1. Precarízate. Finánciate con la precariedad. Sustituye los planes estratégicos por concursos. Fomenta concursos con cientos de propuestas gratis, sin pago de honorarios a todos los participantes. No utilices el libro blanco de los concursos del COAM como guía. Encuentra carencia o falta de recursos para mantener los procesos, presupuestos, autorizaciones y normativas. Aprovecha la falta de rigor y de supervisión, licita bajos presupuestos, contrata sin concurso público y por debajo del precio del mercado, por debajo de tarifas sugeridas por los colegios oficiales. Así aseguras que la precariedad sea sistémica, con subcontratas sin contrato a estudiantes. Promueve las malas prácticas administrativas.
  2. Legitima la desigualdad con ‘likes’, banaliza la pobreza con colores. Construye la marca con alma, fake soul –alma falsa–, y pon a tu ciudad en el mapa global de la autoayuda con mensajes positivos, capturando los mensajes identitarios globales y haciéndolos tuyos vendiendo la diferencia, auténtica identidad local. Elige algún edificio público, a poder ser de estilo racionalista, moderno o brutalista. Lanza en paracaídas a los artistas urbanos internacionales sobre tu ciudad. Llama al artista, arquitecto o colectivo local que más likes consigue, o si no lo tienes, convoca un concurso a través de algún festival. Deja la pintura o la reforma y vete. No afrontes los problemas sistémicos o estructurales, escribe una buena voluntad, aprópiate de la dignidad del pobre.
  3. Olvídate de «patrimonio» y de «propiedad intelectual». DIY. No consultes con los organismos oficiales que de ti dependen. No investigues y pongas en común tu proyecto con los autores del lienzo o la rehabilitación. No preguntes a expertos independientes. No actualices normativas del siglo pasado. No crees nuevas normas para nuevas economías a través de procesos de participación o integración y unidad de las partes implicadas. Promueve leyes hacia el pasado, nunca hacia el futuro. Evita los planes estratégicos consensuados a largo plazo.
  4. No utilices herramientas para medir el impacto. No busques la mejor opción pensando en el pasado, el presente y el futuro. No valores el impacto social y económico de la idea, el proyecto, los presupuestos o los resultados obtenidos con herramientas actuales. No hagas auditorías para inspeccionar, valorar y verificar los procesos. No busques otras métricas más allá del like o el número de visitantes.

Cómo diseñar futuros optimistas

Existen ejemplos paradigmáticos de gestión institucional en ambos casos, grafiti y arquitectura: el Festival Asalto de Zaragoza rehabilita zonas degradadas del casco con gran éxito político, académico, y de público. Los concursos de arquitectura en Suiza o la aplicación del libro blanco de concursos del COAM, incorporando el pago de honorarios a todos los participantes, podrían convertirse en norma general aplicada a la totalidad del Estado.

Iñaqui Carnicero, director general de Arquitectura y Agenda Urbana, escribía recientemente un artículo anunciando el desarrollo de una Ley Nacional de Arquitectura y calidad del entorno construido, pidiendo «ser más audaces y defender la calidad de la arquitectura y el entorno construido como lo que es: un bien de interés general. La arquitectura debe ser concebida como un hecho cultural principal. Uno de los objetivos principales de la Ley es promover la colaboración interdisciplinar entre los distintos profesionales implicados en la arquitectura: arquitectos e ingenieros (técnicos y superiores), economistas, sociólogos, abogados…». También se podrían añadir a los artistas urbanos.

Esta Ley Nacional de Arquitectura se convierte en una ocasión única para poder integrar nuevas metodologías y procedimientos contrastados que acompañen y midan el impacto de decisiones, políticas, estéticas, identidades, proyectos o actos. Una oportunidad histórica para poder diseñar el futuro de manera optimista y definida con un marco legal adaptado al mismo.

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Captura del módulo de evaluación de impacto de B Corp

Tomando como ejemplo las B Corps, un modelo de empresas que cumplen con unos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad empresarial para equilibrar el beneficio con el propósito, creemos que urge un desarrollo similar en las instituciones culturales y arquitectónicas.

Crear o aplicar una metodología de evaluación de impacto de los proyectos culturales en el espacio público que valore todos los procesos, en todas las fases, desde la idea al desarrollo, construcción e implantación y años posteriores al proyecto. Usaremos el ejemplo de evaluación de B Corp para plantear un boceto de alternativa, un esquema de lo que podría llegar a ser un plan estratégico de gestión de estos proyectos.

Un plan estratégico que analice la gobernanza y coordine todas las áreas implicadas, los modelos de negocio y la gestión ambiental, el consumo total de energía, la medición de impacto ambiental del grafiti o proyecto, huella ecológica incluida (los gases COV del spray deberían tenerse en cuenta), los monitoreos de consumos asociados, desde el transporte del equipo hasta la proyección de COV a la atmósfera, desde la energía en los procesos a las compras de proveedores locales. Los desechos producidos.

Que analice el impacto en la comunidad, analógico y digital, la orientación del modelo de negocio hacia ella, la encuesta previa y trabajo con agentes locales, la encuesta y seguimiento posterior al proyecto, la coordinación con las instituciones del área, el estudio a fondo de la pieza a trabajar, con universidades y expertos independientes, con la propiedad intelectual y las autorías varias. El gasto y repercusión en la comunidad de los materiales a comprar, la repercusión en la comunidad de los trabajos previos y posteriores, la contratación de personas de la comunidad, los entornos de trabajo inclusivos y paritarios. Medición de la diversidad, relación entre la remuneración más alta y más baja. Políticas o programas para la diversidad de proveedores.

Una metodología que desarrolle un plan estratégico sobre los trabajadores y los contratos vinculados, el uso de servicios contratados, las prácticas y políticas de remuneración, los empleados integrados socialmente, el manual público del empleado, los beneficios adicionales, y el género.

Una evaluación que tenga especial hincapié en las prácticas de gobernanza, los niveles de compromiso con el impacto social ambiental y económico; que defina, audite y asegure las características de la declaración de la misión, que confirme una integración de desempeño social y ambiental en la toma de decisiones, el involucramiento de las partes interesadas, y unos indicadores transparentes, claves de desempeño social/ambiental. Una evaluación comparada entre proyectos de instituciones, una evolución comparada entre ayuntamientos, diputaciones, comunidades, estados de la Unión y resto de países. Ética y transparencia en las estructuras de gobernanza, políticas y prácticas éticas, revisión y auditoria financiera, responsabilidades y protección de la misión.

Un final y tres canciones: no le deseo una identidad a nadie

Como dice Chirie Vegas en tres de sus canciones: sobran wannabes, falta disciplina y vivir la jungla.  Siempre Chirie, siempre El Pressentiment.



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