ENTREVISTAS

«Podemos reconducir la situación en Cataluña»

Inés Arrimadas, portavoz nacional de Ciudadanos, nos recibe en el Parlament, tras un pleno en el que se ha escenificado, una vez más, la escalada de tensión nacionalista que sacude Cataluña.

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11
febrero
2017
© Alba Rupérez

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Los ujieres del Parlament nos conducen amablemente hasta el despacho de Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981), donde la portavoz nacional de Ciudadanos nos espera, sin apenas permitirse un descanso, tras un pleno en el que se ha escenificado, una vez más, la escalada de tensión nacionalista que sacude Cataluña.

Dijo Hipólito Taine que «viajamos para cambiar, no de lugar, sino de ideas». ¿Cómo han cambiado las ideas de Ciudadanos desde su fundación?

No sé si han cambiado o han crecido. Todo conlleva un proceso de aprendizaje y creo que un partido político también. Asimismo, la sociedad española ha cambiado mucho desde nuestra fundación. En los últimos diez años, ha habido un cambio político espectacular en España. Ciudadanos es una buena herramienta para canalizar muchas propuestas que ahora están en la calle, nuestras inquietudes y, sobre todo, para hacerlo de una manera diferente a como se planteaba con el bipartidismo.

«Los referéndums no son una solución mágica a los problemas»

¿Qué significa ser liberal progresista?

Es un espacio político que existe en toda Europa y que, en nuestros cajones de izquierda y derecha, se ubicaría en el centro. Esto garantiza dos principios básicos: la libertad y la economía de mercado en lo económico, y la igualdad de oportunidades y el progresismo en lo social. Antes, este espacio estaba roto y parecía que debías comprar el pack de los conservadores y el «capitalismo de amiguetes» o todo lo contrario. Ya no hay que elegir. Puedes tener progresismo en lo social, garantizar la igualdad de oportunidades y de servicios públicos para que nadie se quede atrás, y, en el ámbito de lo económico, el sistema más eficiente que se conoce, que es el de la economía de mercado, en el que se premia el esfuerzo y que permite que la competencia tenga mejores resultados. Ese es el espacio socio-liberal o liberal- progresista que existe en Europa y que, en España, está representado por Ciudadanos. Por ejemplo, Macron lo encabeza en Francia y la gente lo ve de manera positiva, pero parece que aquí nos cuesta apreciarlo de esa forma.

¿Cuál es, desde vuestras coordenadas ideológicas, la medicina contra la desigualdad?

La medicina contra la desigualdad son políticas públicas eficaces: educación pública, sanidad, programas de empleo de calidad… La Administración y los servicios públicos tienen que corregir las desigualdades sociales. Esto, desde el punto de vista económico, también tiene sentido. Nosotros tenemos que descubrir el talento allá donde nazca y, si no tenemos un sistema de igualdad de oportunidades, no puede haber fantásticos profesionales en una familia sin recursos. No solo desde la perspectiva de la sensibilidad social, que es lo más importante, sino desde el punto de vista de eficiencia económica. Si no permitimos que el talento pueda desarrollarse, estamos perdiendo oportunidades.

Y dentro de esa apuesta por la educación pública, ¿qué papel juegan los colegios concertados?

En España, la educación concertada forma parte del sistema público. Por ejemplo, en Cataluña el 35% de los niños se forman en escuelas concertadas y esto es educación pública, porque recibe recursos públicos. De hecho, si se eliminaran todos los centros concertados, no podría atenderse a todos los niños en edad escolar. Por tanto, yo creo que la educación concertada respeta el derecho de elección de los padres, pero es educación pública y debe cumplir con esos requisitos.

¿Tiene Ciudadanos poco interiorizados (y exteriorizados) sus discursos y propuestas frente al cambio climático?

Yo creo que no. Nosotros estamos absolutamente convencidos de que España requiere una reconversión energética y de que podemos ser líderes mundiales en energías renovables. Somos firmes defensores del autoconsumo o de los coches eléctricos, pero lo que queremos hacer es un análisis sensato. Es evidente que el sistema energético que hemos tenido en España está pensando para beneficiar a las grandes empresas, y todo esto lo están soportando tanto el medio ambiente como la salud de los ciudadanos y la competitividad de nuestras empresas, que pagan la energía más cara de toda Europa, después de Malta e Irlanda. Estamos convencidos y somos defensores de la reconversión energética razonable. Ese es el futuro de España.

«Hemos venido a superar la política de bandos»

¿El Partido Popular se está tomando en serio el pacto con Ciudadanos?

No tienen más remedio. Es evidente que, si fuera por ellos, no aplicarían ni una sola de las medidas. La buena noticia es que no tienen mayoría absoluta y, si no quieren ponerlas en marcha, podemos buscar el apoyo de la oposición. Por ejemplo, la investigación de la comisión de la Caja B del Partido Popular es una investigación que no quieren realizar, pero podemos sacarla adelante sin ellos. No es que el PP esté convencido de que se tiene que regenerar, es que ahora mismo no cuenta con mayoría y nosotros les exigimos medidas de regeneración y cambio. Esta etapa no la va a liderar Marino Rajoy, pero, teniendo lo que tenemos, es mucho mejor que Rajoy no tenga mayoría absoluta y que dependa de nosotros, que sí que le imponemos requisitos, a que pueda tener mayoría absoluta o que le demos la abstención, como hizo el PSOE sin pedirle ninguna medida a cambio.

¿Qué medidas de regeneración democrática se han puesto en marcha desde que Ciudadanos entró en la aritmética parlamentaria?

Ahora todo el mundo pide la dimisión de los cargos públicos cuando son imputados por corrupción política. Este es un criterio que empezó a trabajar Ciudadanos y que antes nos criticaban. También hemos impulsado la investigación de la caja B del PP. Se ha conseguido que se tramite en el Congreso —por primera vez en democracia— una ley integral contra la corrupción que incluye la eliminación del aforamiento y de los indultos o la despolitización de la justicia. La corrupción es un problema endémico que requiere un conjunto de medidas y todas ellas están siendo impulsadas por Ciudadanos. Por ejemplo, se consiguió que la ley integral contra la corrupción también se revirtiera en cuanto a la limitación de tiempo para el enjuiciamiento penal en estos casos. Hay medidas muy claras que Ciudadanos lleva defendiendo muchos años en Cataluña y que ahora, por fin, estamos defendiendo en el Congreso, y tenemos fuerza para sacarlas adelante. ¿El PP quiere? No. ¿El PSOE? Tampoco, porque, si no, las hubiera hecho mientras gobernaba. Gracias al esfuerzo de la sociedad y a que un partido político no exige ni sillones ni ministerios, están más cerca de producirse.

arrimadas

Los enfrentamientos, cada vez más tensos, entre Ciudadanos y Podemos parecen una adaptación al siglo XXI de esa vieja política de trincheras que tanta tradición tiene en España.

Nosotros hemos venido a superar esa etapa de bandos. A mí no me convencen con cajones de izquierda o derecha. Ciudadanos es un partido que habla con todo el mundo y que pacta medidas con partidos de cualquier ideología. Ciudadanos une, mientras otros dividen por territorios. Ciudadanos une a los ciudadanos. Podemos tiene una manera de hacer política con un tono elevado, con tendencia a descalificar, pero nosotros no. Estamos convencidos de que podemos llegar a acuerdos sobre regeneración democrática. Miramos más hacia qué acuerdos podemos llegar que a los aspectos en los que nos podemos pelear. En Murcia, por ejemplo, conseguimos un cambio de la ley electoral en el que también participó Podemos. Son ellos los que precisamente siguen alimentando los bandos, no nosotros.

Esto recuerda a ese tic de la vieja política que es el «y tú más»…

Si hay un partido que ha demostrado que puede hablar con todos y que no hace cordones sanitarios a nadie es Ciudadanos. Los otros podrán tener muchos discursos, pero luego dejan a más de la mitad de los españoles fuera. Y están los que, además, hacen discursos de división territorial. Nosotros no queremos ni división territorial ni de bandos. Por tanto, todo en lo que nos podamos poner de acuerdo con Podemos será fantástico. De hecho, ya ha sucedido.

¿Incluso para la formación de un Gobierno nacional?

Nuestro modelo económico y territorial es antagónico. Por tanto, es muy complicado poder formar un Gobierno con ellos, pero sí podemos llegar a acuerdos puntuales. Por ejemplo, nuestra ley de autónomos… ojalá Ciudadanos y Podemos puedan llegar a un acuerdo respecto a esta ley. Es decir, siempre que podamos llegar a pactos de contenido con otras fuerzas, no habrá límites para nosotros.

«Hiperliderazgos» como el de Albert Rivera, que solo tiene contrapeso dentro de Ciudadanos en tu figura, ¿son un arma de doble filo?

Albert Rivera tiene liderazgo, no hiperliderazgo, y lo digo en un momento en el que otros líderes adolecen precisamente de falta de ello. Me parece que esta cualidad no es mala. Que una persona como Albert Rivera sea el líder más valorado en España, por encima de Mariano Rajoy, Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, no me parece algo malo. Creo que la gente, en un momento en el que no hay mucho liderazgo político, como si ha habido en otras épocas, confunde el hiperliderazgo con el liderazgo a secas.

¿Qué supone para Ciudadanos la irrupción de Macron en el tablero político internacional?

Creo que es una buena noticia, porque ha sido el antídoto perfecto contra el populismo y el nacionalismo, que son dos males que tenemos en España y en otros países de Europa. Además, Macron ha venido precisamente de un espacio que en España podríamos llamar de centro. En su Gobierno, ha incorporado a socialistas, conservadores… Las opciones ganadoras ante el populismo y el nacionalismo en Europa están viniendo de proyectos de centro, europeístas y regeneradores, que no dividen a la gente, sino que la unen bajo un mismo proyecto. Esto es lo que está haciendo Macron. Es una buena noticia para Francia y para Europa. En España, nos ayuda a que se visualice que el centro regenerador existe y que es diferente a los conservadores, los socialistas, los populistas o los nacionalistas.

Ciudadanos es un partido europeísta. ¿Qué está fallando en Europa y por dónde deben empezar las reformas?

En Europa están fallando muchas cosas, pero, aun así, es el mejor proyecto político que se ha realizado en el último siglo, así que hay que defenderlo. El mayor fallo de Europa ha sido que la hemos dado por hecha. Hay que reformarla para una mayor integración en varios aspectos: para una mayor representación democrática de algunos de los instrumentos de dirección de Europa y para potenciar los valores de solidaridad, de igualdad de oportunidades, de libertad, de seguridad, de unión… Esto es en lo que creo que hay que trabajar.

«Macron ha sido el antídoto perfecto contra el populismo y el nacionalismo»

En plena apoteosis de la globalización, se está produciendo un renacimiento del nacionalismo identitario. ¿Cómo se vislumbra el futuro de Cataluña?

Estamos en una situación complicada, pero creo que, si lo hacemos bien, podemos reconducir la situación. Esto significa volver a tener un proyecto que ilusione a todos los catalanes, que aspire a liderar España y a no salir de ella y de la Unión Europea. La mayor oportunidad que tendremos es con unas elecciones en Cataluña. Esta va a ser la única manera de ganar con una alternativa de gobierno que esté centrada en construir y no en separar, que esté centrada en regenerar y no en echar la culpa a los demás, y también en dialogar y liderar las reformas de España. La solución es ganar en las urnas y tener un Gobierno alternativo.

Un referéndum pactado, ¿desatascaría la situación?

Hay mucha gente que piensa que el referéndum es la solución, pero creo que, si miramos lo que está pasando en el mundo, los que han planteado los referéndums como una solución mágica a los problemas se están dando cuenta de que no es así. Son solo un instrumento y todo dependerá de cómo se utilicen. Para mí, preguntar sobre si nos tenemos que separar, sobre si tenemos que salir de la UE y de España, repetirlo cada cinco años, romper la soberanía nacional de todos los españoles… me parece que no es solución a nada.

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