
Descarbonización de edificios: de oportunidad climática a ventaja económica
Los expertos reunidos en la jornada ‘Hacia la descarbonización de edificios’ coinciden en que la electrificación, las bombas de calor y las políticas públicas ambiciosas son necesarias para alcanzar un parque inmobiliario neutro en emisiones para 2050.
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Reducir los gases de efecto invernadero en los procesos productivos y en el consumo de energía es vital para hacer frente al cambio climático. Un desafío que deben enfrentar todos los sectores, pero que cobra especial relevancia en el de la construcción: según el informe Global Status Report for Buildings and Construction 2024/2025 de la UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y la Global Alliance for Buildings and Construction, el sector genera el 34% de las emisiones globales de CO₂. La cifra incluye tanto la edificación y operación de viviendas y oficinas como la producción de materiales como el cemento y el acero. Bajo este contexto, y para trazar la ruta para una construcción más sostenible, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), la Alianza Q-Cero y el Green Building Council España (GBCe) reunieron a grandes expertos en la materia en la jornada Hacia la descarbonización de edificios.
Sigfrido Herraez (COAM): «La descarbonización de viviendas nuevas es ‘sine qua non’ en la industria»
A la hora de poner en marcha nuevos proyectos, «la descarbonización de viviendas nuevas es sine qua non en la industria», recalcó Sigfrido Herraez, decano del COAM. Pero también, a través de la rehabilitación, en los edificios antiguos. «Como arquitectos es difícil, pero estamos intentando reducir el impacto de la huella de carbono», añadió. Una postura secundada por Justo Orgaz, presidente del GBCE, quien arguyó que «vivimos una etapa dorada en la reducción del impacto». Aunque, eso sí, «no hay soluciones simples, y no hay solo una». Por su parte, Carlos Mataix, coordinador de la Alianza Q-Cero y director del itdUPM, subrayó que, para superar estos desafíos, es necesario convertirlos «en retos colectivos». Además, Mataix abrió una rápida encuesta al centenar de asistentes del encuentro (representantes de actores y organizaciones clave del sector) que identificaron la financiación y la colaboración público-privada como principales palancas para acelerar la transformación.
En línea con la postura de Mataix, Elena Pita, directora general de la Oficina Española del Cambio Climático, quiso destacar la necesidad de acompañar este cambio con financiación, pero también con diálogo. «Las políticas solas no bastan, es necesario el diálogo social y la sensibilización con la administración, promotores, propietarios, plataformas sociales…», argumentó. «El sector de la edificación ofrece muchos elementos de sinergias, como la envoltura de los edificios», añadió Pita, y reivindicó las soluciones basadas en la naturaleza, «como pavimentos impermeables hechos con madera o fachadas verdes» o la «importancia de la integración del paisaje y la ecología en el diseño urbano». «Estamos ante una oportunidad económica, técnica y social», concluyó.
Soluciones para construir un sector descarbonizado
Justo Orgaz (GBCe): «No hay soluciones simples, y no hay solo una»
Uno de los principales hitos del encuentro fue la presentación del estudio publicado por la Energy Transitions Commission (ETC) sobre la descarbonización de todo el ciclo de vida de los edificios, incluyendo también un análisis económico de los costes y una batería de recomendaciones para el desarrollo de políticas públicas. El estudio hace hincapié también en algunos de los principales obstáculos, como la dependencia de materiales intensivos en carbono –como el cemento y el acero– o la falta de códigos energéticos obligatorios en más del 50% de las nuevas construcciones en economías emergentes. Además, concluye, de nuevo, que la escasez de financiación y la necesidad de formación especializada en nuevas tecnologías y prácticas sostenibles complican la implementación de soluciones efectivas.
De entre las soluciones disponibles, la bomba de calor se perfiló como clave en la transición hacia edificios de «emisiones cero» gracias a su extraordinaria eficiencia energética: por cada kilovatio de electricidad consumido, pueden generar hasta cuatro de calefacción o refrigeración, multiplicando así el rendimiento frente a las calderas convencionales. Al funcionar con fuentes renovables –como el aire o el agua– reducen drásticamente la dependencia de combustibles fósiles y, por ende, las emisiones de CO₂ asociadas a la climatización. Su versatilidad permite integrarlas en proyectos de rehabilitación y obra nueva, adaptándose tanto a instalaciones de gran escala como a viviendas unifamiliares.
Carlos Mataix (Alianza Q-Cero) defendió que para superar los desafíos es necesario convertirlos «en retos colectivos»
Gracias a esta tecnología y otras soluciones, «todas las emisiones de edificios podrían reducirse a 0 a mediados de siglo», aseguró Alan Turner, presidente de la ETC. Según el estudio de la ETC que presentó, es clave ahondar en el desarrollo de tecnologías limpias de calefacción, tecnologías para reducir el consumo total de energía y tecnologías para desplazar el consumo de energía fuera de las horas punta. «La demanda de electricidad para calefacción podría multiplicarse por 4, pero la mejora de la eficiencia energética podría reducirla a menos del doble con estas innovaciones».
Otra vía relevante sería la descarbonización de los procesos de producción del acero y el cemento. «Debemos usar sistemas electrificados y reducir el metal con hidrógeno verde», explicó. Turner también defendió el uso de materiales de construcción con menor impacto de carbono, como la madera, el bambú o la tierra apisonada.
Agustín Delgado, director de Innovación, Medio Ambiente y Calidad en Iberdrola, coincidió con la relevancia de las bombas de calor y destacó que desde la compañía llevan tiempo colaborando con la ETC. «Una de las cosas más interesantes es su carácter global, pues los problemas son locales, pero las tendencias no». En su opinión, la competitividad es un componente a tener en cuenta dentro de la sostenibilidad: «las soluciones tecnológicas tienen que ofrecerle al cliente el mismo confort y a un precio igual o menor. No podemos dar un producto más caro o peor; tenemos que hacerlo mejor», defendió.
Agustín Delgado (Iberdrola): «Las soluciones tecnológicas tienen que ofrecerle al cliente el mismo confort y a un precio igual o menor»
Ángela Baldellou, directora y gerente del COAM, puso en relevancia la importancia del entorno: «Madrid es la región que más se va a transformar en términos demográficos y urbanos de Europa», ilustró. «En el contexto de cambio climático, nos va a hacer falta poder refrigerar los edificios», continuó por Iñaki Alonso, fundador y administrador de Ecómetro. Y «la bomba de calor es la mejor tecnología para facilitarlo», sumó Francisco Perucho, Presidente de la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC). Al respecto, de nuevo, de la bomba de calor, Agustín Delgado quiso resaltar que «se pueden hacer tarifas específicas y se pueden adaptar a esos periodos en los que la energía renovable abarata el precio de la electricidad».
Manos a la obra
Dolores Huerta, directora general del GBCe, puso sobre la mesa algunos aspectos relevantes a tener en cuenta al hablar de construcción en España: «tenemos problemas específicos. Construimos más pesado que el resto de Europa, con más huella… Es un síntoma de nuestra civilización y nuestro clima. Hace frío, pero cada vez hace cada vez más calor».
Por su parte, Elena Pita, más allá del objetivo del PNIEC de rehabilitar las instalaciones térmicas de 1.200.000 viviendas para 2030, habló de objetivos de modernización del sector público, de la integración del autoconsumo renovable en edificios y de un parque de vivienda descarbonizado para 2050, que es el objetivo europeo.
Elena Pita (Oficina Española del Cambio Climático): «Estamos ante una oportunidad económica, técnica y social»
El cierre del evento lo protagonizaron casos reales que ilustraron el éxito de llevar la teoría a la práctica. Entre ellos, el proyecto de oficinas residenciales en Castellana 19, presentado por Gorka Álvarez (Estudio Ruiz Larrea), y el de la Torre Efisa en A Coruña, explicado por Coral Souto, gerente de Seingenia. Esta última destacó que su edificio ha conseguido reducir un 91,3 % las emisiones de CO₂ tras su rehabilitación.
La descarbonización del parque inmobiliario no es solo un imperativo climático, sino también una oportunidad estratégica para transformar el modelo urbano, económico y social del país. Las tecnologías ya existen, las políticas trazan la ruta y el consenso técnico es amplio. Sin embargo, el verdadero reto sigue siendo la implementación: lograr financiación suficiente, impulsar la rehabilitación a gran escala y fomentar la colaboración entre administraciones, empresas y ciudadanía. El camino hacia edificios de cero emisiones está trazado, pero recorrerlo requerirá voluntad, inversión y visión a largo plazo.

Las entidades organizadoras de la jornada junto a Elena Pita, directora de la Oficina Española de Cambio Climático.
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