Unir fuerzas para descarbonizar (y reindustrializar) España

«Un reto colectivo y unificador». Así se define el objetivo de acelerar la descarbonización en la industria española en el manifiesto que presentó la Alianza Q-Cero para alcanzar, de este modo, la neutralidad climática en 2050. Se trata de un documento elaborado por las más de 90 empresas y organizaciones que forman parte de la plataforma, entre las que se encuentran las demandantes de energía térmica, proveedores de soluciones energéticas y otros actores vinculados al sector. 

Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente: «La transformación energética podría permitir un incremento del 3% del PIB de aquí a 2030»

Tanto el manifiesto como las intervenciones de los participantes en la jornada de presentación dejaron clara la vocación de que la Alianza se convierta en un «espacio de intercambio de prácticas, conocimientos y colaboración» ante este «desafío colectivo». «Estamos en un momento clave para la transformación, y siento que es hora de pasar a la acción, poner en marcha proyectos y seguir impulsando conversaciones que nos permitan avanzar», destacó en este sentido Henar López, directora de Sostenibilidad, RSC y Asuntos Públicos del Grupo Lactalis España, como representante de la Alianza Q-Cero. 

Además, la Alianza reclamó que la industria ha de tener «voz propia» en el proceso de descarbonización que ya se está produciendo y ser capaz de mantener la competitividad en los distintos sectores, por lo que forman parte de ella industrias de alimentación, del sector químico y farmacéutico, metalurgia, construcción, papel y madera, además de empresas que ofrecen tecnología para la descarbonización, centros tecnológicos y de investigación, empresas energéticas e iniciativas público privadas. 

Colaboración y oportunidades

«La respuesta no debe distinguir entre administraciones, empresas, ciudadanía y academia. La descarbonización debe ser un objetivo de país», destacó en la inauguración de la jornada el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien apuntó que España ya está liderando esta transición energética dentro de la UE y que este proceso supone una oportunidad histórica para hacer «más competitivo» al tejido industrial español. «La transformación energética podría permitir un incremento del 3% del PIB y la creación de 500.000 empleos de aquí a 2030», cifró Morán. 

Agustín Delgado (Iberdrola): «La autonomía estratégica es una cuestión de oportunidad, pero también será de supervivencia»

En esa apuesta por la colaboración coincidió Carlos Mataix, director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo itdUPM y miembro de la coordinación de la Alianza Q-Cero, quien reivindicó que «tenemos que ir todos a una» y recurrió a la enseñanza que nos ofrece la teoría evolutiva de la humanidad: «los competentes cooperan», y esos son quienes sobreviven… 

El reto de la urgencia

Las recientes inundaciones en Valencia y Castilla La Mancha nos han recordado, de la forma más dramática posible, las consecuencias devastadoras de la inacción frente al cambio climático. La Tierra ya ha encadenado 12 meses seguidos por encima de 1,5ºC más que en la era preindustrial, algo que se consideraba una línea roja a evitar por parte de la comunidad científica, un calentamiento que en algunas regiones de España se está produciendo de forma acelerada. 

La necesidad de actuar con urgencia está clara desde el punto de vista medioambiental y de responsabilidad social. Pero también lo es en términos de competitividad para muchos sectores. Así lo destacaron varios miembros de la Alianza Q-Cero, quienes apuntaron que el alza de los precios de energía debido a los recientes conflictos geopolíticos lastra la competitividad de sus empresas, por lo que casi la única salida pasa por reducir la dependencia energética frente a otros países, aumentando la producción –y el consumo– de energías renovables. 

Bianca Dragomir (Cleantech for Iberia): «Las inversiones en energías limpias se han sextuplicado. Se están alineando los planetas para la oportunidad dorada de reindustrializar»

En este sentido, el director de Innovación, Sostenibilidad y Calidad de Iberdrola, Agustín Delgado, apuntó que la gran fábrica mundial que es China está consiguiendo contaminar cada vez menos, por lo que este año ya alcanzarán su máximo de emisiones. La deseada «autonomía estratégica» supone «una cuestión de oportunidad, pero también será de supervivencia», según Delgado, quien al mismo tiempo reclamó que se pongan fin a las subvenciones encubiertas al uso de combustibles fósiles.

Durante la jornada, los miembros de la alianza para la descarbonización reconocieron la necesidad de acelerar este proceso. «Ya sabemos lo que tenemos que hacer», «ir a este ritmo no es suficiente», o «hay que transformar el Pacto Verde Europeo en acción», fueron frases que se escucharon durante el encuentro. Se destacó asimismo el momento idóneo para llevarlo a cabo, con una nueva presidencia de Ursula von der Leyen en la Comisión Europea donde las energías limpias deberían ser uno de los pilares de su mandato, y todavía con la oportunidad que representan los fondos europeos. «Las inversiones en energías limpias se han sextuplicado. Se están alineando los planetas para la oportunidad dorada de reindustrializar», concluyó Bianca Dragomir, directora de Cleantech for Iberia. 

Finalmente, se apuntaron las áreas que podrían propiciar un proceso total de descarbonización, incluida la industria pesada, y llegar de este modo al objetivo de cero emisiones como sociedad. Estas serían la electrificación completa de la industria gracias a nuevos desarrollos, la introducción del hidrógeno como factor diferencial en muchos procesos, la reutilización de materiales críticos para las baterías, y la Inteligencia Artificial para acelerar la detección de numerosos materiales para nuevos usos dentro de los sistemas eléctricos.