El comercio electrónico, una economía fértil en las zonas rurales
La digitalización se ha convertido en un gran aliado de las zonas rurales: ayuda a asentar las empresas en el campo, mejora la calidad de vida de sus habitantes e incluso logra una reducción significativa en las emisiones de CO₂.
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A finales de 2023, el 100% de la población española tenía acceso a Internet (al menos de 100Mbps) y un 92,5% de los hogares y empresas de más de 1Gbps de descarga, tal como detalla el Informe de Cobertura en España 2023. Un hecho que supuso un paso muy importante para reducir la brecha existente entre las zonas rurales y las grandes urbes, y que también se vio reflejado en la calidad de vida de las comunidades locales.
Sin embargo, más allá del acceso, la brecha sigue existiendo en otros ámbitos, como es el caso de la alfabetización digital. Un argumento que sostuvieron Tamara Alvalaz, Raquel Arranz y Belén Martínez, fundadoras de la comunidad de emprendedoras rurales Eres La Repera, durante la presentación del informe Análisis de los efectos del comercio electrónico en las zonas rurales de España elaborado por la consultora NERA e impulsado por Amazon. Ellas crearon una comunidad de mujeres emprendedoras que ayudan a otras a crecer en lo rural y a evolucionar en lo digital. «Todos tenemos fibra. La brecha digital es la alfabetización. Por eso, ante la profesionalización se necesita que se hable un idioma que todos entendamos», apuntó Tamara Alvalaz.
Iniciativas como la de Eres la Repera ponen el foco donde aún hay trabajo por hacer. Porque, frente a lo que solemos pensar –«que digital y campo son una contradicción», sostuvo Raquel Arranz–, ellas demuestran que el pueblo es un buen lugar para los emprendedores gracias al comercio electrónico. Unas palabras a las que también se sumó Enrique Collada, joven alcalde de El Recuenco, población con 80 habitantes, quien explicó que «el problema está en la formación. Son herramientas que tienes que saber utilizar. De hecho hemos sido los nietos los que hemos enseñado a nuestros abuelos».
Francés Boya, secretario general para el Reto Demográfico, se adhirió a estas declaraciones, y explicó que el campo no puede perder el tren de la digitalización: «Ya lo hizo con la revolución industrial. Ahora estamos en la digital, a la que tiene que unirse».
Comercio electrónico para quitar puertas al campo
Más allá de esa necesidad de alfabetización, son muchas las empresas que ya están funcionando desde el campo. La llegada del comercio electrónico a las zonas rurales ha favorecido que personas que viven fuera de las ciudades se animen a emprender y a desarrollar negocios allí. También a exportar sus productos: como detalla el informe, ya lo hacen un 40% de las más de 5000 pequeñas y medianas empresas que venden a través de Amazon.
Se trata de algo que pueden llevar a cabo más fácilmente porque su tienda lo simplifica. «Amazon quita las barreras al comercio internacional y facilita la distribución, por lo que no solo llegas a más consumidores, sino que hace que las empresas optimicen sus costes y permite más flexibilidad a la hora de ofrecer pagos, ayuda con el marketing…», explicó Bruno Soria, autor del informe y director de NERA.
Un ejemplo claro de esto es WoolDreamers, empresa que lleva más de 100 años dedicada a la venta de productos realizados con fibra natural, sobre todo de lana, un material biodegradable que ayuda a seguir manteniendo las tradiciones y a luchar contra la contaminación de microplásticos y el cambio climático. Gracias al comercio online, Ramón Cobo, CEO de la empresa, ha podido impulsar este negocio ubicado en Mota del Cuervo, un pequeño pueblo de Cuenca, y apostar por la profesión y la pasión que le transmitió su padre desde niño. «Necesitamos la tecnología para enseñar nuestro trabajo y nuestros principios. Tenemos un valor incalculable, pero si no lo enseñamos, solo lo vamos a valorar nosotros», explicó.
Tamara Alvalaz: «Todos tenemos fibra, pero la brecha digital es la alfabetización. Ante la profesionalización se necesita que se hable un idioma que todos entendamos»
Los consumidores rurales, los otros grandes beneficiados
Aparte de las empresas rurales, los otros grandes beneficiados son los propios consumidores. Según el informe, el consumo online en las ciudades y el campo es el mismo. Pero para estos últimos tiene más valor hacerlo a través de la red porque se suelen enfrentar a mayores obstáculos: mayores distancias, menos horarios, poca disponibilidad de transporte público y una oferta más reducida, aspectos que acaban encareciendo el precio de los productos
Pero todo esto mejora con el comercio electrónico. Les permite ahorrar hasta 275 euros anuales, 50 euros más que lo que ahorran los consumidores urbanos. Por ello, el 55% de ellos valora como una gran ventaja la posibilidad de comprar a cualquier hora del día, un hecho que, según Benjamín Prado, alcalde de Fuenteslespino de Haro, localidad que cuenta con 249 habitantes, «mejora la calidad de la vida de la gente». Así, en pueblos como El Recuenco o en el suyo se han pedido subvenciones y se intenta incentivar a las personas a que den el paso de emprender. «En nuestros pueblos se han vivido momentos complicados, pero han sido una oportunidad para avanzar. Además ya no se ve al comercio electrónico como una amenaza como sucedía en el pasado, sino como una oportunidad», explicó Benjamín Prado.
Los consumidores rurales pueden llegar a ganar hasta 24 horas al año en desplazamientos si realizan sus adquisiciones online
La digitalización contra el cambio climático
Pero estos beneficios no se quedan ahí. Los consumidores rurales pueden llegar a ganar hasta 24 horas al año en desplazamientos si realizan sus adquisiciones de forma online. «En la zona rural, el consumidor necesita hacer más desplazamientos para comprar. Con el comercio electrónico se eliminan esas distancias. Hay que tener en cuenta que los consumidores rurales utilizan el coche para ir a comprar en un 80% de los casos, mientras que en las zonas urbanas es el 50%. Además, la distancia que recorren los primeros es entre el doble y el triple que los segundos», explicó Bruno Soria.
La significativa reducción de tiempo lleva aparejado otro dato que es casi más importante: la reducción de la huella de carbono de forma significativa. Según las conclusiones del informe, comercio electrónico ya evita cada año en el ámbito rural decenas de miles de CO₂ y otros contaminantes al reducir los desplazamientos.
Por todo ello, es necesario apostar por seguir desarrollando la digitalización de las zonas rurales, en todos los aspectos. Porque, como sentenció en el cierre de la jornada Javier Carazo, director general de Reequilibrio Territorial de la Comunidad de Madrid, «esto no va de siglas. Va de personas y de hacer que todos los municipios crezcan. Tenemos que valorar esta conexión rural».
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