El agua mineral, un manantial de vida en la España vaciada
El agua mineral natural es un dinamizador social y económico de las zonas rurales donde está presente, generando empleo y oportunidades para fijar población.
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Es un recurso minero, subterráneo y de una pureza extraordinaria, con una composición mineral constante a lo largo del tiempo. Debe ser pura en origen, sin tratamiento químico, por lo que necesita ser envasada a pie de manantial. Las aguas minerales naturales son singulares, únicas y selectas, un bien muy preciado y al alcance de todos.
Su incorporación al ámbito industrial ha seguido los pasos de una actividad puntera, comprometida con el medioambiente y socialmente responsable. Pese a liderar el consumo en la categoría de bebidas y comidas (6.500 millones de litros anuales), las plantas envasadoras apenas utilizan el 0,03% de los recursos hídricos subterráneos existentes en nuestro país, y en ocho años han conseguido reducir a la mitad el consumo de agua que requieren sus procesos industriales.
Así se puso de manifiesto en la VI Jornada de Sostenibilidad del Sector de Aguas Minerales «Manantiales de vida», patrocinada por NOVAPET, celebrada el pasado 26 de noviembre en Madrid, en la que se presentaron los principales resultados de la Memoria de Sostenibilidad Naturalmente Comprometidos 2023 y del Informe de Contribución Social y Económica, elaborado por la asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE). «Somos la primera organización del sector alimentario que mide cómo su actividad fija población en la España vaciada», destacaba su presidente, José Manuel García.
En colaboración con ETHIC, durante la jornada también se hizo entrega del V Premio de Periodismo Ambiental, el cual en esta edición se centró en la protección de la biodiversidad, y que ha sido concedido a Isabel Miranda por un artículo en el diario ABC sobre la recuperación del lince ibérico.
La totalidad de estas empresas realizan proyectos centrados en el medio rural y que benefician a las comunidades locales
Sostenibilidad con visión global
Innovación y sostenibilidad han ido de la mano de la industria de aguas minerales, una actividad pionera en la incorporación de materiales reciclables en los envases (utiliza como media un 32% de PET reciclado en sus botellas, por encima de las exigencias que establece la Unión Europea), y que ha logrado reducir un 20% el peso de los envases desde el año 2000 (equivalente a 6 gramos). Además, el 100% de los garrafones entregados a domicilio y el 70% de envases de vidrio en hostelería son reutilizables. En dos años se han aplicado hasta 314 medidas de ecodiseño que han evitado las emisiones equivalentes a 11.000 coches que circulan 30.000 km al año.
«Los planes para combatir el cambio climático incluyen el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2040, sustituir los combustibles en el proceso industrial o instalar placas solares», apuntaba Raquel Zapatera, responsable de Asuntos Técnicos, Operaciones y Estudios Económicos de ANEABE.
El 97% de la energía consumida ya procede de fuentes renovables y prácticamente uno de cada cuatro vehículos son híbridos o eléctricos. «Casi el 75% de las empresas hacen esfuerzos para reducir las emisiones en la cadena de logística, el 80% realizan algún tipo de compensación y el 84% del volumen de producción mide la huella de carbono», puntualizaba Mariluz Castilla, experta en sostenibilidad y aspectos ESG.
Compromiso con el desarrollo local
Una planta envasadora es testigo de una naturaleza cuidada, de biodiversidad y de ecosistemas en torno al manantial. También un motor de desarrollo económico en la zona donde está ubicada, señalaba Irene Zafra, secretaria general de ANEABE. Y es que la totalidad de estas empresas realizan proyectos centrados en el medio rural y que benefician a las comunidades locales. «Existe un espíritu solidario en el sector: 900 trabajadores han participado con más de 7.600 horas en servicios de voluntariado y con la colaboración de más de 170 entidades sociales».
Entre ellas figura Cruz Roja, cuyo director de Voluntariado y Desarrollo Territorial, Ferrán Corbetera, destacaba durante la jornada la labor realizada en las zonas afectadas por la DANA. La activación del Banco de Agua Solidario de ANEABE y Cruz Roja permitió enviar más de un millón de litros a las zonas afectadas de Valencia y Málaga. «Siempre que hay una catástrofe lo primero que falla es el agua, y es imprescindible», recordaba por su parte, José Manuel García.
José Manuel García: «Allí donde se consume mucha agua mineral natural la gente vive más y mejor, hay un envejecimiento activo más saludable»
Las plantas envasadoras fomentan el empleo y son un elemento dinamizador de sus entornos. «Contribuimos con fiestas locales, hostelería, deporte, iniciativas de gente joven, educación medioambiental de jóvenes y niños, residencias de ancianos, ayudamos con recogida de basuras, que no haya vertidos…», resumía Esther Cueli, directora general de Fuensanta (en el concejo de Nava, en Asturias). Mientras tanto, en el municipio de Lanjarón, en Granada, la planta envasadora cuenta con una fundación y «por cada mil litros de agua envasada y vendida nos dan un euro y pico. Se invierte en calles, saneamiento, equipos deportivos, etc», relataba el alcalde de esta localidad granadina, José Eric Escobedo.
Diego Vizcaíno, socio director de Economía Aplicada en AFI, ponía el acento en la importancia de encontrar en estos municipios actividades que no son deslocalizables: «Tenemos una actividad que aprovecha un recurso endógeno, lo respeta y que es fuente de empleo y riqueza. Es una singularidad en nuestro sistema económico y empresarial».
El hecho de que implique innovación en procesos y productos, requiera profesionales con cualificación y una retribución superior supone un balón de oxígeno especialmente para los municipios de menos de 2.000 habitantes, donde se encuentran casi la mitad de las plantas envasadoras. El estudio de AFI ha comprobado cómo mitigan la despoblación y el envejecimiento: más niños y jóvenes, más población en edad de trabajar, un PIB per cápita medio superior, una mayor presencia de empleo femenino. Todo esto contrasta con un mundo rural masculinizado y envejecido.
Irene Zafra detallaba, además, cómo ha impulsado el sector la red de servicios esenciales, con más farmacias, centros de salud, centros educativos y entidades financieras.
«Allí donde se consume mucha agua mineral natural la gente vive más y mejor, hay un envejecimiento activo más saludable», añadía el presidente de ANEABE en esta jornada a la que también acudió el director general de Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), José Miguel Herrero, quien coincidía en la importancia de la industria alimentaria como motor de desarrollo. De hecho, dos de los pilares de la nueva Estrategia Nacional de Alimentación se refieren a la relación de alimentación y salud, así como a la dinamización de las áreas rurales, en las que «el sector de aguas tiene mucho que decir».
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