Carta para ti, que todavía no reciclas
Reciclar es mucho más que separar residuos, es dar una segunda oportunidad a los materiales, permitiendo que se conviertan en nuevos productos y reduciendo así la necesidad de extraer nuevos recursos naturales.
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El reciclaje es un hábito que está cada vez más extendido: según el último estudio elaborado por Kantar para Ecoembes, 8 de cada 10 hogares españoles afirman ponerlo en práctica. Aun así, no puede evitarse pensar en ese 20% de hogares que todavía no reciclan. Esta carta es para quienes los habitan.
Reciclar no lo es todo, llegar a este paso implica generar residuos y, como nos gusta decir en Ecoembes, el mejor residuo es aquel que no se genera. En el ciclo de vida de las cosas podemos actuar por el medio ambiente mucho antes, en primer lugar, parándonos a observar cómo consumimos, pensando verdaderamente en lo que necesitamos y en no acumular. Eso nos llevará a introducir pequeños cambios en nuestro día a día que a la larga marcarán la diferencia: utilizar bolsas de tela o tuppers cuando vayamos a comprar alimentos a granel, elegir productos de calidad que puedan durar más o ir a talleres de reparación antes de desechar el producto ante el primer signo de avería. Antes de reciclar también podemos centrarnos en reutilizar: usar una botella reutilizable todos los días, intercambiar prendas con amigos y amigas, comprar de segunda mano… abandonar la mentalidad de «usar y tirar» e introducir estos hábitos.
Ahora bien, después de hacer todo lo posible por minimizar nuestro consumo y extender la vida de esos objetos, es cuando entra el juego el reciclaje. El reciclaje es el guardián final de nuestro compromiso ambiental, nos ayuda a convertir lo que sería desecho en recursos.
Podría pensarse que es una tarea insignificante o tediosa, pero hay algunas reflexiones que quizás sirvan de inspiración para que más gente se sume al hábito desde hoy.
En primer lugar, mirar a los mayores: ellos nacieron en un tiempo en el que el reciclaje como tal no era una práctica común en los hogares y tuvieron que adaptarse, introducir espacios para reciclar en sus cocinas y modificar sus rutinas para adoptar el hábito. Nos enseñan con su ejemplo que es posible incorporar nuevos hábitos y adoptar pequeños gestos con los que cuidar del medio ambiente. De hecho, los mayores de 50 años, pertenecientes a la generación silver, constituyen un 61,9% de los hogares en los que se recicla.
Después de hacer todo lo posible por minimizar el consumo y extender la vida de los objetos es cuando entra en juego el reciclaje
Reciclar es mucho más que separar residuos, es dar una segunda oportunidad a los materiales, permitiendo que se conviertan en nuevos productos y reduciendo así la necesidad de extraer nuevos recursos naturales. Los datos hablan por sí solos: en España, el 89% de los hogares recicladores considera que el reciclaje es útil; quienes lo hacen lo tienen claro: reciclar merece la pena porque cada envase reciclado se puede transformar en un nuevo objeto.
Aunque sea un pequeño gesto, al separar en casa y reciclar en los contenedores amarillos (para envases de plástico, madera, metal o briks) o en los azules (para envases de papel o cartón), iniciamos un movimiento imparable que hace que los envases reciclados acaben convertidos en materia prima con la que fabricar nuevos objetos, como botellas de plástico, mobiliario, textiles o tuberías. De hecho, al no fabricar un producto a partir de materia prima virgen, ahorramos el agua o la energía que se emplearían en el proceso de extracción, ayudando a mitigar el cambio climático y preservar el planeta para las generaciones futuras.
Seguro que a tu alrededor tienes personas comprometidas con el cuidado del medio ambiente: imagina que tu hermano, tus padres, o incluso tu vecino, te pidiesen que recicles. ¿No sentirías la responsabilidad de hacerlo, no solo por ellos, sino por el bienestar de todos? El 65,5% de las personas de su entorno animan a quienes aún no reciclan a unirse a este hábito. El reciclaje es un compromiso compartido, una cuestión de civismo que solo tendrá frutos si se convierte en un esfuerzo colectivo.
Así que hoy, te invito a que tomes ese primer paso. No importa cuán pequeño te parezca, cada gesto cuenta. Al unirnos en este esfuerzo, no solo estaremos protegiendo nuestro planeta, sino también construyendo un futuro más sostenible para todos. Porque reciclar no es solo una responsabilidad individual, sino una promesa colectiva que nos concierne a todos. Es un compromiso con nuestro planeta y con las generaciones venideras.
Recuerda: el cambio comienza contigo. Tu decisión de reciclar puede inspirar a otros a hacer lo mismo, creando un efecto dominó que beneficiará a nuestra sociedad y al medio ambiente. Juntos, podemos marcar la diferencia.
Nieves Rey es directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes.
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