Innovación
¿Los coches voladores ya están aquí?
Están a la vuelta de la esquina: vehículos como el Alef Model A o el Volocity se presentan como la posibilidad cercana de conducir surcando el cielo.
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Nos acercamos cada vez más a ese mundo distópico que el cine y la literatura nos han presentado, pero si algo está cada vez más cerca de ser una realidad, son los coches voladores.
Los vimos en Blade Runner, el largometraje que Ridley Scott rodó en 1982, que con los años se ha convertido en algo más que una película de culto. Hay escenas y situaciones que parecen sacadas del futuro, y es algo que sorprende cuando revisamos la estética de coches surcando grandes metrópolis y que tienen paralelismos con los prototipos de coches voladores que están en la pista de salida para comercializarse.
La previsión es que en 2025 estos modelos ya sean una realidad. No es de extrañar que, pese a sus astronómicos precios, la serie limitada de automóviles voladores ya cuente con compradores interesados en lista de espera. Volar siempre ha sido un sueño humano que Leonardo Da Vinci ya contempló en los diseños realizados a mano de aparatos voladores que inventó, y que fueron los precursores del avión.
Ahora hablamos de otra cosa; hablamos de poner la tecnología al servicio de un artefacto que, desde hace varias décadas, ha dado rienda suelta a fantasías futuristas. La década de los 80 del pasado siglo fue, sin duda, un campo abonado para dotar al coche de poderes fantásticos. Nunca mejor dicho, la serie televisiva El coche fantástico protagonizada por David Hasselhoff nos presentaba un coche inteligente llamado KITT, un Pontiac Firebird Trans-AM de tercera generación que General Motors presentó en 1981. El coche protagonista no se limitaba a conducir sin la intervención del conductor –un avance de la tecnología GPS que se incorporó a los primeros automóviles una década después– sino que también podía hablar, responder preguntas, e incluso hacer funciones básicas de coach resultón.
Pese a sus astronómicos precios, la serie limitada de automóviles voladores ya cuenta con compradores interesados en lista de espera
Imposible de olvidar ese otro coche que directamente transportaba al futuro: el DMC DeLorean, un deportivo cupé de dos puertas, también comercializado en 1981, que alcanzaba una velocidad capaz de transportar al futuro a sus pasajeros, gracias a un condensador de flujo y la mecánica cuántica. El coche en cuestión, conducido por el inolvidable Marty McFly (Michael J. Fox) fue evolucionando a lo largo de la trilogía Regreso al futuro y en 2015 se le incorporó un combustible a base de reciclaje de basura y plutonio, que le añadió la capacidad de volar.
Volviendo a los modelos de coches voladores actuales, que parecen haberse inspirado en aquellas visiones futuristas, no ha sido fácil el recorrido hasta crear un vehículo que cumpla con los estándares de diseño, funcionalidad y seguridad. La realidad es que una de las limitaciones es la de establecer nuevas leyes y normativas para controlar el tráfico aéreo. Aunque de momento se prevé que esta circulación estará limitada a unos pocos usuarios, no se debe subestimar una rápida escalada de este tipo de transporte que cubre necesidades reales, como descongestionar atascos de tráfico o poder ampliar los espacios peatonales en las grandes ciudades.
En la carrera por liderar este mercado, se encuentran startups y empresas como Xpeng (fabricante china de coches eléctricos) o Fiat Chrysler. Pero la realidad es que los prototipos, que van mejorando a pasos agigantados, siguen en pleno proceso de perfeccionamiento y mejora. El Alef Modelo A se presenta como el primero en hacer realidad el anhelo de conseguir la quintaesencia de un coche del siglo XXI: que circule por tierra, aire, sea aerodinámico y tenga un diseño impactante. Con un precio de salida de 300.000 dólares, ya se puede reservar un ejemplar para cuando empiece a comercializarse. Su espectacular diseño está inspirado en las líneas de deportivos como Bugatti y Jaguar.
Volocity es un modelo de taxi volador biplaza, con dieciocho hélices y capaz de elevarse por el cielo para sortear el tráfico. Este coche con motor eléctrico y batería, que ya ha sido probado en ciudades como Dubái, Helsinki o Singapur, es una evolución de un primer prototipo volador construido en 2011, el Volocopter. Ambos tienen un diseño que recuerda a los helicópteros o avionetas biplaza, más que a la estética de un coche. La innovación que aportó el Volocopter fue la tecnología eVTOL, que permite el despegue y aterrizaje vertical.
Jean Michel-Jarre será el primero en viajar en el AirCar desarrollado por Klein Vision
La empresa china Xpeng AeroHT comercializará en breve vehículos como el Xpeng X2 eVTOL. Con una autonomía de 300 km en aire y 600 km en tierra, permite el despegue y aterrizaje vertical, siendo un coche híbrido que se transforma en una especie de helicóptero. Volar, de la compañía londinense Bellwether Industries, es un prototipo presentado en 2021 que funciona con propulsión eléctrica y está en fase de perfeccionamiento.
A la espera de su lanzamiento, el AirCar desarrollado por Klein Vision, ya tiene su primer pasajero famoso: el músico francés Jean Michel-Jarre será el primero en viajar en este vehículo híbrido que se prevé que se comercialice en 2025 a un precio que ronda el medio millón de euros. Jean-Michel Jarre, pionero de la música electrónica y creador de piezas como Oxigene, se ha comprometido también a crear sonidos para estos coches que se caracterizarán por ser demasiado silenciosos. Una innovación adicional, la de nuevos sonidos para conducir volando.
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