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Madrid Nuevo Norte: el futuro está en el barrio

Para prepararnos para el futuro debemos evolucionar algunas de las ideas que han imperado en el siglo XX. Las ciudades, en tanto que espacios de innovación, nos brindan grandes posibilidades de responder a los nuevos retos y necesidades sociales.

Ilustración

Marco Kindler von Knobloch
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02
febrero
2024

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Marco Kindler von Knobloch

El siglo XX fue un siglo de innovación y progreso para muchos aspectos de la gestión de la vida en común. Las ciudades levantaron todo tipo de edificaciones y no tardaron en convertirse en grandes urbes, divididas por distritos según sus finalidades de ocio, comerciales o de residencia, en respuesta a las necesidades sociales del momento. Un desarrollo que se dio con una clara intención de organizar la vida en la ciudad, pero que, en paralelo, llevó a la reducción de las zonas verdes, al incremento de los atascos y a la despersonalización de la urbe.

El aumento de la conciencia social y climática nos obliga a repensar cómo vivimos, y nos brinda la posibilidad de, a su vez, repensar todo lo que hemos hecho hasta ahora en materia urbanística. Ponerlo todo en duda no solamente resulta un ejercicio de alto interés intelectual, sino también extremadamente útil para la mejora de la vida y acercamiento al bienestar de las personas. La pérdida del sentimiento de comunidad se ha hecho evidente en las grandes ciudades, pero ya hay iniciativas que buscan recuperarlo y ofrecer alternativas conciliadoras. Una de ellas es Madrid Nuevo Norte.

Nueve de cada diez manzanas de viviendas y oficinas de Madrid Nuevo Norte incluirán comercios en planta baja para que las calles y plazas tengan vida todos los días de la semana

El gran proyecto urbanístico busca potenciar la actividad urbana con la convivencia y la complementariedad de usos como líneas estratégicas generales, promoviendo la movilidad sostenible y armonizando los diferentes usos de la ciudad en un espacio de diversidad. Por ello, nueve de cada diez manzanas de viviendas y oficinas del proyecto incluirán comercios en planta baja para que las calles y plazas tengan vida todos los días de la semana, y un entorno fácil de caminar y transitar en bicicleta con una red de transporte pública hiperconectada. Este entramado urbano, además, incluirá una gran oferta de locales donde desarrollar el tradicional comercio de barrio, entendiéndolo como un auténtico dinamizador de la actividad urbana. La futura prolongación de la calle Agustín de Foxá contará con la mayor presencia comercial del proyecto, aspirando a convertirse en el nuevo eje de actividad comercial del norte de la capital. Para la integración de todas las sensibilidades en esta iniciativa también se están llevando a cabo una serie de consultas ciudadanas con los comerciantes de las zonas cercanas a la actuación.

Los barrios como espacios cerrados y compartimentados han pasado a la historia. Las ciudades del futuro piden cercanía, diversidad y polivalencia, haciendo que el espacio pueda ser habitado de múltiples formas a petición y concordancia con las diferentes necesidades de sus ciudadanos. Madrid Nuevo Norte es un paso firme en esta dirección.

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