La vitalidad poética de Ida Vitale

Artículo

Laura Calonge

@Lauracalc

Ida Vitale cumplió un siglo de vida conservando el sentido del humor, la curiosidad y la productividad propias de esa «segunda juventud» en la que dice encontrarse. Nacida el 2 de noviembre de 1923 en Montevideo, Vitale es a día de hoy la única autora viva de la llamada «Generación del 45», un grupo formado por escritores, artistas y pensadores que ayudó a conformar la identidad intelectual uruguaya. Mario Benedetti, Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, fallecidos hace más de una década, eran algunos de los nombres más conocidos de esta generación surgida entre 1945 y 1950, con el propósito de renovar el ambiente de las letras.

Ávida lectora y prolífica escritora, su destino parecía estar insinuado al heredar la generosa biblioteca de su tía, de quien también heredó el nombre. Entre libros de ciencias naturales y de poesía, el legado de aquella tía fallecida a la que no llegó a conocer depositó las semillas de lo que sería su pasión: la poesía y el amor por la naturaleza. Considerada como una representante del esencialismo –aunque ella confiesa no sentirse identificada con ninguna etiqueta ni corriente– su producción poética se caracteriza por una exploración profunda de los aspectos humanos, la naturaleza y las complejidades del lenguaje, temas muy afines a su formación humanística.

De familia culta con raíces italianas, Vitale tuvo dos parejas largas e importantes: el escritor uruguayo Ángel Rama, durante su juventud, y en su madurez el también escritor Enrique Fierro, con quien se exilió a México tras el golpe de Estado acaecido en Uruguay en 1973. Allí vivieron una década, durante la dictadura cívico-militar de Uruguay. Octavio Paz le abrió las puertas del ambiente intelectual y literario de México, siendo unos años muy prolíficos tanto en nuevas obras como en su faceta de traductora, divulgadora, crítica y docente. Confiesa que aunque se tuvo que exiliar a México debido a la dictadura que se impuso en su país, ella se recuerda feliz en las diferentes etapas de su vida. Tras la dictadura regresó a Uruguay, y dos años después se trasladó a Austin, Texas, donde residiría 30 años con su segundo marido. Tras la muerte de él en 2016, Vitale regresó a Montevideo, su ciudad natal y lugar de residencia actual.

Vitale es hoy la única autora viva de la llamada «Generación del 45», que buscaba renovar las letras latinoamericanas

En su poesía hay referencias a temas universales, no encerrándose en ideologías políticas, de género o de clase. Ha abordado la experiencia femenina desde diversas perspectivas en su poesía, reflexionando sobre la identidad, la maternidad y otros aspectos de la vida de las mujeres, con una conciencia crítica dirigida a las limitaciones impuestas por la sociedad. Su poesía se caracteriza por una profunda introspección y la elegancia en el uso del lenguaje, y sus poemas desprenden un sentido naturalista muy característico. Autora de numerosas obras, por mencionar algunas están los libros de poemas Jardines Imaginarios (1996), La luz de esta memoria (1999) y Donde vuela el camaleón (1996), un libro de prosa poética que reúne cuentos, fábulas y alegorías, que era inédito en España y se acaba de reeditar con Lumen.

Ha sido profeta en su tierra y es muy querida en su país, donde en 2019 recibió la Medalla Delmira Agustini por su aportación a la cultura. Y no solo allí, sino también en España, donde ha sido galardonada con el premio Reina Sofía de Poesía Latinoamericana (2015), el Premio Federico García Lorca (2016), y el Premio Cervantes (2018), siendo la quinta mujer en recibir este premio de las letras hispanas que se celebra anualmente desde 1976. El premio internacional Alfonso Reyes (2014) en México, el Max Jacob (2017) y formar parte de la serie 100 Women de la BBC muestran lo apreciada que es tanto su obra como su figura a nivel internacional.

Un reconocimiento que no para de crecer y que resulta inspirador en un ámbito, el literario, donde escasean referentes femeninos de su talla. Su obra sigue siendo estudiada y apreciada en todo el mundo, consolidándola como una figura central en la tradición literaria de América Latina. De hecho, este mismo año 2023 se ha estrenado el documental Ida Vitale, de la realizadora María Inés Arriaga, cuyos abuelos fueron íntimos de la pareja formada por Vitale y Fierro.

Escuchándola hablar con su simpatía y humor fino, parece una persona tan cercana que casi desvía la atención de todos los éxitos que acumula en su dilatada carrera literaria. Y es que para una leyenda viva como ella, como reza el famoso tango, cien años no es nada.