Energía

Europa avanza hacia las energías del futuro

La agenda política europea marca el rumbo de las energías renovables. ¿Cuáles son las tecnologías que están protagonizando esta agenda y que prometen cambiar la forma en que vivimos?

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13
noviembre
2023

Hacemos un breve repaso para conocer cuáles son las energías renovables que están marcando la agenda política europea. Además, recordamos el papel clave de la financiación, algunos datos clave y en qué punto se encuentran Europa y España en ese avance hacia las energías del futuro.

Eólica terrestre

Solo hay que hacer un road trip para verla: en el horizonte, se recortarán en algún momento estos modernos molinos de viento, los aerogeneradores. La energía eólica es la principal fuente renovable del consumo europeo: el 37,5% de la electricidad viene de ahí. En 2022, según los datos de Wind for Europe –el lobby del sector–, se instalaron un tercio más de granjas eólicas en la UE que en 2021.

Energía solar

Aunque la solar solo supone el 15,1% de la producción de renovables en Europa, las cifras de Eurostat hablan de un crecimiento «dramático»: en 2008 solo suponía el 1% del total. Esta energía se nutre del sol, lo que ha hecho que se convierta también en una apuesta entre quienes buscan el autoconsumo. En la última década, sus costes han caído en un 82%, lo que la convierte en muy competitiva.

Hidroeléctrica

Cuando empezó el despliegue de la electricidad, las centrales hidroeléctricas eran una pieza fundamental. Un siglo después se vuelve a mirar al agua para encontrar una fuente de energía renovable. Ahora mismo, es la segunda fuente de electricidad de Europa según Eurostat. En España, el 24,7% de la hidráulica generada viene de Castilla y León, mientras que el 23,16% lo hace de Galicia, según Statista. Aunque cuenta con un problema: alterar el curso de los ríos afecta a su salud.

Renovables marítimas

El mar puede ser la fuente de la energía del mañana. De hecho, la Comisión Europea considera que la eólica offshore –turbinas eólicas que se sitúan mar adentro– es fundamental en el marco de los objetivos del Green Deal. De aquí a 2030, esperan que la energía generada de esta manera se multiplique por cinco. Aunque esta es la renovable marítima más mediática –puesto que su despliegue genera protestas entre ecologistas e industria pesquera–, no es la única posible: las mareas y las olas también pueden llegar a ser fuentes de energía.

Bioenergías

En este nuevo y emergente contenedor entran las biomasas. Su premisa es sencilla: convertir materia orgánica como la basura en energía. Es el caso del biofuel –con combustibles renovables como el bioetanol o el biodiésel– o los biogases, entre los que se incluye el biometano. Estas nuevas fuentes encajan con modelos como la economía circular, pero son todavía muy minoritarias en el reparto de la tarta energética. Europa, eso sí, está invirtiendo en ellas.


Economía

En todo este proceso, el dinero es una pieza importante. Europa no quiere volver a tener que pagar los precios de la energía que lastraron a sus habitantes en 2022. Pero las finanzas de la energía no solo importan en el recibo del consumidor final, sino también en el punto de origen: la transición energética necesita inversiones. Establecer un marco normativo ayuda: las firmas de análisis consideran que la reforma del mercado energético de la Comisión acelerará las inversiones. También lo hacen los planes directos de inyección de fondos: en 2022, la UE aprobó un presupuesto de 300.000 millones de euros en inversiones hasta 2030.

Europa

La transición energética es una de las piezas de la estrategia verde europea. La crisis política y económica causada por la guerra en Ucrania y la dependencia del gas ruso ha evidenciado otra vertiente y ha acelerado los calendarios. La Unión Europea se ha marcado propósitos –como reducir en un 55% para 2030 las emisiones netas de gases de efecto invernadero– y está creando un marco normativo que impulse la transformación del sector: el objetivo es llegar a la neutralidad climática en 2050.

España

Nadie sabe a ciencia cierta cómo va a acabar 2023, pero los pronósticos son optimistas. Red Eléctrica calcula que las renovables podrían «alcanzar el 50% del mix de generación eléctrica» en España este año. Es un gran salto adelante: en 2004, según los números de Eurostat, solo el 8,4% de toda la energía consumida en España llegaba de renovables. Con todo, la transformación del sector no es solo reseñable para el país como consumidor de energía, sino también como productor. El Informe del sistema eléctrico habla del «liderazgo renovable» de España en la UE. España es el segundo país de Europa que más energía produce usando el sol y el viento. McKinsey estima que España podría convertirse en un país de emisiones cero en 2050: para España es urgente por los efectos del cambio climático, pero su tradición en renovables y los amplios recursos solares juegan a su favor. Eso sí, la consultora calcula que para lograrlo se necesita una inversión «significativa»: 85.000 millones de euros al año en tecnologías verdes hasta el 2050.

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