Educación

La felicidad va al cole en bicicleta

Varios estudios han demostrado que pedalear hasta la escuela o ir en autobús tienen multitud de beneficios para la salud física y mental de la infancia.

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10
octubre
2023

El padre del cicloturismo, Paul de Vivie, lo tenía claro: «En una bicicleta uno está más cerca de la naturaleza, siente el aire, la lluvia, el sol, el frío y el calor en su cara. El cuerpo y la mente se abren a nuevas experiencias». Para el francés, no era solo un modo de transporte, también lo era de felicidad y de conexión con uno mismo. Pero no hace falta ser un adulto ni poder disponer de horas libres para disfrutar de las dos ruedas. Numerosos estudios científicos han demostrado que los niños y niñas que van al colegio pedaleando son más felices que aquellos que llegan en coche, un aumento del bienestar que también se observa en quienes van en autobús.

Los hallazgos científicos sobre los beneficios de ir a la escuela en bicicleta o autocar no solo tienen implicaciones en términos de felicidad infantil, también en la promoción de hábitos de vida saludable, la reducción del estrés familiar y el fomento de una conciencia ambiental.

Uno de los beneficios más evidentes de ir en bicicleta al colegio es la promoción de la actividad física. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños, niñas y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos de actividad física al día para mantener un desarrollo saludable. Montar en bicicleta es una excelente manera de cumplir con esta recomendación, ya que involucra al sistema cardiovascular y fortalece los músculos, al tiempo que libera endorfinas, neurotransmisores asociados con la sensación de bienestar.

Científicos suecos han investigado si el modo de desplazamiento, el tiempo de viaje y las actividades durante el desplazamiento influyen en la satisfacción de la infancia con su viaje al colegio, su estado de ánimo y su rendimiento cognitivo al llegar a las aulas. Para ello se reclutó una muestra de 179 niños y 165 niñas (344 en total) de entre 10 y 15 años en cinco colegios públicos del condado de Värmland (Suecia). Inmediatamente después de llegar al colegio, valoraron cómo se sentían en dos escalas que iban de muy triste a muy feliz y de muy cansado a muy alerta, rellenaron la Escala de Satisfacción con el Viaje adaptada para la infancia (STS-C), informaron de detalles sobre sus viajes y realizaron una prueba de fluidez de palabras.

El viaje en bicicleta o autobús al colegio genera interacciones positivas para el desarrollo emocional y la construcción de lazos de amistad

Los resultados de la STS-C mostraron que viajar en autobús escolar y a pie o en bicicleta se percibía como algo de mayor calidad que viajar en coche. Los niños que mantenían una conversación durante el trayecto manifestaban un mayor bienestar y sentimientos más positivos que los que realizaban actividades solitarias durante el trayecto. Los viajes más cortos se consideraron de mayor calidad y produjeron sentimientos más positivos. Los niños que viajaban durante periodos más largos obtuvieron mejores resultados en la prueba de fluidez verbal si utilizaban sus teléfonos inteligentes o realizaban una combinación de actividades durante el viaje.

En resumidas cuentas, el viaje en bicicleta o autobús al colegio ofrece a los niños la oportunidad de interactuar con sus compañeros y establecer relaciones sociales más cercanas; lo que puede contribuir a su desarrollo emocional y a la construcción de lazos de amistad. Estas interacciones positivas pueden generar un sentido de pertenencia y apoyo social, que son componentes esenciales de la felicidad infantil.

Menos estrés y más confianza

Llevar a los niños al colegio en coche puede resultar estresante para las familias. Los estudios han demostrado que los niños y niñas que experimentan el estrés del tráfico matutino tienden a estar más irritables y ansiosos. Además, el tráfico excesivo puede generar un ambiente tenso en la familia y reducir el tiempo de calidad que los padres pasan con sus hijos.

Un estudio de la Universidad de Granada arroja que si además de ir en bicicleta o caminando, los niños van solos al colegio tienen más autonomía y una mayor capacidad para tomar decisiones. La investigación ha demostrado no solo que se incrementa la percepción de seguridad del trayecto en el menor, sino que también mejora su autonomía, la confianza en sí mismo y su capacidad para tomar decisiones.

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