8 consejos para volver a la rutina tras las vacaciones

Tras agosto, llega el retorno a la normalidad. Septiembre es el mes de la vuelta al cole, de la rutina y, para muchas personas todavía, el del retorno al trabajo tras el parón de las vacaciones. Un retorno que no siempre es sencillo: para el 37% de esta población que vuelve al puesto de trabajo sufrirá el llamado «síndrome posvacacional», según cálculos de Adecco.

El síndrome supone apatía, cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, nerviosismo, estrés o, incluso, tristeza. Puede tener una duración de dos semanas, según algunos cálculos. Y, según apuntan las fuentes especializadas, detrás de esto hay varias razones. El regreso al trabajo tras varias semanas de vacaciones supone un cambio drástico en el día a día, apunta Enric Soler, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), «y los humanos somos muy adaptables, pero nos amoldamos a las nuevas situaciones de forma progresiva».

Esto es, necesitamos tiempo para los cambios. «Del mismo modo que necesitamos un tiempo para superar un duelo o que necesitamos toda una adolescencia para dejar de ser niños y transitar al mundo de la adultez, no podemos pretender que nuestro estilo de vida en un período vacacional pueda cambiarse de forma brusca en cuestión de veinticuatro horas», afirma.

Con todo, sí hay una receta para que la vuelta al trabajo se haga menos cuesta arriba. Mireia Cabero, también profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, indica que la motivación profesional, la satisfacción y el bienestar en el trabajo, los recursos resilientes de cada uno y que haya facilidades o no para conciliar la vida laboral y la personal pueden ayudar. «Cuando el regreso al trabajo surge de una motivación interior (ilusión, propósito vital, vocación o autorrealización), el regreso al trabajo es agradecido, esperado y sin mucha reticencia, por lo que la adaptación es rápida», asegura.

Enrique Soler: «No podemos pretender que nuestro estilo de vida en un período vacacional pueda cambiarse de forma brusca en cuestión de veinticuatro horas»

«Sin embargo, cuando el regreso al trabajo surge por una motivación externa (trabajar por necesidad económica y obligación, sin interés personal en la tarea o en la organización), puede generar rechazo, incluso depresión reactiva», puntualiza. Si en la empresa no hay «buen clima laboral», regresar se hará todavía más complicado-

Consejos para volver a la rutina

Sea como sea la situación a la que se tenga que enfrentar cada persona en su puesto de trabajo, algunas ideas ayudan a sobrellevar mejor el retorno. Ambos especialistas recomiendan una serie de patrones y comportamientos que pueden ayudar a que el tiempo entre unas vacaciones y otras se pase mucho mejor.  Son los consejos para volver a esa rutina partida.

1. Vivir el aquí y el ahora. Durante las vacaciones no hay que estar pensando que se va a tener que volver y pensando cómo hacerlo para que llevarlo mejor. «Planificar es una forma de anticipar lo que va a venir», apunta Soler . «Vivimos en un contexto demasiado tensionado en todos los ámbitos de la vida y quizás estamos abusando de querer tenerlo todo planificado para protegernos mentalmente del miedo a los cambios que prevemos que deberemos afrontar», asegura.
2. Confiar en la capacidad de adaptación. Ni este año es el primero ni será el último en el que hay que enfrentarse a una vuelta al trabajo. «No es una causa de muerte reconocida científicamente, así que sobra convertirlo en un drama. Confiar en la propia capacidad de adaptación es buena idea»», recuerda el profesor de la UOC.
3. Seguir disfrutando del ocio y del tiempo para uno mismo. Según Mireia Cabero, que la conciliación permita durante el año poder vivir la vida que se quiera vivir al mismo tiempo que se trabaja es una necesidad que no debe pasarse por alto. «De no ser así, la renuncia es excesiva e impacta en nuestra satisfacción, equilibrio y desmotivación, pudiéndose generar cuadros de depresión reactiva, ansiedad generalizada, desgaste profesional y estrés», dice. Salvarse tiempo propio debería mantenerse todo el año y no solo en vacaciones.
4. Huir de los cambios bruscos del día a día. «Si son inevitables, como un desfase horario, date un tiempo para adaptarte. Si son evitables, está en tu mano elegirlos o no», suma Enric Soler.
5. No olvidar que los periodos de descanso forman parte de la actividad laboral. «No por estar de vacaciones dejas de ser quien eres profesionalmente. Es imprescindible descansar para hacer bien nuestro trabajo», asegura Soler. Las vacaciones y las pausas son también parte de la estructura del tiempo de trabajo.
6. Hacer el propósito de no desaprovechar las próximas vacaciones; es decir, el fin de semana siguiente a la reincorporación, y los sucesivos. «Los fines de semana no son solo para poner la lavadora, y en las vacaciones de verano no es obligatorio gastar un pastizal en un viaje», afirma el profesor.
7. Si agobia volver al trabajo, hay que plantearse un cambio. Los expertos y expertas afirman que disfrutar de la profesión no debería ser un lujo. Un trabajo es gratificante en la medida que gusta y se disfruta. «Si nunca te gustó la tortilla de patatas con cebolla, no pretendas que te guste el día que te veas forzado a comerla», ejemplifica Soler.
8. Si no se sigue un estilo de vida saludable, conviene intentar cambiarlo, pero de forma progresiva. No se debe llenar septiembre de propósitos que sumar a la pirámide a escalar de la vuelta al trabajo. La recomendación es no hacer coincidir todos los cambios importantes de vida.