Medio Ambiente

Paneles solares transparentes como ventanas

Los beneficios de la energía solar son innegables: es inagotable y sostenible, no emite gases de efecto invernadero y reduce las importaciones energéticas fomentando la riqueza y el empleo. Ahora, investigadores de la Universidad de Michigan han desarrollado unos paneles solares transparentes que podrían instalarse en las ventanas de los edificios para favorecer el autoconsumo.

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14
diciembre
2022

Cada hora, el sol vierte sobre nuestro planeta tanta energía que sería más que suficiente para cubrir las necesidades, a nivel global, de todo un año. Es un dato científico, tal vez uno de los que ha logrado que, cada día con mayor intensidad, la ciencia se esfuerce en lograr que podamos sustituir las fuentes de energía clásicas por esta que, si nos ceñimos a su antigüedad, debería ser la más clásica de todas.

Los beneficios de la energía solar son innegables para el ser humano y para el planeta: es inagotable y sostenible, no emite gases de efecto invernadero ni ningún tipo de sustancia tóxica o contaminante, no genera residuos ni contamina nuestras aguas y, al estar disponible en la práctica totalidad del planeta, reduce las importaciones energéticas fomentando la riqueza y el empleo local.

La apuesta por las energías renovables es cada día mayor, y la luz del sol es no solo fuente inagotable de energía, sino también de inspiración para científicos e investigadores. Fueron concretamente investigadores de la Universidad de Michigan quienes desarrollaron, en 2019, unos paneles solares transparentes capaces de producir electricidad. Hasta entonces se componían de células de silicio, lo que los hacía completamente opacos. Los desarrollados en Michigan están compuestos por moléculas orgánicas capaces de absorber los espectros de luz ultravioleta e infrarroja.

Los investigadores han logrado este mismo año una técnica para fabricar a escala células solares más eficientes, pero semitransparentes

Sin embargo, la revolución que supusieron aquellos paneles se vio obstruida por una efectividad en su propósito que apenas superaba el 3%, quedando relegado su uso a pequeños dispositivos como teléfonos móviles o las ventanillas de los automóviles. Además, su vida útil era demasiado corta.

Pero el profesor de Ingeniería Química y Ciencia de Materiales de la Universidad de Michigan, Richard Lunt, consideró menores estas pequeñas trabas y continuó con la investigación: tenía claro que las células solares altamente transparentes podrían mejorar las actuales aplicaciones de energía solar. ¿Hasta qué punto serían capaces de evolucionar estos novedosos paneles solares? ¿Podrían llegar a sustituir a las placas solares que se ubican en las azoteas de los edificios? ¿Nos permitirían revolucionar la construcción y favorecer el autoconsumo?

Lunt ya aseguró, en su momento, que si bien no contaba con que dichos paneles pudiesen alimentar todo un edificio, sí podrían proporcionar la energía suficiente para la iluminación y los circuitos electrónicos de dicho edificio. Con ese horizonte como objetivo, los investigadores han logrado este mismo año una técnica para fabricar a escala células solares más eficientes, pero semitransparentes. En este caso el responsable es Stephen Forrest, profesor de Ingeniería, quien ha dirigido la investigación. La eficiencia de estas nuevas células supera el 8%, mientras que la transparencia roza el 45%.

A día de hoy, cerca de 900 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a la electricidad

No hablamos de paneles solares como los que coronan ya muchos de nuestros edificios, sino de paneles formados por células semitransparentes que son susceptibles de colocarse entre los cristales de ventanas de doble acristalamiento para producir energía. Estas células tienen un ligero tinte verdoso, pero su aspecto recuerda más al gris de las gafas de sol y de las ventanillas de algunos automóviles.

No se logra una transparencia absoluta, pero sí se mejora la eficiencia energética. Los edificios con vidrio en sus fachadas absorben parte de la luz a efectos únicamente de lograr iluminación en su interior. Una cuestión puramente estética no debería ser impedimento para que estos novedosos paneles solares nos ayudasen a utilizar toda la energía que se desperdicia con un acristalamiento tradicional.

La necesidad de una transición energética que nos permita minimizar el cambio climático y evitar más daños a nuestro planeta está fuera de toda duda. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) asegura que la demanda mundial de electricidad aumentará un 70% hasta 2040. Si a esto le sumamos que, a día de hoy, cerca de 900 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a la electricidad, es evidente la urgencia en normalizar el uso de energías renovables.

Más allá de los grandes centros de producción de energías limpias, las células solares desarrolladas en Michigan pueden suponer una forma de autoabastecimiento eléctrico para muchas personas y afianzar en la sociedad la necesaria concienciación para revertir la crisis climática.

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