Cooperación, la base de una nueva economía descarbonizada

Sostenibilidad y descarbonización se han convertido en temas recurrentes en el día a día, muy presentes en planes de negocio y decisiones de mercado y determinantes para entender algunos de los últimos cambios legislativos. Su creciente peso no es una simple cuestión de hype en las empresas, sino que está estrechamente vinculado con el contexto en el que el camino hacia la neutralidad climática requiere del avance conjunto. Y es que, a consecuencia del cambio climático, modificar el cómo se impacta en la sociedad es más relevante que nunca.

No por ser esto más evidente evita preguntarse lo siguiente: ¿están todas las empresas posicionándose de la misma manera en este terreno? Conscientes de que el compromiso con la sostenibilidad es crucial para sobrevivir a los retos del mercado y para crear valor y ganar en competitividad, las grandes corporaciones se han reorientado hacia esas áreas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son ya su hoja de ruta a la hora de hacer negocios. Sin embargo, las grandes empresas no pueden conseguir sus objetivos si no involucran a toda la cadena de valor. Una cadena que en España tiene un componente fundamental de pequeñas y medianas empresas, cuya contribución es crucial en el avance hacia un modelo más sostenible.

Como figura en el estudio Contribución de las medianas empresas al desarrollo sostenible, elaborado por la cátedra de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense, en un país como el nuestro, las pymes representan el 99% de las empresas existentes y suponen el 62% del valor añadido bruto que se genera en nuestras fronteras. De todas ellas, dos tercios aseguran que la sostenibilidad es un tema «relevante», pero reconocen también que aún está pendiente afrontar retos importantes al respecto. A la importancia ya conocida, se suma el hecho de que, en los últimos meses –con la escalada de precios de los combustibles fósiles–, ha quedado más que demostrada la importancia de hacer los deberes verdes para sobrevivir a los vaivenes del mercado.

Un 34% de las medianas empresas apunta que la falta de equipos especializados frena su avance en aspectos medioambientales

Postergar la transición ecológica es algo que las pymes no se pueden permitir. Sin embargo, pese a ser conscientes de ello, un 34% de las medianas empresas apunta que la falta de equipos especializados frena su avance en aspectos medioambientales. Por ello, y dada su amplia mayoría en el tejido empresarial, contar con guías que les ayuden a tomar decisiones y comprender los retos de la descarbonización es clave para dar el salto a esa economía descarbonizada. En este sentido, iniciativas como ImpacTest, impulsada por Bayer junto con Impact Hub e Innuba, es una de esas soluciones. Se trata de una herramienta pública y accesible que, gracias a una serie de datos, otorga a las compañías recursos para tomar decisiones que ayudarán a reducir la huella de carbono, acercarse a los objetivos verdes y asentar los pilares del camino para la transformación ecológica. «Herramientas como ImpacTest nos ayudarán a acelerar este proceso, avanzando en la sensibilización de aquellas organizaciones medianas y pequeñas», explica Felix Zink, responsable del departamento de Sustainable Procurement de Bayer.

De que las pymes logren completar este salto hacia una economía más amable con el medio ambiente depende su propia supervivencia, pero también el hecho de que, como sociedad, se alcancen los objetivos. Si el grueso del tejido empresarial son pequeñas empresas, resulta fundamental contar con ellas a la hora de crear una nueva economía descarbonizada.