Agua

Cómo restaurar un río… desmontando embalses

El documental ‘Urak aske’, estrenado durante el certamen cinematográfico Another Way Film Festival, investiga el éxito alcanzado con el desmantelamiento de presas realizado en el País Vasco y Francia para salvar los ecosistemas locales.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
07
octubre
2022
Fotograma del documental ‘Urak aske’.

¿Es deshacer la propia acción humana la solución para algunos problemas medioambientales? De hecho, una vez realizadas, ¿son nuestras intervenciones 100% reversibles? El documental Urak aske («aguas libres» en euskera), dirigido por Bego Zubia Gallastegui y ofrecido estos días en el Another Way Film Festival, ofrece respuestas a estas cuestiones a través de dos casos concretos, uno en Normandía y otro en Navarra.

El segundo caso es el más conocido en España, así como el más directo. Se trata de una intervención que, aunque comenzó hace apenas tres años, ya tiene resultados palpables: en 2018 se procedió al vaciado del embalse de Artikutza en el río Enobieta, un paraje propiedad de la ciudad de San Sebastián que ha servido de agua de gran calidad a sus habitantes durante tres décadas, pero que se encuentra en una reserva de la biosfera.

Arturo Elosegui, jefe del equipo de investigación de Urak aske, es uno de los biólogos que estudia la zona (incluida en la Red Natura 2000), una de las mejores conservadas en la cornisa cantábrica. Las investigaciones realizadas por Elosegui señalaban el precario estado de conservación del desmán del Pirineo, una especie de mamífero propia de las riberas de los ríos y riachuelos –también conocido como «rata de agua» por su morro alargado– que se alimenta de insectos y solo existe en la Península Ibérica y el sur de Francia. En la película, el investigador presta su testimonio y el de sus compañeros para explicar la importancia del desmán en este delicado ecosistema y cómo a lo largo de estos tres años esta situación ha tenido un efecto visible –con un considerable aumento– en la biodiversidad de la zona.

Con estas medidas, especies migratorias como el salmón pueden regresar a sus zonas de desove originales

Los expertos señalan a la Directiva Marco del Agua, que obliga a los países de la Unión Europea a tomar medidas para restaurar sus ríos y lograr su buen estado ecológico para 2027. Entre las opciones que se presentan para recuperar ríos está la tomada en Enobieta (y que han puesto como argumento en Francia): demoler presas antiguas u obsoletas, una medida que ayuda a restaurar la conectividad del río y facilita conseguir un estado bueno o muy bueno de caudal en el mismo o en las masas de agua asociadas.

En el caso francés, tal y como se ve en Urak aske, se ha desmantelado la presa de Vezins, en Normandía, como parte de la recuperación a largo plazo del río Selune. Todo con un objetivo esencial: que salmones, anguilas y otra fauna autóctona repueblen sus aguas liberadas y bañen la bahía del cercano pueblo de Mont Saint-Michel, Patrimonio de la Humanidad protegido por la UNESCO (y recurrente postal turística). 

No es el único caso. Además de Vezins, también se ha desmantelado otra presa obsoleta, La Roche Qui Boit, lo que suma una liberación de 90 kilómetros –hasta entonces «embalsados»– del río Sélune. Con estas medidas, especies migratorias como el salmón han regresado a las que eran sus zonas de desove antes de la obra original a mediados del siglo pasado, con una mejora de la calidad del agua casi inmediata.

El documental, así, compara los diferentes métodos para la liberación de aguas entre dos parajes muy diferentes: en Navarra el vaciado fue casi inmediato, mientras que en Normandía el desmantelamiento de las presas se realizó por etapas. En ambos, no obstante, se constata la recuperación de las zonas y los beneficios inmediatos alcanzados, sin perjuicio para la actividad humana o económica. 

Urak aske plantea cómo estos proyectos, que pueden parecer pequeños en la gran escala de los problemas medioambientales pero que han sido muy relevantes en su ámbito, demuestran nuestra capacidad de intervenir sobre la pérdida de la biodiversidad y la mejor conservación del entorno. Una aportación necesaria en un debate complejo que abre ventanas de esperanza hacia el futuro inmediato.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

OFRECIDO POR
Cabecera

El agua es la respuesta

Ángel Simón

La pandemia ha puesto en evidencia lo que ya sabíamos: que el agua es un bien esencial.

Así son las ciudades esponja

Esmeralda R. Vaquero

Los sistemas de aprovechamiento del agua de lluvia son herramientas esenciales para hacerle frente al cambio climático.

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME