Cambio Climático

Las empresas españolas incumplen los objetivos climáticos

Los objetivos de emisiones de las empresas de los países del G7 continúan sin ajustarse al Acuerdo de París, cuyo límite marcaba un límite ideal de 1,5º C respecto a los niveles preindustriales.

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12
septiembre
2022

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Los líderes mundiales se reunirán en noviembre en Sharm el-Sheikh (Egipto) para organizar la COP27 y mantener vivo el objetivo de mantener el límite de 1,5 °C marcado por el Acuerdo de París, si bien la ambición climática de las economías del G7 y de otros países está poniendo la visión del encuentro fuera de su alcance, según un nuevo análisis de la organización sin ánimo de lucro Carbon Disclosure Project (CDP) y la consultora de gestión Oliver Wyman.

Según los actuales objetivos de reducción de emisiones fijados por las empresas, ningún país del G7 tiene un sector empresarial que pueda descarbonizarse con la suficiente rapidez para cumplir el objetivo de 1,5 °C. En conjunto, se calcula que los objetivos de emisiones de las empresas de los países del G7 se encuentran alineados con 2,7 °C de calentamiento global. 

El informe muestra que las empresas de Alemania, los Países Bajos e Italia tienen los objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones del G7, donde se espera que las emisiones colectivas coincidan con el grado de descarbonización necesario para limitar el calentamiento global a 2,2 °C.

A los dos primeros países les siguen Francia (2,3 °C), el Reino Unido (2,6 °C) y Estados Unidos (2,8 °C). Las empresas canadienses registran los peores resultados en el G7, con objetivos alineados con un promedio de 3,1 °C de calentamiento. Las empresas españolas, por su parte, cuentan con una calificación de 2,7 °C. 

¿Una promesa real?

Las calificaciones de temperatura del estudio reflejan la ambición de las empresas, si bien no las políticas climáticas nacionales o las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC); es decir, las reducciones previstas de gases de efecto invernadero. Sin embargo, ante la proximidad de la COP27, la brecha entre lo prometido por los responsables políticos y la economía real es considerable.   

El análisis muestra un rendimiento superior de las empresas europeas frente a sus homólogas norteamericanas y asiáticas en todos los sectores

El análisis se basa en las calificaciones de temperatura de CDP, que traduce los objetivos de reducción de emisiones de las empresas en un resultado de calentamiento global utilizando vías científicas. Las calificaciones, que incluyen todas las emisiones de las cadenas de valor de las empresas, reflejan el probable aumento de la temperatura si las emisiones globales disminuyeran a la misma velocidad que los objetivos de las empresas. 

Para la temperatura de cada país se agregaron las calificaciones de las empresas individuales y se ponderaron por las emisiones totales. El análisis muestra un evidente y constante rendimiento superior de las empresas europeas frente a sus homólogas norteamericanas y asiáticas en todos los sectores. 

El sector de generación de energía europeo, por ejemplo, está por delante de todos los sectores a nivel mundial con 1,9°C de calentamiento. Esto se compara con los 2,1 °C de las empresas norteamericanas y los 3 °C de las asiáticas. El establecimiento de objetivos de reducción de emisiones en el sector europeo está mucho más avanzado, con alrededor del 80% de todas las emisiones cubiertas por un objetivo válido de 2 °C o mejor. En conjunto, el sector empresarial europeo mejoró de 2,7°C en 2020 a 2,4°C en 2022, lo que se explica en parte por un rápido aumento del 85% de las empresas con objetivos basados en la ciencia durante 2021. 

Los objetivos basados en la ciencia (SBTs), considerados como el estándar de excelencia para los objetivos en cuanto que se evalúan de forma independiente por vías científicas, son un motor clave para alcanzar objetivos de temperatura más bajos. 

En conjunto, las empresas con objetivos basados en la ciencia han reducido las emisiones en un 25% desde 2015, en comparación con un aumento del 3,4% en las emisiones globales de la energía y la industria. 

Las empresas con objetivos basados en la ciencia han reducido las emisiones en un 25% desde 2015

Los altos índices de temperatura que se observan en países como Canadá y Estados Unidos se deben en gran medida a que las empresas carecen por completo de objetivos, no a que estos carezcan de ambición. En Canadá, menos de la mitad (43%) de todas las emisiones declaradas están cubiertas por un objetivo, en comparación con Francia y Alemania, donde más del 90% de las emisiones reportadas provienen de empresas con objetivos declarados. 

Cabe recordar que el acuerdo climático de París tiene como objetivo limitar el calentamiento global a 1,5 °C, una meta que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, debe cumplirse para evitar impactos aún más catastróficos del cambio climático. Según el organismo, la diferencia entre 1,5° C y 2° C, por ejemplo, incluye un aumento de 10 veces en la probabilidad de veranos árticos sin hielo, un aumento de 2,6 veces en el número de personas expuestas a eventos de calor extremo, y el doble de impacto en las pesquerías marinas y los rendimientos de los cultivos.

Según Lauren Babikian, Director Global de Mercados de Capitales de CDP, «el motor más importante para reducir rápidamente las emisiones en línea con el acuerdo de París es el establecimiento de objetivos ambiciosos. No es aceptable para ningún país, y menos aún para las economías más avanzadas del mundo, que las industrias muestren tan poca ambición colectiva. Armados con esta información, los gobiernos, los reguladores, los inversores y el público deben exigir más a las empresas de alto impacto sin objetivos climáticos. El impulso está creciendo, pero a medida que nos acercamos a la COP27, debemos mantener al alcance nuestro objetivo de 1,5 °C. Las empresas de alto impacto, así como sus inversores y prestamistas, deben establecer y cumplir inmediatamente objetivos con planes de transición creíbles que nos permitan alcanzar esta meta».

Algo similar plantea también James Davis, Socio de Servicios Financieros de Oliver Wyman: «El análisis destaca las grandes diferencias en cuanto a la ambición y la voluntad de las empresas de tomar la delantera con sus objetivos, así como la urgente necesidad de difundir más y más rápidamente las mejores prácticas si queremos tener una oportunidad de reducir las emisiones y alcanzar los 1,5 °C, un objetivo cuya importancia se ha hecho incluso más evidente durante el clima extremo visto recientemente. Políticas gubernamentales que apoyen este objetivo son cruciales, al igual que la resolución de los retos estructurales en algunos sectores y regiones. A medida que el sistema financiero se compromete con el objetivo net zero y trata de dirigir el capital hacia los pioneros de la economía baja en carbono, habrá un creciente escrutinio de las emisiones, los objetivos y los planes de transición de las empresas, respaldado por el avance hacia la divulgación obligatoria en muchas jurisdicciones clave».

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