Siglo XXI

Esos oscuros intelectuales

Diseccionamos la Intellectual Dark Web, ese refugio virtual en el que intelectuales estadounidenses expulsados de la conversación ‘mainstream’ expresaban libremente sus ideas (sin acusaciones ni condenas) y que ahora vive inactivo.

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11
mayo
2021

¿Qué haces cuando eres un académico o autor de prestigio y el establishment te censura porque tus ideas se salen de lo políticamente correcto y lo moralmente admisible? Para algunos la respuesta está clara: montar tu propio anfiteatro para poder expresarte libremente. Eso es justo lo que pensaron un grupo de escolares, investigadores, escritores y presentadores estadounidenses cuando, cansados de verse tachados por la clase dirigente y excluidos de la sociedad educada, fundaron la Intellectual Dark Web (IDW), un espacio donde poder seguir expresando y debatiendo sus ideas sin reproches ni condenas.

La IDW es un grupo heterogéneo donde unos son demócratas y otros republicanos, unos más liberales y otros más conservadores, unos se van al extremo izquierdo con Bernie Sanders –ahora Joe Biden– y otros al derecho con Donald Trump. Y este es, precisamente, el aspecto que más descoloca a la opinión pública, que no sabe cómo etiquetarles. Pero, ideologías aparte, todos sus miembros comulgan con un mismo credo: la libertad de pensamiento y expresión por encima de todo, siempre de forma educada. Como explican en su web, aun siendo distintos, comparten dos premisas. Una, que pueden «pensar radicalmente opuesto sobre algo, pero hablar de manera civilizada sobre el tema», –sea cual sea, desde religión hasta filosofía, pasando por el aborto, la inmigración o la economía–. Y, dos, que son «intelectualmente honestos», lo que significa que son fieles a sus más férreas convicciones y las expresan sin preocuparles si quedan dentro o fuera del marco de lo política y éticamente aceptado.

La IDW empezó a fraguarse durante la campaña a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016

De hecho, la cabecera de la página de Dave Rubin –uno de los altavoces de la IDW y toda una personalidad en YouTube, con más de 1.5 millones de seguidores– reza: «Libertad de expresión. Conversación honesta». ¿Mentiras? ¿Verdades a medias? ¿Evidencias incómodas? ¿Perogrulladas? Herejes peligrosos para muchos, para otros son unos iluminados con el coraje de decir lo que más de uno piensa y algunos, además, hasta niegan en público. Sea como fuere, no se puede obviar que son personajes cultos y formados, con carreras profesionales de peso a sus espaldas y con un gran interés por hacerse oír. Y lo consiguen, porque cuentan con un buen número de seguidores, y sus ideas siguen causando revuelo. Para bien o para mal.

La IDW empezó a fraguarse durante la campaña a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 (aquellas que llevaron a Trump a la Casa Blanca), en el garaje de Rubin como una reunión de colegas con ideas distintas que debatían asuntos de calado como la libertad de expresión, política, creencias. Pero fue dos años después cuando Eric Weinstein, matemático y director general de Thiel Capital (la compañía de inversión de Peter Thiel, fundador de PayPal) acuñó el término en un episodio del podcast de Sam Harris, neurocientífico de la Universidad de Standford (California), filósofo, autor y miembro del clan. Uno de los primeros reportajes que les catapultó a la fama fue el especial Meet the Renegades of the Intellectual Dark Web, publicado por el New York Times en mayo de 2018.

Se describen como «intelectualmente honestos», es decir, fieles a sus más férreas convicciones que expresan sin preocuparse

Cuenta Weinstein que cuando lo dijo por primera vez en alto no tenía intención de etiquetar a este grupo; pero el nombre gustó, fue acogido con agrado y se quedó para siempre. Hablar de forma íntegra y clara sobre asuntos que consideran de vital importancia es el principal objetivo de estos intelectuales incomprendidos que, al verse excluidos de los círculos académicos en los que solían moverse y vetados por los clásicos medios de comunicación, decidieron formar su propia cuadrilla.

Entre los miembros de esta red de librepensadores –así se denominan—, destacan también Bret Weisntein, hermano de Eric y biólogo; Jordan Peterson, psicólogo clínico y profesor de la Universidad de Toronto; Ben Shapiro, comentador político cuyo programa tiene más de tres millones de suscriptores en YouTube; Joe Rogan, un peso pesado del mismo canal online con más de 10 millones de seguidores; Douglas Murray, autor y comentador político; Steven Pinker, psicólogo cognitivo, lingüista y autor, o Alex Jones, locutor de radio y uno de los defensores de extrema derecha más radicales y conspiradores. Es por personajes como este último que se les asocia con la derecha alternativa o alt-right, en inglés, ese movimiento de extrema derecha que defiende el supremacismo blanco y que tanto auge está cogiendo no solo en Estados Unidos, sino también en Europa.

Aunque a día de hoy el grupo «no ha desaparecido», parece que IDW «no está activo», tal y como reconocía recientemente Bret Weinstein. Tampoco Rubin tiene claro si están tomándose un respiro y volverán a juntarse, o si terminarán desapareciendo para siempre. En cualquier caso, de momento, siguen dando de qué hablar.

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