El laboratorio que protege la salud de las personas (y la del planeta)

Si algo ha calado en el imaginario colectivo desde la llegada de la pandemia, es la revelación de nuestra propia fragilidad como humanos y el gran potencial de la investigación científica para ayudarnos a sortear los grandes –y globales– retos que todavía enfrentamos. Si bien la lucha contra al covid-19 –y otras muchas enfermedades– todavía sigue presente, en los últimos años han quedado patentes los graves riesgos de la que probablemente sea la mayor amenaza que enfrenta la humanidad actualmente: el cambio climático. Conscientes de esta realidad y con la firme vocación de mejorar la salud de las personas y sus entornos, el laboratorio farmacéutico internacional Ferrer, con sede en Barcelona, ha llevado a cabo una profunda transformación para convertirse en la primera compañía farmacéutica B Corp del país. Un certificado internacional que reconoce los más altos estándares de la compañía en términos de desempeño social y ambiental, transparencia y responsabilidad en todos los territorios donde tiene presencia directa.

Rovirosa: «Toda nuestra estrategia gira alrededor de las personas y del desarrollo de su talento, la protección del planeta y la lucha por una sociedad más justa y equitativa»

«Ser una empresa B Corp es la culminación de un proceso que empezó hace muchos años, cuando el Presidente y propietario de Ferrer, Sergi Ferrer-Salat, sentó las bases de cómo quería que fuera la compañía. Toda nuestra estrategia gira alrededor de las personas y del desarrollo de su talento, la protección del planeta y la lucha por tener una sociedad más justa y equitativa», señala Mario Rovirosa, CEO de Ferrer. 

El proceso ha durado 2 años y ha ayudado a transformar la compañía por completo a través de la implementación de más de 50 proyectos transversales a nivel global. De entre todos ellos, la organización sin ánimo de lucro B Lab Spain –la encargada de entregar el certificado– ha valorado muy positivamente la implementación de una estrategia global para encontrar soluciones terapéuticas innovadoras capaces de transformar la vida de los pacientes que padecen enfermedades graves y debilitantes. Un enfoque holístico que se refleja en la modificación de sus propios estatutos sociales para asegurar que la toma de decisiones tenga en cuenta el impacto social y medioambiental o la elaboración de un código ético interno y para terceros. Tal ha sido el esfuerzo transformador que Ferrer ha logrado entrar en el reducido grupo del 25% de compañías B Corp que han superado los 100 puntos en todo el mundo.

En el ámbito de personas, han destacado programas de desarrollo del talento, autoliderazgo y gestión de equipos o el feedback continuo, entre otros. Además, en el ámbito social y ambiental, se han valorado iniciativas como la celebración de las primeras jornadas de voluntariado corporativo, la donación del 50% de los beneficios netos obtenidos en los últimos dos años a diferentes proyectos sociales a través de las Fundaciones, el lanzamiento de una Política de Compras Sostenibles, la definición de la Estrategia Climática 2030 para reducir las emisiones en un 46% y el diseño de un modelo de packaging sostenible para mitigar el impacto ambiental de los productos.

Ferrer se suma así a una comunidad de más de 4.500 empresas en todo el mundo que están contribuyendo a redefinir el sentido del éxito empresarial. Un éxito que se mide no sólo por los beneficios económicos, sino también por el bienestar de las personas, las comunidades y el planeta. La misión empresarial ya no reside únicamente en ubicarse entre las mejores compañías del mundo, sino, sobre todo, entre las mejores para el mundo.