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Reciclar, reutilizar y rellenar: la solución de P&G contra los residuos plásticos

La multinacional Procter and Gamble plantea, en un encuentro con activistas y ONG, cómo combatir el cambio climático, la contaminación y la escasez de recursos.

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Clover Hogan apenas ha cumplido los 21 años, pero esa etapa inicial de la vida en la que a muchos jóvenes apenas les da tiempo para plantearse qué quieren ser de mayores, a ella le ha dado para mucho: se ha graduado en la Green School de Indonesia, ha trabajado con el fundador de Impossible Foods, ha dirigido campañas de marketing para Leaders ‘Quest en Londres y ha asesorado a empresas en la consultora ecologista Volans. Todo lo que ha hecho desde que se puso a estudiar, ha estado enfocado en que el sector empresarial sepa cómo aportar, más allá de sus accionistas, a una sociedad que enfrenta, posiblemente, los retos más importantes del milenio.

En 2019 fundó Force of Nature, una organización dedicada a movilizar a la generación emergente de nuevos líderes. O dicho llanamente: a empoderar a jóvenes como ella, por lo general mucho más comprometidos que el resto de la sociedad con el futuro de nuestro planeta.

«Estamos saliendo de este sistema que hemos heredado, basado en el crecimiento. Los científicos nos dicen que solo nos quedan 10 años de margen antes de un desastre climático sin retorno. No podemos seguir, por tanto, otra década más pensando solo en crecer, hay que tomar cartas en el asunto». Esta frase de la joven activista resume perfectamente el momento actual, y el sentir general de una generación entera que está a punto de tomar las riendas de la sociedad; y la soltó con absoluta naturalidad durante el encuentro ‘online’ The Window to Act is Now. Es significativo que esta cita la organizara Procter & Gamble (P&G), una de las multinacionales de bienes de consumo más grandes del mundo, presente en más de 70 países, que vende sus productos a 5.000 millones de personas y cuenta con casi 100.000 empleados. Y es que, la industria es una parte ineludible de la solución.

En el encuentro, que se realizó a través de una plataforma de la agencia Reuters dedicada a los negocios responsables, participaron otros miembros como Erin Simon, jefa de Negocio y Residuos Plásticos de la ONG internacional WWF, y Tom Szaky, CEO y fundador de TerraCycle, una organización global dedicada al reciclaje de materiales de difícil tratamiento.

Las principales marcas de belleza de Procter and Gamble lanzarán una botella reutilizable de aluminio

Un gran poder, una gran responsabilidad

«El desafío medioambiental es tan grande, que ninguna acción a nivel individual será suficiente», afirmó durante el acto Virginie Helias, directora de Sostenibilidad de P&G. La multinacional decidió hace unos años dar un paso firme de la mera declaración de buenas intenciones a los hechos tangibles. Se han marcado el objetivo de ser neutrales en carbono todo el mundo para 2030. Y su área de belleza, P&G Beauty, ya tiene un plan en marcha para reducir el uso de plástico virgen en sus productos (que llegan a 200 millones de hogares en todo el mundo) en un 50% el año que viene.

Uno de los pilares de esta estrategia se basa en un objeto muy sencillo: una botella de aluminio. Pero detrás, esconde una enorme complejidad, la de conseguir que millones de personas en todo el mundo se habitúen a rellenar su bote de champú cada vez que se les gaste, en lugar de tirarlo a la basura e ir al hipermercado a comprar otro. «A partir de 2021, cientos de millones de usuarios habituales de H&S, Pantene, Herbal Essences y Aussie tendrán más fácil que nunca reciclar, reducir, reutilizar y rellenar», explica Artur Litarowicz, vicepresidente senior de P&G y director general de Hair Care Europa. Se trata, por tanto, de  una nueva botella reutilizable y recambios en pequeñas bolsas reciclables, fabricadas con un 60% menos de plástico en comparación con un bote de champú estándar. «Cada año llegan al mar ocho millones de toneladas de residuos plásticos, y no podemos quedarnos de brazos cruzados frente a algo así», intervino Helias, «por eso trabajamos en soluciones para que ningún embalaje de P&G llegue al océano».

Un planeta al límite

Una vez más, la respaldan los hechos: P&G fue la primera gran compañía en unirse a la plataforma Loop de comercio electrónico impulsada por TerraCycle, basada en la economía circular en cuanto a fabricación, consumo, recogida, reciclado y reutilización de los envases. «Con Loop no solo pretendemos participar de un sistema de reciclado eficaz. Sino impulsar un verdadero movimiento a nivel mundial de economía circular, en el que participen todos», recalca Helias.

Iniciativas necesarias, más aún cuando mitigan la huella de carbono que dejan los cientos de millones de consumidores de P&G, y urgentes, a la vista de los últimos datos: «En WWF ya disponemos de pruebas científicas de que la actividad humana insostenible está llevando al límite el sistema natural», expuso durante el encuentro Erin Simon. «Estamos sobreutilizando la capacidad de la Tierra en un 56%. La cantidad de residuos plásticos se puede triplicar para 2040. La clave está en cómo evitar que el crecimiento económico no dependa de esquilmar el planeta».

La portavoz de WWF apuntó, no obstante: «Eliminar el plástico no es la solución, porque en gran parte permite que no utilicemos otros muchos recursos y materiales. Sino dejar de utilizarlo de una forma tan masiva y reciclarlo, y ser capaces de utilizar materiales más sostenibles en un tasa que la tierra pueda reabastecerse». Y zanjó: «Todo el mundo tiene que ser parte en esto, también las grandes empresas como P&G. Tienen la responsabilidad de innovar para generar menos desperdicios».

Responsabilidad individual, acción conjunta

En este sentido, Artur Litarowicz apuntaba: «Es bueno que empresas que son nuestra competencia, como L’Oréal y Unilever, también estén aportando soluciones. Porque esto es un trabajo de equipo. No basta con lo que hagamos cada compañía de manera individual si no sumamos esfuerzos. El reto que tenemos por delante con el planeta es tan grande, que es cosa de todos». Su colega Helias añadió: «Los gobiernos también tienen una responsabilidad en el Green Deal adoptado por Europa: deben plantear incentivos a la innovación, para facilitar que las empresas podamos encontrar soluciones que lleven a la no generación de residuos, en las que también jueguen un papel importante los consumidores, a los que debemos darles todas las facilidades posibles, como el rellenado de nuestra nueva botella de aluminio».

Una fórmula que afronta la solución «de raíz», como opinó Tom Szaky, de TerraCycle: «Creo que tenemos que tratar el tema de los desperdicios con urgencia, y no hay una varita mágica, sino muchas soluciones que debemos poner en marcha con un mismo objetivo: hay que usar todo el material reciclable que podamos. Y que sea algo accesible a la mayor parte posible de la población de todo el mundo».

La iniciativa de P&G va en línea con una tendencia imparable: la reducción de envases, no solo en tamaño, sino en número. Y es algo que demuestran voces como la de Clover Hogan, que reflejan el activismo necesario de quienes están a punto de heredar el planeta: «Mucha gente joven no confía en las empresas. Estamos hartos de informes llenos de promesas vacías con programas a futuro, que no requieren un cambio inmediato. Reacciones como la de P&G son necesarias, porque coinciden con los consumidores jóvenes: consumidores preocupados por el cambio climático».

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