Sociedad

La bicicleta, una aliada de la recuperación

En la nueva normalidad la bicicleta se abre paso como un tipo de movilidad seguro y sostenible. También se alza como una aliada en la crisis sanitaria y la climática.

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26
junio
2020

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Durante las primeras horas -luego días e incluso semanas- del estado de alarma, la incertidumbre se apoderó de nuestros cuerpos, bloqueados y con dudas incluso sobre si se podía o no utilizar la bicicleta como medio de transporte. La Abogacía del Estado no tardó en aclarar que «la voluntad del legislador es que aquellas actividades para las que se permite la circulación de personas durante la vigencia del estado de alarma se realicen en todo caso “individualmente”, ya se haga la circulación andando, corriendo, en bicicleta o en cualquier otro vehículo».

A título personal, no puedo dejar de pensar en la bicicleta. ¿Tendrá algo que aportar a esta crisis? Nos permite mantener la  distancia interpersonal de seguridad, amplía la capacidad de las vías para evitar aglomeraciones, cede el reducido espacio en los transportes públicos colectivos a personas de riesgo, mejora el estado físico y mental, contribuye a mantener los bajos índices de contaminación ambiental y acústica conseguidos durante la pandemia, sirve para llevar productos de primera necesidad directamente a los hogares, nos genera felicidad… Tras estas reflexiones se despejaron las dudas: la bicicleta es una gran aliada en la crisis sanitaria, forma parte de la solución en la crisis climática y tiene un gran potencial para contribuir a solventar otras crisis sociales y económicas. Algunas personas y administraciones están dispuestas a escuchar los beneficios que aporta este tipo de movilidad, pero ahora es tiempo de transformar las palabras en acciones. Afortunadamente, parte de la población ya se ha hecho cómplice del Grupo de Liberación de Bicicletas de Garaje, Trastero y Balcón para que estas puedan tomar las calles y recuperar su libertad.

No obstante, durante meses, las administraciones públicas se quedaron bloqueadas y paralizaron sus políticas ciclistas. El ejemplo más claro fue el cierre de los servicios públicos de bicicleta. Ahora, algunas administraciones han arrancado de forma tímida con recomendaciones, proponiendo pequeñas intervenciones o mezclando medidas destinadas a la movilidad con aquellas destinadas al ocio en bicicleta.

«Deberíamos empezar por construir una cultura ciclista diversa con la que se pueda identificar toda la población»

A la comunidad ciclista nos queda mucho que explicar sobre nuestras necesidades… ¿Por dónde empezamos? Desde mi punto de vista, podríamos empezar por construir una cultura ciclista diversa con la que se pueda identificar la mayor parte de la población. También es necesario construir alianzas políticas, técnicas y sociales que doten de recursos económicos a las acciones.

A partir de ahí deberían empezar las transformaciones reales para lograr una redistribución más equitativa del espacio público que ampliase los espacios peatonales, las vías ciclistas, los espacios verdes y, en general, redujese las velocidades permitidas. Todas estas medidas deberían estar reforzadas por una actualización normativa que se adapte al siglo XXI y, solo así, se podría dar un cambio real en nuestros hábitos.

Parece que la demanda social es ahora más amplia que nunca y que la voluntad política -encabezada por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana- es firme. Sin embargo, en seis meses o en un año deberíamos evaluar si las políticas públicas ciclistas han transformado o no la experiencia de las personas que usan las bicicletas.  Entonces habría que valorar si los ciclistas tenemos acceso a más infraestructura como redes de vías y aparcamientos; si se ha diversificado el perfil de ciclistas y los usos de la bicicletas, y van más allá del varón de mediana edad que la usa como práctica deportiva; si la legislación ha regulado la reducción generalizada de velocidades urbanas, y ha habido inversiones en desarrollo y mantenimiento de infraestructura.

Mientras tanto, si no lo has hecho todavía, siempre puedes probar a incorporar la bicicleta a uno de tus desplazamientos; si ya lo haces, prueba algo nuevo como disfrutar de un atardecer o pasear en bicicleta.


*Laura Vergara es coordinadora general de ConBici.

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