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«Debemos cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible en bloque»

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30
octubre
2018

La industria a menudo se ha visto, por parte de algunos sectores de la sociedad, como una de las grandes causantes del desastre climático en el que nos encontramos. Tiene cierta lógica esta percepción: los datos que se van recopilando sobre calentamiento global, la contaminación y la desaparición de la biodiversidad, tienen su punto de partida en la Revolución Industrial. Fue el inicio de la modernidad, y sin duda trajo muchas cosas buenas, pero también fue cuando empezamos a arrinconar al medio ambiente, y a ciertos derechos sociales, en aras de la productividad total. No extraña que, como reacción, hoy esté en boca de todos el adjetivo «sostenible» para definir el comportamiento que les exigen a las empresas los ciudadanos en general y, últimamente, los accionistas en particular.

En la situación in extremis de hoy en día, con el calentamiento global asimilado y la firma de compromisos internacionales cuyas apretadas fechas difícilmente se podrán cumplir ya, el sector empresarial recula y, cada vez en mayor medida, toma la iniciativa; a veces, con acciones conjuntas: cincuenta de las mayores empresas del mundo, agrupadas en la Alianza de Primeros Ejecutivos por el Clima, acaban de redactar una carta abierta en la que invitan a los dirigentes mundiales a ser más ambiciosos en la lucha contra el calentamiento global, y establecen las líneas de trabajo para acelerar la transformación.

Estas declaraciones de intenciones son siempre bienvenidas, pero más aún los hechos. Es es el caso de Jordi Sevilla, presidente de Red Eléctrica, que suma a la compañía al «pelotón de cabeza del IBEX 35» en compromisos sostenibles, puesto que acaba de anunciar la creación una comisión de sostenibilidad dedicada ex profeso a cumplir criterios medioambientales en todas sus estrategias. Y en el apartado social, por primera vez, los trabajadores tendrán voz en la comisión de nombramientos y retribuciones del consejo de administración, una medida que es una rara avis en empresas españolas, si bien en Suecia, Noruega o Dinamarca hace tiempo que se les dio a los empleados un nivel de representación similar.

«Los trabajadores tendrán una comunicación directa con el consejo de administración»

Precisamente, Sevilla se basó en la experiencia de los países nórdicos para dar ese paso. «Es una apuesta muy potente, del máximo órgano de gobierno y representación de Red Eléctrica», explica, y añade: «Envía el mensaje a los trabajadores, los accionistas, al regulador, al conjunto de stakeholders, y a la ciudadanía, de que nos interesa ser creíbles como empresa cuando nos comprometemos a realizar las mejores prácticas referentes a la sostenibilidad, y a que los trabajadores estén adecuadamente relacionados con el consejo de administración en todas aquellos asuntos que les conciernen, y que tienen que ver con diversidad, con el seguimiento de las brechas salariales o el clima laboral».

Cuando el nuevo presidente de Red Eléctrica tomó posesión de su cargo hace unos meses, tenía claro su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. «Como empresa energética estamos especialmente comprometidos con la transición ecológica, con hacer posible que el sector eléctrico reduzca sustancialmente sus emisiones de CO2, pero como gran compañía estamos igualmente comprometidos con los otros objetivos de la Agenda 2030». Y apunta: «Una de las ventajas de que Naciones Unidas concretara en 17 objetivos y algo más de cien programas y proyectos detallados el compromiso de sostenibilidad, esto es, de que sintetizara, es que lanza el mensaje de que todas son importantes. Hay que abordarlo con un planteamiento global, que es como lo hacemos, como empresa, en nuestros informes de sostenibilidad. Y con este baremo estamos siendo auditados desde hace años por agentes externos. No me atrevería a decir que hacemos más hincapié en la lucha contra la pobreza que en la lucha contra el cambio climático. Porque ambas son luchas necesarias y urgentes. Hay que abordarlo todo».

Sevilla concluye: «Hay que ver los objetivos de Naciones Unidas  como un bloque, y como tal hay que trabajarlo, porque el impacto es global, y el aire que puedas tapar cumpliendo algún objetivo se puede escapar por otro. Hablamos de un solo gran objetivo, en definitiva, y está en nuestra mano cumplirlo en su totalidad, en los plazos marcados. La creación de la comisión de sostenibilidad y la representación y apertura de una vía de comunicación directa de los trabajadores con el consejo de administración, son dos pasos claros en este sentido».

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