Sociedad
9 consejos para no desperdiciar alimentos
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Tirar a la basura comida que se ha puesto mala es un hábito generalizado en los hogares. Al menos, eso revelan las cifras: según la FAO, cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos, un tercio de la producción mundial. Si nos centramos en la Unión Europea, según un estudio de Residuo Cero Europa y Amigos de la Tierra para la Coalición Rethink Plastic, se despilfarra alrededor de 88 millones de toneladas cada año. O, lo que es lo mismo, los europeos producen 70 kilos de residuos alimentarios domésticos per cápita.
El quinto libro de la colección El estado del planeta –elaborada por la FAO y el diario ‘El País’, dedicado a la nutrición– indica que en los países desarrollados el mayor desperdicio de alimentos ocurre durante la distribución y en el último eslabón de la cadena, el consumidor. Es decir, compramos más de lo que necesitamos. En un planeta en el que 815 millones de personas pasan hambre, según el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, frenar el despilfarro de alimentos debe ser una prioridad global.
Al año se desperdicia un tercio de la producción mundial de alimentos
Por este motivo, el restaurante Los Montes de Galicia ha elaborado una lista de consejos para poner fin a este triste hábito, basándose en su experiencia en el tratamiento diario de grandes cantidades de comida:
- Elaborar una lista con las comidas de toda la semana para, posteriormente, revisar cuáles son los ingredientes que uno tiene en su cocina y cuáles no, e ir al supermercado a comprar únicamente aquellos que hagan falta. De esta manera, se evita comprar por impulso «caprichos» que al cabo de un rato ya no apetecen y acaban malgastándose.
- Buscar alternativas para preparar los alimentos de manera distinta a la que se tenía prevista, pero igual de rica. Por ejemplo, con la fruta que esté un poco pasada se pueden hacer exquisitos zumos y batidos, compotas y mermeladas; con las verduras, sopas y caldos.
- Si sobra mucha comida ya preparada, se puede congelar o hacer escabeches para que no se ponga mala.
- Servir la cantidad justa en los platos, sin que estos rebosen. Siempre es mejor repetir a tener que tirar la comida que sobre en el plato.
- Existen alimentos como el pollo, que, una vez cocinados, se pueden reutilizar para hacer guisos o sopas. Lo mismo ocurre con las salsas o las sobras de un guiso de carne: se pueden triturar y convertir en el mejor acompañante de un plato de pasta. La imaginación es poder (y ahorro).
- Otra magnífica idea es sacarle rendimiento a uno de los platos más queridos: las croquetas. Todo el mundo conoce las de jamón o las de cocido, pero es un plato que admite cualquier tipo de sobra.
- Cuando se cocine arroz, lo mejor es refrigerarlo justo después de cocinarlo, para evitar que se multipliquen las bacterias al dejar las sobras demasiado tiempo a temperatura ambiente, y que acabemos tirándolo por miedo a que nos siente mal.
- Es mejor hacer la compra diaria, cada dos o tres días, o a la semana. Los productos frescos, como la carne y, desde luego, el pescado, no deben estar más de esos días en la nevera. Por lo que, si se compra cada siete días, habrá que terminar tirando comida. Es matemática pura.
- El chocolate y los yogures pueden durar mucho tiempo. No hay porque tirarlos si la fecha de caducidad está pasada unos días. Recuerda, con este tipo de alimentos se trata de consumo preferente.
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