Cambio Climático

Una carrera (bancaria) contra el cambio climático

BBVA celebra la primera edición del Sustainable Finance Forum, una cita para debatir el papel que juegan entidades públicas y privadas en el camino hacia un mundo más sostenible.

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09
mayo
2018

Las hojas del calendario no paran de caer y el tiempo apremia. Fechas como 2020 o 2030, que parecían –o aún parecen– lejanas, cada vez están más cerca y aún queda mucho trabajo por hacer. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible o el Acuerdo de París son solamente algunos de los documentos a través de los que se persigue lograr un acuerdo global: frenar el cambio climático. Este miércoles, Madrid ha acogido la primera edición del BBVA Sustainable Finance Forum, una jornada que reúne a los principales  inversores, empresarios, políticos y representantes instituciones del sector público y privado para debatir sobre la importancia de la economía y las finanzas en la lucha contra el calentamiento global, así como el papel que juega la inversión en la implantación de la sostenibilidad en el mundo empresarial.

El presidente de la entidad bancaria, Francisco González, fue el encargado de abrir la jornada, remarcando el sentido de urgencia de actuar contra el cambio climático, pero también el sentido «de oportunidad» que deben aprovechar las entidades y las instituciones a todos los niveles. González, citando la conocida frase de Ban Ki Moon –«somos la primera generación que podemos erradicar la pobreza y la última generación que puede realizar pasos decisivos para evitar los peores impactos del cambio climático»–, ha querido incidir en el papel de los bancos como agentes de cambio, redefiniendo sus propósitos y orientándolos a crear «un impacto positivo en la vida de las personas».

Francisco González: «Tenemos que causar un impacto positivo en la vida de las personas»

En ese sentido, González ha remarcado los trabajos del banco que preside para lograr los desafíos marcados en la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los acuerdos climáticos alcanzados en la cumbre de París, que han generado una «enorme oportunidad de mercado» para la banca –se estima que en 2030, un mercado de 12 billones de dólares requerirá una inversión anual de entre 5 y 7 billones de dólares, de los que un 70% se concentrará en mercados emergentes–. Las medidas adoptadas por la entidad se encuentran recogidas en el Compromiso 2025, que recoge la estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible de BBVA, basada en objetivos para involucrar a todos los sectores sociales, gestionar la sostenibilidad energética y la transición a las renovables y financiar los 100.000 millones de euros movilizados para financiación sostenible. En este último punto, destaca la emisión de un marco de emisión de bonos sostenibles alineados con los ODS y destinados a financiar proyectos verdes.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha destacado durante el evento el papel de los bancos españoles «que se encuentran a la vanguardia de Europa para participar en los grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad». Entre esos retos tecnológicos, demográficos, medioambientales y democráticos, ha destacado el papel de España como líder en puntos «como la implantación de fibra y 5G o en economía digital, con más peso en el PIB que en países como Francia o Alemania».

«Nos enfrentamos a un reto medioambiental en la lucha contra el cambio climático, de efectos irreversibles. Eso necesita la acción coordinada de todos, respaldada por compromisos políticos al más alto nivel», ha afirmado la vicepresidenta en su intervención, en la que también ha mencionado los problemas relacionados con el aumento de la población en diferentes zonas del globo y los cambios demográficos de España esperados en los próximos años. Entre los compromisos gubernamentales en la lucha climática, Sáenz de Santamaría ha abogado porque la Unión Europea «refuerce» su papel de liderazgo en tema medioambiental, sobre todo tras la salida de EEUU de acuerdos internacionales como el de París. «España está comprometida con el medio ambiente y estamos cumpliendo los objetivos, incluso de manera más ambiciosa que los propios acuerdos. Cumplimos lo requerido por el protocolo de Kioto en 2016 y hoy mismo vamos un 10% por delante de lo que marcan los compromisos de la Unión Europea», ha afirmado la vicepresidenta, que no ha olvidado mencionar uno de los puntos fundamentales en la agenda española de políticas medioambientales: poner en marcha la Ley de Cambio Climático, cuyo borrador se someterá «en breve» a audiencia pública tras la búsqueda de consenso entre decenas de colectivo.

Soraya Sáenz de Santamaría: «España está cumpliendo los objetivos de la Unión Europea de manera más ambiciosa que los propios acuerdos»

Además de incidir en el papel de las entidades bancarias para la transición hacia una economía más verde y recordar que España es el quinto país en emisión de bonos verdes, la vicepresidenta del Gobierno ha incidido en los «retos democráticos» de la gestión de la inestabilidad. «La Unión Europea tiene que defender modelos democráticos basados en principios y valores frente a la disgregación y el populismo, que da respuesta fácil a preguntas complejas. Se necesitan foros para profundizar en la complejidad del mundo presente, ya que sin una sociedad abierta, transparente y capaz de comunicar, no se podrá avanzar en el resto de retos que pesan y mucho en nuestras agendas», ha sentenciado Sáenz de Santamaría.

Sostenibilidad, clave para una industria nueva

¿Por qué las compañías integran el cambio climático en sus estrategias? A esa pregunta pretendía responder el primer panel de la jornada, moderado por José Manuel González-Páramo, miembro del Consejo de Administración de BBVA. En él han participado Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola; Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol; e Isabelle Mateos y Lago, directora de estrategia Multi-Asset de Blackrock. «El statu quo no es una opción: no podemos quedarnos quietos. Tenemos que cambiar nuestros hábitos, nuestra forma de producir y consumir», afirmaba González-Páramo al inicio del debate, centrado en el reto colectivo de la transformación de la industria hacia estándares más sostenibles que permitan luchar contra el cambio climático y que produzcan un cambio «cultural y estratégico» en todos los sectores.

Ignacio Sánchez Galán: «Necesitamos una acción coordinada entre empresas y gobiernos»

«El cambio climático es un problema de todos y por eso tenemos todos que poner nuestro granito de arena. Actualmente tenemos tecnología para transformar nuestra manera de producir de manera que sea más eficiente energéticamente», explicaba el presidente de Iberdrola, que destacaba el papel de la compañía como «líder mundial» en bonos verdes –en el ejercicio 2016-2017, por un valor de 8.000 millones– y el trabajo realizado para rebajar sus emisiones de CO2 hasta encontrarse un 70% por debajo de la media española. Sánchez Galán ha abogado por «acción coordinada entre empresas y gobiernos», alineada con la transparencia demandada por los bancos, para que «entre todos se consiga hacer cosas de manera razonable» en una economía más verde.

Josu Jon Imaz: «Somos parte del problema. El debate es si somos o no parte de la solución»

Por su parte, Josu Jon Imaz, ha querido huir del concepto de reverdización de la economía, pidiendo que se clasifique a las compañías por «si son o no emisoras de CO2 o no en lugar de por colores». El consejero delegado de Repsol ha incidido en la necesidad de «energías competitivas y baratas para generar energía para la industria y los hogares, ya que hoy 37% de hogares del mundo cocinan con maderas o residuos que generan enfermedades serias por falta de acceso a la energía». Imaz ha sido tajante en que las industrias como la suya son «parte del problema» y que el debate reside en ser o no parte de la solución. «Repsol ha optado por lo segundo, en beneficio de la sociedad y también en el nuestro propio, viendo el vector energético de la sostenibilidad. Somos una petrolera, pero el 67% de nuestra producción es gas natural. Hemos reducido 4,3 millones de toneladas de emisiones por año hasta tener el refino más sostenible», ha afirmado Imaz, que ha abogado por «reducir las emisiones de manera eficiente para que el mundo que vivimos lo puedan disfrutar también nuestros hijos, más allá de etiquetas de colores».

Isabelle Mateos y Lago: «Más que un ‘greenwashing’, hay que realizar estrategias limpias y transparentes»

Isabelle Mateos y Lago incidió en la democratización de las decisiones en todos los aspectos, y en los cambios que han llegado a todos los sectores de la población y de la economía. En ese sentido, la directora de estrategia Multi-Asset de Blackrock, remarcó el trabajo de las empresas y los bancos por gestionarse a sí mismos de manera sostenible en todos los aspectos con estrategias que «garanticen el crecimiento sostenible de las compañías», incluyendo la manera de integrar a sus empleados. «Necesitamos que la industria haga un esfuerzo para desarrollar estándares de transparencia y sostenibilidad», afirmó Mateos que abogó, más que por un total greenwashing, por «estrategias limpias» y transparentes.

Más transparencia, más confianza

«Nos encontramos en un punto de inflexión en el que se ha reflejado el rol de las instituciones financieras para integrar cuestiones sociales y ambientales e integrar a los grupos de interés», afirmaba Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA y moderador del segundo panel de debate. Bajo el título de Las finanzas sostenibles y la agenda global, en él han participado Simone Dettling, jefa de equipo bancario de United Nations Environment Finance Initivative;  José Manuel Marqués, responsable del la división de innovación financiera del Banco de España; y Wim Mijs, consejero delegado de la Federación Bancaria Europea, que han debatido sobre el papel de las grandes instituciones en el marco económico internacional.

Simone Dettling: «El sector financiero no puede abordar los cambios solo»

En su intervención inicial, el presidente de BBVA anunciaba que el banco forma parte de la nueva iniciativa promovida por el foro de finanzas sostenibles de Naciones Unidas (UNEP FI) para definir los Principios de Banca Responsable. Un proyecto colectivo que cuenta con las participación de 24 bancos de los 5 continentes en línea con los ya existentes Principios de Inversión Responsable y Principios de Seguros Sostenibles. Simone Dettling, como representante del organismo, ha remarcado el «esfuerzo clave para llevar el cambio climático a equipos que nunca habían trabajado en ello» y ha valorado el papel de las entidades bancarias para «marcar ese liderazgo y dar ejemplo» en el sector. Tras diez meses de trabajo, concluye que «el sector financiero no puede abordar estas cosas solo», y necesita recabar más información sobre los nuevos escenarios climáticos paras saber «cómo gestionar riesgos y oportunidades a largo plazo, no solo a corto y medio», haciendo especial hincapié en la «creatividad» para adaptar esos escenarios a la realidad bancaria.

José Manuel Marqués ha incidido en la necesidad de crear «herramientas y modos de gestionar su riesgo climático, como hipotecas verdes o incentivos para las PYMES» para que los inversores sean conscientes de la situación real. «La transición es complicada pero hay un objetivo claro. Las cosas tienen que estar restringidas a un mandato y unas directrices concretas», ha explicado el responsable del la división de innovación financiera del Banco de España, que ha incidido en la «importante capacidad analítica de los bancos centrales para conocer el crecimiento económico y las consecuencias acarreadas de no gestionar bien el cambio climático a medio plazo». «Hay que convencer que unos activos tienen distinto perfil de riesgo, y en esa tarea es importante una estandarización para que haya métricas indicadoras de riesgo. Debemos trabajar en distintos escenarios, con la colaboración de distintos sectores y autoridades», concluye Marqués.

José Manuel Marqués: «Debemos crear herramientas para gestionar el riesgo climático»

«Una de las pocas cosas buenas de la crisis es el conflicto banca y sociedad, que ha obligado a replantearse el papel de las entidades en ella y ha concluido que tienen que acercarse», afirmaba el consejero delegado de la Federación Bancaria Europea, Wim Mijs. «Las finanzas sostenibles son una prioridad fundamental, ya que el 80% de la inversión es bancaria. Si queremos cumplir con estos objetivos y financiar la transformación de las economías, tenemos que ser creativos, y que las normativas se adapten, mientras los marcos regulatorios se adapten garantizando estabilidad. pero siendo flexibles a la realidad social, sin impedir avanzar a los bancos», explicaba Mijs.

Wim Mijs: «La crisis ha obligado a replantearse el papel de las entidades bancarias en la sociedad»

«Es un momento apasionante para el sector bancario porque supone reinventar la banca. La disponibilidad de tecnología tendrá impacto enorme para responder a los desafíos, habrá mucha regulación, pero los bancos tendrán que transformarse hacia bancos más digitales que demanda el cliente. En tres años tendremos un entorno muy interesante. Los bancos que no han espabilado tendrán un problema, pero esperemos que no arrastren a más. Esto es una maratón», concluía el consejero delegado de la FBE, mientras Simone Dettling añadía que también tiene un componente de sprint. «En 2020 nuestras emisiones tienen que alcanzar un máximo para tener posibilidades de evitar el cambio climático. Tiene que haber cambios radicales y fundamentales. Los millenials somos una generación frustrada en cierto sentido porque vamos a sufrir consecuencias del cambio climático pero no tenemos suficiente poder para que se tomen decisiones importantes para frenarlos. Hace falta velocidad no solo resistencia», concluía.

Maratón o sprint, ya hay entidades y autoridades que se han puesto las zapatillas de correr, se han atado los cordones y están dispuestas a emprender la carrera contrarreloj contra el cambio climático. Ahora solo falta esperar que lleguen a tiempo.

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