Opinión

«Innovación social es ir más allá de lo puramente económico»

José Luis Perelli y Cristina Garmendia repasan la evolución económica de España en los últimos años y el papel clave que juegan los emprendedores en el desarrollo de nuestro país.

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01
marzo
2016

Cristina Garmendia (San Sebastián, 21 de febrero de 1962) es doctora en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid y empresaria. En abril de 2008 fue nombrada ministra de Ciencia, cargo que ejerció durante la novena legislatura, bajo el Gobierno del PSOE. Ha dirigido varias firmas especializadas en tecnología y actualmente, además de pertenecer a la junta directiva de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), preside la Fundación Cotec, entidad que impulsa la innovación en España.

España se ha convertido en la décima potencia científica mundial. ¿Cómo hemos conseguido esta escalada?

Es sin duda uno de los mayores éxitos de nuestra democracia. Hace poco más de tres décadas jugábamos un discreto papel en la escena global. Invertíamos menos del 0,5% del PIB en I+D con una participación muy baja (20%) de la industria. Hoy, a pesar de los retos pendientes y del retroceso que ha supuesto la crisis, nuestros números casi triplican aquellos ratios. La Ley de la Ciencia de 1986, primero, y la consecuente articulación de un sistema de I+D moderno sentaron las bases de este éxito colectivo.

¿Por qué no se percibe socialmente este ascenso en el terreno de la ciencia? ¿Es algo demasiado reciente?

Quizá no hemos sido capaces de trasladar bien a la ciudadanía este éxito. Es una situación que no nos favorece: nadie lamenta la pérdida de un bien que no sabe que posee. Ahora que los recortes han puesto en peligro el sistema, la contestación social no ha sido lo bastante contundente, a pesar de que esté en riesgo uno de nuestros principales activos.

¿Qué retos tenemos como país para lograr hacer de la sociedad española una sociedad más emprendedora?

Destacaría dos: mejorar la educación y construir nuevos modelos de financiación.

¿Qué papel debe jugar la colaboración público-privada a la hora de impulsar la innovación?

Un país innovador requiere de una colaboración público-privada sistemática y sistémica, desde la transparencia y con rendición de cuentas. Un sector público comprometido con la innovación es el gran motor de la transformación.

Hay un debate en España sobre si nuestros emprendedores innovan o copian. ¿En qué medida impulsan la innovación en nuestro país?

No se puede generalizar. Evidentemente no todo el emprendimiento es innovador, ni en España ni en ningún otro sitio, pero siempre hay que respetar y apoyar a quien se arriesga para crear riqueza y empleo.

Antes que política, has sido y eres una emprendedora que juega distintos papeles en el ecosistema del emprendimiento en España. ¿Cuáles son tus principales conclusiones sobre dicho ecosistema?

Es un sistema muy complejo y heterogéneo, con múltiples infraestructuras y agentes de apoyo. Es hora de analizar lo que funciona y lo que no funciona. Es algo que estará en la agenda de la Fundación Cotec para los próximos años.

La innovación tecnológica es clave para impulsar proyectos disruptivos, pero requiere inversión. ¿Cuáles son las claves para que un emprendedor atraiga financiación?

El equipo humano es la condición principal, rodearse de un equipo competente y comprometido. Esto debe ir acompañado de una adecuada protección de la propiedad industrial, visión de mercado y ambición internacional.

Emprender es arriesgar. ¿La mayor tolerancia al fracaso implica mayor conciencia a la hora de hacer negocios?

Tolerar el fracaso es sano en los negocios y en la vida. Y mejor aún que tolerarlo es eliminarlo del vocabulario: entender que no hay éxitos sin fracasos, que todo son experiencias, etapas de un mismo proceso.

Sin título

Los «millennials» representan la primera generación de nativos digitales. No aceptan trabajar o consumir en contra de su ética y saben que a través del emprendimiento se pueden solucionar problemas sociales. ¿Cómo percibes estos cambios?

La innovación social, entender que el valor de innovar va más allá de lo estrictamente económico es una actitud contagiosa. Muchos negocios tradicionales van a encontrar en la innovación social una oportunidad para reinventarse y competir. La generación que mencionas, sus valores, tiene mucho que ver en ello.

¿Qué opinas sobre la irrupción de la economía colaborativa? ¿Qué impacto puede tener en los procesos de innovación?

Es una tendencia interesante, que encaja muy bien con los principios de la economía circular. Si hay excedentes de espacio, tiempo y energía, tanto en los procesos como en los mercados, es normal que esos bienes se compartan. Solo falta encontrar la manera de regularla y gravarla adecuadamente.

Eres una mujer emprendedora. Has sido ministra. Eres también dirigente y consejera de distintas organizaciones, ejerciendo el liderazgo desde la sociedad civil y la empresa. ¿Cuál es tu valoración de la situación de la mujer en los ámbitos de la innovación y del emprendimiento en España?

Es evidente que hemos mejorado, pero aún estamos muy lejos de la paridad en muchos ámbitos. Por ejemplo, en el emprendimiento tecnológico. Hay que entender bien dónde están las barreras y actuar para derribarlas. A veces las más importantes están en las propias familias.

Una de las claves para construir una sociedad más emprendedora e innovadora es la educación, que es uno de los grandes retos como país. ¿Cómo debería ser, desde tu punto de vista, un sistema educativo que promueva una sociedad más innovadora?

En primer lugar, hay que educar en la innovación: incentivar la mente creativa y el espíritu crítico de los alumnos, de forma que desde edades tempranas reconozcan el valor del conocimiento que adquieren y desarrollen habilidades para aplicarlo en la solución de problemas y retos. Hoy el mundo es un sistema en constante cambio, la educación tiene que adaptarse a él, replanteándose la forma en la que se organiza, se enseña y se aprende. Por otro lado, hay que innovar en educación, aprovechando las oportunidades que ofrecen la aplicación de las nuevas tecnologías, las nuevas metodologías y los nuevos descubrimientos en el área de las neurociencias, que nos ayudarán a conocer mejor los procesos de aprendizaje. En Cotec estamos comprometidos con este doble reto, hemos creado este año una dirección específica de Educación para atenderlo.

Desde que eres presidenta de Cotec, la fundación de referencia en innovación en España, has acometido un importante proceso de renovación de la misma. ¿Cuáles son las claves del nuevo Cotec?

En primer lugar, hemos ampliado nuestro concepto de innovación. Nos gusta definirla como «todo cambio –no solo tecnológico– basado en el conocimiento –no solo científico– que genera valor –no solo económico–». Además, hemos impulsado un cambio de escala en nuestra relación con diferentes públicos, nos hemos abierto a nuevos formatos, canales, prioridades. En los últimos seis meses hemos cambiado muchas cosas en Cotec, empezando por nuestra forma de trabajar. Si trabajamos para convencer a la sociedad de que la innovación es cosa de todos, estamos obligados a predicar con el ejemplo, y eso es justo lo que estamos haciendo.

Puedes encontrar esta y otras entrevistas y reportajes en el número especial sobre emprendimiento elaborado por Ethic y la Fundación EY.

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