Innovación

La revolución silenciosa del coche eléctrico

Los grandes acontecimientos ocurren casi siempre en silencio, acallados por el ensordecedor ruido del día a día. La revolución de la movilidad eléctrica no iba a ser una excepción.

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10
febrero
2015

Los grandes acontecimientos ocurren casi siempre en silencio, acallados por el ensordecedor ruido del día a día. La revolución de la movilidad eléctrica no iba a ser una excepción.

En 1927, el escritor austriaco Steffan Zweig definía como momentos estelares de la humanidad a esos “instantes preñados de destino, en los que en un día, en una hora, o en un minuto se concentran decisiones perdurables que trascienden a la vida de un individuo”. El 13 de Septiembre de 2014 hubo de ser, sin duda, uno de esos instantes sublimes para el sector del transporte.

Michel Colinia, belga, a sus 79 años, se ponía por primera vez en su vida al volante de un coche 100% eléctrico con motivo del lanzamiento del primer Ozone Drive Electric Road Show, donde más de 200 personas pudieron experimentar la agilidad, aceleración y el silencio característicos de la conducción eléctrica junto a las playas de Mallorca.

No es, sin embargo, la primera vez que se ponen en marcha proyectos importantes para propiciar este giro estratégico en el sector automotriz. A nivel industrial, algunas iniciativas han sido fundamentales para alcanzar el grado de desarrollo en el que hoy se encuentra la tecnología, como la reciente y espectacular irrupción en el sector de Tesla Motors, el constructor de berlinas de lujo exclusivamente eléctricas que ha revolucionado la industria entera situando su Tesla Model S como el coche más sofisticado y deseado del mundo.

Lejos de California, la alianza Renault-Nissan tiene el mérito de haber sido el primer gran fabricante de vehículos en comprometerse con la producción masiva de modelos 100% eléctricos. Su decidida apuesta parece estar dando sus frutos: ha vendido más de 200.000 unidades hasta la fecha, alcanzando el 60% del market share mundial y convirtiendo al Nissan Leaf en el coche eléctrico puro más vendido de la historia. Desde Alemania, BMW tuvo claro que la movilidad eléctrica requería partir de una hoja en blanco, y crearon la marca BMWi desde donde reinventar el automóvil. Su BMW i3 es el primer vehículo 100% eléctrico de fibra de carbono fabricado en serie, y ha sido precisamente el modelo elegido por .Ozone Drive para el lanzamiento de su Electric Road Show el pasado verano. No podemos olvidarnos de Toyota como principal impulsor de la tecnología híbrida, que ha resultado fundamental como producto bisagra para la progresiva aceptación de la tecnología eléctrica entre los consumidores más risk-averse.

Atendiendo, por tanto, al diseño, la autonomía, las prestaciones y la apuesta de los constructores por su fabricación en serie, los nuevos modelos eléctricos muestran que la paulatina penetración de la electro-movilidad no es una cuestión de madurez tecnológica, sino de aceptación por parte de los consumidores. Las iniciativas innovadoras, atractivas y accesibles para los consumidores son claves para que las tecnologías desarrolladas en la industria adquieran la tracción necesaria en los mercados.

Los coches eléctricos representan hoy tan sólo el 0,1% del total de coches vendidos en España. Sin embargo, en el momento en que se alcance el tipping point de esta tendencia, la adopción de los vehículos eléctricos crecerá de forma exponencial. Tanto, que en apenas una década nos preguntaremos cómo pudimos permitir que durante 100 años de nuestra historia los coches impregnaran de humo nuestras ciudades y nuestros pulmones. La respuesta la tenemos en nuestro bolsillo, porque el smartphone que usamos a diario, y que no existía hace apenas una década, es la mejor prueba de que en el S. XXI los cambios se producen sin poderlos siquiera asimilar.

Sostenibilidad y progreso

Los beneficios asociados al nuevo paradigma de propulsión eléctrica empiezan por la mejora de la salud de las personas, eliminando de raíz el tremendo problema de contaminación del aire en las grandes ciudades. Las emisiones de sustancias nocivas asociadas a la circulación de un coche completamente eléctrico son exactamente cero. En la actualidad, se considera que el sector de transporte es responsable de 350.000 muertes indirectas al año por problemas respiratorios o por cáncer en la Unión Europea, según coinciden varios estudios como el informe Apheis. En este sentido, recomendar el uso de estos automóviles resultaría tan absurdo como recomendar el reemplazo de los microondas por antiguas cocinas de carbón.

Los sectores energético y de transporte son responsables del 60% de la emisión mundial de gases de efecto invernadero. La electrificación del sector del transporte, por tanto, permitirá conseguir un efecto multiplicador: cualquier medida o inversión encaminada a la incorporación de energías renovables o a mejorar la eficiencia energética en la red de distribución del sistema eléctrico repercutirá inmediata y directamente en el sector transporte. Asimismo, la progresiva integración de las smart grids y el internet of things en estos sectores permitirán alcanzar niveles de eficiencia energética hasta ahora solamente soñados, antesala para la puesta en marcha de sistemas inteligentes de gestión de movilidad, permitiendo en las ciudades la racionalización del tráfico, la energía, la utilización de las infraestructuras y la reducción del número de accidentes.

Visión global

A la reducción de la dependencia energética de los países respecto al petróleo se sumaría una democratización del transporte. Además, la sencillez de la tecnología de propulsión eléctrica ofrece a las medianas empresas una gran oportunidad para la fabricación directa de coches, algo hasta ahora alcanzable para tan sólo un puñado de multinacionales. Nuevas compañías, nuevas marcas, nuevos modelos, nuevos polos de fabricación y nuevas necesidades en la industria auxiliar abren la puerta a miles de empresas y trabajadores para formar parte importante en esta nueva industria, y para crear nuevos modelos de negocio. El vehículo eléctrico, por tanto, representa mucho más que un mero cambio del modo de propulsión.

No es casualidad que la prueba inaugural de la Fórmula E tuviera lugar en Beijing: considerada como una de las ciudades más contaminadas del planeta, la carrera era un grito alto y claro al resto del mundo de que las cosas están empezando a cambiar.

Mientras, aquel 13 de Septiembre de 2014, junto a las playas del Mediterráneo, el casi octogenario Michel Colinia tuvo la oportunidad de ver al mismo tiempo el pasado, el presente y el futuro de la automoción. Con las manos aferradas al volante de su coche eléctrico, Michel recordaba la primera vez que vio un coche, cuando era niño, en una época en la que Europa padecía de guerra y hambre. En realidad, ya nos advirtió Steffan Zweig sobre la Historia: “Puesta a hacer de poetisa o creadora de tragedias, no hay bardo que pueda superarla”.

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