La transformación sostenible, una meta que cruzar juntos

Al igual que el vino y el queso o el chocolate con churros, las instituciones muchas veces funcionan mejor juntas. Sobre todo, si quieren conseguir un objetivo común, como es el caso de la transformación sostenible. Esto ha sido remarcado en varias ocasiones por las Naciones Unidas, que ha establecido las alianzas entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto, el número 17.

La colaboración entre entidades permite fortalecer la movilización de los recursos, intercambiar conocimientos, llevar a cabo una acción coordinada y acceder a financiación internacional. Algo esencial a la hora de innovar en sostenibilidad.

Entre las empresas que no quieren emprender este camino por sí solas encontramos a BASF, que ha llevado a cabo varias colaboraciones con distintas entidades que apuestan también por los principios de sostenibilidad. La importancia de la cooperación ha sido resaltada por su director Carles Navarro: «Ninguna empresa, institución o banco por sí solo es capaz de abordar de una forma efectiva el reto que tenemos por delante. La transformación en la que estamos inmersos es una gran carrera de fondo y tenemos que pasar todos juntos la meta. Si no lo hacemos así, seremos perdedores de una forma o de otra». 

La Declaración de Amberes subraya la necesidad de que la UE apueste por la transformación sostenible de la industria europea asegurándose de que preserva su competitividad y su resiliencia

La visión de BASF de «El futuro será sostenible o no será» se ha puesto de manifiesto en las acciones de la empresa, entre la que destaca la colaboración que ha hecho con Inditex. Ambas entidades han llevado a cabo la fabricación de una chaqueta hecha, en su totalidad, a partir de residuos textiles. Esta iniciativa constituye la primera solución circular para prendas de nylon fabricadas íntegramente a partir de residuos textiles, que sigue un enfoque de «diseño para el reciclaje». En otras palabras, «hemos convertido ropa vieja, que en este caso se ha extraído de los contenedores naranjas de Cáritas, en una nueva chaqueta hecha de poliamida reciclada» explica Navarro. Para este proceso se ha utilizado el reciclaje químico, una tecnología que permite reciclar las fibras y los materiales en múltiples ciclos. 

Navarro: «La transformación es una gran carrera de fondo y tenemos que pasar todos juntos la meta. Si no lo hacemos así, seremos perdedores de una forma o de otra»

«Creemos en el compromiso a lo largo de toda la cadena de valor: desde nuestros proveedores, hasta ya no nuestro cliente, sino el cliente final de este», destaca el director del grupo BASF. Esta visión también se ve reflejada en iniciativas como el programa de capacitación impulsado por el Pacto Global de la ONU en la que participaron 300 empresas proveedoras del Grupo, o la alianza con la compañía energética Engie, que alimenta a ocho de sus centros con energía verde.

Las alianzas constituyen una parte central del Grupo y, a nivel global, se han centrado en la electromovilidad. Por ejemplo, BASF inauguró el pasado junio en Schwarzheide, Alemania, la primera planta alemana de producción a gran escala de materiales catódicos para baterías y que podrá producir materiales para la parte catódica de las baterías de iones de litio de unos 400.000 coches eléctricos al año. 

En esta misma línea, el grupo BASF anunció un acuerdo para brindar una solución de reciclaje para las baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos del Grupo Iveco.

En definitiva, empresas como BASF nos demuestran que las alianzas son esenciales para seguir creando progreso y que, al igual que los churros con chocolate, todo funciona mejor si se hace juntos.