¿Cuál es el mejor país para tener hijos?
Desde 2008 el número de nacimientos en España se ha reducido un 18% y nuestro país sigue, junto con Italia y Portugal, a la cola de Europa en prestaciones para impulsar la natalidad.
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Que los hijos vienen con un pan debajo del brazo es cosa del pasado, especialmente en España, donde tener un bebé supone un coste, sólo durante su primer mes de vida, de entre 1.910 y 2.500 euros. Son datos de la Federación de Usuarios y Consumidores (Fuci), que eleva la cantidad hasta un mínimo de 6.000 euros durante el primer año, necesarios para cubrir alimentación, ropa, productos de higiene, cuna, cochecito… El gasto hasta que el hijo cumple 18 años puede rondar los 104.238 euros.
No es de extrañar, pues, que desde 2008 el número de nacimientos en España se haya reducido un 18%. Desde los 519.779 niños que nacían hace siete años a los 426.303 que lo han hecho en 2015. Si bien se ha producido el primer incremento en cinco años (del 0,1%) por el aumento de hijos por mujer: de 1,27 en 2013 a 1,32 en 2014. España sufre una tendencia al sobreenvejecimiento acelerado, al igual que Rumanía, Bulgaria, Grecia o Portugal.
La ONU vaticina que, para 2050, el 34,5% de la población española tendrá más de 65 años, siendo el tercer país más viejo del mundo, detrás de Japón y Corea del Sur. Para evitar este escenario «se necesitan 250.000 nacimientos más de los que se producen anualmente para asegurar mínimamente el nivel de reemplazo generacional», alertan desde el Instituto de Política Familiar (IFP).
La crisis es un factor clave para comprender la disminución de la natalidad, pero al esfuerzo económico que conlleva tener un hijo también contribuye el hecho de que la única ayuda directa de la que se benefician las familias españolas sea de 24,25 euros mensuales por hijo menor de edad. Además, está sujeta a un límite de renta muy bajo: 11.519 euros anuales –960 al mes– por lo que sólo una de cada diez familias lo recibe.
Y al ampliar el campo de visión vemos que España, junto a Italia y Portugal, sigue muy lejos de sus socios europeos en prestaciones, semanas de baja retribuida o ayudas para educación. En el conjunto de Europa, ocho de cada diez familias reciben algún tipo de ayuda directa. Alemania concede 184 euros mensuales; Noruega, 125 euros; Dinamarca, entre 118 y 190 euros en función de la edad del niño. Junto a Suiza, Suecia y Austria, los países citados contemplan las ayudas hasta que el hijo cumple 18 años o acaba sus estudios. Las 55-68 semanas de baja remuneradas de las que disfruta una madre sueca, o las 46-56 de una noruega, están muy lejos de las 16 que tiene una española. Sin olvidar que los padres sólo disponen de 15 días de baja remunerados.
«Los países escandinavos son un buen ejemplo», apunta Teresa Blat Gimeno, presidenta de la Unión de Asociaciones Familiares (Unaf), ya que «invierten en políticas sociales desde hace muchos años y promueven la igualdad, la corresponsabilidad y la conciliación».
Portugal
Portugal ofrece 12 semanas (84 días) de permiso a las madres, remuneradas al 100%. Las ayudas varían entre 26 y 140 euros, según el número de hijos a cargo. El nuevo plan puesto en marcha el año pasado por el gobierno de Passos Coelho plantea jornadas reducidas a sueldo completo durante un año tras la baja por maternidad o deducciones para los abuelos que tengan que hacerse cargo de los gastos en educación y sanidad de sus nietos. Italia
Junto a España y Portugal, Italia también se encuentra en las antípodas de los países nórdicos, con 1,4 hijos por mujer. En Italia, la ayuda es de 77 euros por el primer hijo, con un límite de renta que se sitúa en los 68.749 euros. Las madres disfrutan de 5 meses de permiso remunerados al 80%.
Francia A las madres francesas se les conceden 16 semanas para el primer hijo, 26 semanas para el segundo y 34 para los siguientes, con el 100% del salario retribuido. Por su parte, al padre sólo le corresponden entre 11 y 18 días. La ayuda directa a las familias oscila entre los 129 euros mensuales hasta los 460, según el número de hijos. Los funcionarios pueden reducir su jornada hasta un 20%. Es el país europeo con el nivel de natalidad más elevado: 2,01 hijos por mujer.
Alemania Después de la baja por maternidad en Alemania, que abarca 6 semanas antes y 8 después del parto, las madres y/o padres se acogen a otro permiso de tres años y puede ser compartido; es retribuido durante los primeros 12 meses al 67% del sueldo (se establece un mínimo de 300 euros y un máximo de 1.800). Las familias reciben una ayuda directa de los 184 euros mensuales por hijo hasta que finaliza sus estudios. Pese a estos incentivos, no resulta fácil encontrar plaza en guarderías públicas.
Suecia En 1995 el Gobierno de Suecia creó incentivos financieros para que los hombres tomaran su baja. Tanto la madre como el padre disponen de 55-68 semanas (480 días), con una retribución del 80% hasta el día 390. Los permisos no son transferibles, con idea de que cada uno disfrute de su parte de forma íntegra. Además, las familias reciben una ayuda directa de 115 euros mensuales hasta que el niño cumple 18 años. Hasta los 8, los padres pueden reducir un 25% las horas de trabajo.
Noruega Las familias reciben 125 euros al mes por hijo durante 18 años. Las madres tienen 47 semanas de baja cobrando el 100% del sueldo y pueden ampliarlo a 57 con el 80% de la retribución. Además, los padres disponen de 14 semanas de permiso. De Noruega se destaca también su red de guardarías públicas o subvencionadas. Si un menor no asiste a un centro infantil público, el Estado abona a la familia el coste de este servicio.
Finlandia Fue considerado por la ONG Save The Children como el mejor país para tener un hijo. Las madres finlandesas disfrutan de 105 días pagados al 80%; los padres, de 18 días. Después, ambos comparten 158 días más (unas 23 semanas). La ayuda directa ofrecida por el Estado es de 140 euros al mes, además de suplementos o abonos para el cuidado de los hijos, ya lo hagan los padres o un cuidador social. Las guarderías, la educación primaria, la secundaria y la universitaria son gratuitas.
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