Salud en clave climática: el impacto de la atención sanitaria en el medio ambiente

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Alfonso Bermejo

En España, una encuesta llevada a cabo por la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES) entre profesionales sanitarios y pacientes con patología respiratoria mostró que casi el 90% de los encuestados eran conscientes del impacto directo de la contaminación aérea sobre la salud humana. Trabajos similares sobre otras patologías, como la cardiovascular, han revelado resultados similares.

Por tanto, parece que, en la sociedad española y el personal sanitario en particular, la relación entre cambio climático y salud está bien asentada. Pero ¿ocurre lo mismo cuando hablamos de sostenibilidad y salud? ¿Existe la misma conciencia sobre el impacto que la atención sanitaria tiene sobre el cambio climático, como ocurre con la actividad alimentaria o la industrial, ampliamente legislada?

Durante la I Jornada sobre Salud y Sostenibilidad celebrada recientemente en la Universidad Alfonso X el Sabio se presentaron algunos datos demoledores. El sector salud genera el 5% de las emisiones causantes del efecto invernadero, frente al 1,2% de la industria de la aviación, por ejemplo. De esta forma, si la asistencia sanitaria fuera un país, ocuparía el quinto puesto entre los más contaminantes, por delante de estados como Japón o Alemania.

Si la asistencia sanitaria fuera un país, ocuparía el quinto puesto entre los más contaminantes

Por tanto, parece claro que la propia asistencia sanitaria, buscando la salud del paciente, podría contribuir a las enfermedades de generaciones futuras. ¿Son nuestro personal sanitario y los estudiantes de los diferentes grados sanitarios conscientes de esta relación?

El informe de 2024 del Lancet Countdown, elaborado con la participación de 122 destacados investigadores de agencias de la ONU y de instituciones académicas internacionales, presenta los hallazgos más preocupantes hasta la fecha en los ocho años de seguimiento de esta colaboración: de los casi 300 programas de educación revisados, menos del 40% incluían de forma obligatoria contenidos sobre salud sostenible.

Hoy, existe una gran disparidad en la impartición de formación sobre este tema, con una gran dependencia del conocimiento y el interés de cada docente y del compromiso de los grupos de estudiantes. Las universidades no suelen contar con los recursos necesarios para impartir clases sobre clima y salud o sostenibilidad sanitaria, y faltan foros y canales para compartir las mejores prácticas con el fin de mejorar las competencias en esta cuestión crucial.

El abordaje debe además adecuarse a las diferentes profesiones sanitarias, ya que cada una de ellas desempeña un papel fundamental en el cuidado del paciente, y tiene un impacto concreto en la salud del planeta. Los psicólogos deben entender cómo impactan los desastres naturales en la salud mental de sus pacientes. Al mismo tiempo, el tratamiento de residuos de los quirófanos no debe dejarse solo en manos de los especialistas, debe empezar por los profesionales que a diario los utilizan. Conceptos como el de «hospital verde», deben asentarse en la mente de los profesionales sanitarios como una realidad ineludible para la que deben trabajar.

Los actuales estudiantes de los diferentes grados sanitarios (Medicina y Biomedicina, Enfermería, Psicología, Fisioterapia, Farmacia, Nutrición, Ciencias del Deporte…) serán los futuros profesionales que deberán atender el cuidado de las personas desde el nuevo concepto de ‘One Health’ promovido por la OMS: un enfoque unificador que busca equilibrar y optimizar de forma sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas.

La salud sostenible no puede esperar a las generaciones futuras: debe empezar en las aulas de manera urgente. Si queremos un sistema sanitario capaz de cuidar sin dañar, necesitamos que los alumnos comprendan desde el principio que la salud humana depende de la del planeta. Ellos son la diana ideal: jóvenes, curiosos, con una conciencia ambiental mucho más viva que la de quienes los formamos actualmente. Hablarles de sostenibilidad no es añadir un tema nuevo al programa; es redefinir la forma en que entendemos la salud.

Formarles en salud sostenible no solo los prepara para un futuro distinto: los convierte en agentes activos del cambio, capaces de transformar la práctica clínica y el propio sistema sanitario en favor de un planeta más sano.

Alfonso Bermejo es responsable de Salud Sostenible de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX)