La tecnología, clave para democratizar el acceso a recursos y oportunidades

Aludir a la sostenibilidad o al cumplimiento de los ODS es impensable sin el poder transformador de la tecnología, que tiene un gran potencial para acelerar cambios sistémicos, favorecer la igualdad e inclusión, e incluso proteger el planeta. Esta afirmación corre el riesgo de parecer una obviedad, así que ¿cómo se hace tangible con ejemplos concretos? El pasado mes de noviembre, Barcelona se erigió como capital del Impacto y, en el marco de los Impact Awards y del Impact Forum, ambos eventos organizados por la Fundación Ship2B, pudimos ver numerosos ejemplos con los que comprender que con un uso ético de las innovaciones tecnológicas es posible generar un gran impacto positivo.

En nuestra realidad occidental, a veces olvidamos que existen otras realidades muy diferentes. Sin ir más lejos, 600 millones de personas no tienen acceso a la energía en África. Afortunadamente, entidades como Kowry Energy existen con la vocación de construir una infraestructura energética sostenible que transforme las comunidades del África Subsahariana.

Gracias a un proyecto con paneles solares en el que están trabajando en Mali, se proporcionará electricidad a 3.000 residentes, 50 negocios y edificios públicos; y en Nigeria la compañía diseñó dos sistemas de energía solar fotovoltaica de 286 kWp para una planta de reciclaje de plástico y para una planta de procesamiento de alimentos en Abuya que han logrado reducir, colectivamente, las emisiones de CO2 en 208,521 kg al año.

Llegados a este punto, me gustaría recoger las palabras de Ndiarka Mbodji, CEO y fundadora de Kowry Energy Services: «Para llevar energía renovable y mejorar los ingresos rurales y agrícolas en África y construir un sistema a gran escala es necesario trasladar los aprendizajes corporativos a lugares complicados, pensar en el mercado y ser mucho más creativos porque llegamos tarde a la batalla del cambio climático».

Seguimos viajando. Nos trasladamos ahora a Camboya, donde la calidad de la tierra cultivable está tan degradada que, a pesar de las altas inversiones en fertilizantes industriales, los rendimientos son muy bajos. Sin embargo, ese escenario cambia radicalmente si se emplean fertilizantes e insecticidas orgánicos de alta calidad fabricados a partir de biocarbón, porque mejoran la calidad del suelo y esto repercute en la producción y en los ingresos de los agricultores.

Cuando pensamos en eficiencia, la mayor parte de las veces no es viable alcanzarla sin tecnología

Esta solución de fertilizantes orgánicos ha venido de la mano de HUSK Ventures, premiada en la categoría de Impact Startup en los Ship2B Impact Awards. Gracias a ella, se han mejorado 3.500 hectáreas de terreno y los ingresos de 4.000 pequeños agricultores. Constatamos, una vez más, cómo la innovación impacta positivamente en el medioambiente y en la sociedad.

Por último, no quiero olvidar citar a itwillbe.org, cuyo objetivo es hacer la solidaridad más eficiente. Cuando pensamos en eficiencia, la mayor parte de las veces no es viable alcanzarla sin tecnología, algo que tiene muy presente esta ONG premiada en la categoría Impact Philanthropy. Esta organización da respuesta a los retos de desigualdad centrándose en tres líneas de trabajo: soluciones tecnológicas aplicadas a proyectos en desarrollo, acompañamiento a ONGs para llegar a un empoderamiento e independencia de la Comunidad India, y la digitalización ética del sector.

Esta organización del Tercer Sector tiene un modelo de trabajo muy definido: detecta oportunidades sociales, busca soluciones en la innovación y la tecnología, las implementa o desarrolla probando su eficiencia en proyectos sociales, y pone estas soluciones a disposición del sector.

Entre sus proyectos se encuentran ChildPPa, una solución tecnológica que permite a las organizaciones proteger y dar trazabilidad a menores no identificados, así como registrar y validar su identidad con gran precisión. La biometría facial y la inteligencia artificial son capaces de reconocer con un alto grado de fiabilidad al menor, lo que agiliza los procesos de identificación del mismo y se mejora su protección.

Además, itwillbe.org ha impulsado una plataforma digital para mujeres de la India que conecta microemprendimientos con recursos, financiación y una red de personas, entre otros. Con esta iniciativa, la organización aborda directamente la falta de oportunidades y opciones de vida para las mujeres en India.

Sin duda, esta pequeña muestra respalda que la tecnología es una pieza fundamental para escalar soluciones, para provocar cambios sistémicos y para hacer efectivo el nuevo ciclo que necesita la Economía de Impacto si de verdad queremos cumplir los objetivos marcados por la Agenda 2030.

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Xavier Pont es presidente de la Fundación Ship2B