El jiu-jitsu y las sufragistas
Hace más de cien años, este arte marcial ayudaba a las mujeres a defenderse ante la violencia policial mientras se manifestaban para conseguir el voto femenino.
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Aunque ahora proliferen los cursos de autodefensa para mujeres, no son nada nuevo. Hace más de cien años, un arte marcial ayudaba a las mujeres a defenderse ante la violencia policial mientras se manifestaban para conseguir el derecho al voto femenino. En 1910, el jiu-jitsu entró a formar parte de la historia del movimiento feminista. Este se trata de un arte marcial japonés que abarca sistemas de combates basados en la defensa sin armas. Sus técnicas nacen en las batallas de los bushi contra los samuráis armados y se basan en la vulnerabilidad de algunas partes del cuerpo. Así, el foco está en la agilidad en vez de la fuerza.
La novela gráfica Jiujitsufragistas, las Amazonas de Londres, de Clément Xavier e ilustrada por Lisa Lugrin, muestra la historia de las «jiujitsufragistas», un grupo de la organización militante Unión Social y Política de Mujeres (WSPU, por sus siglas en inglés). Este se fundó en 1903 en Manchester, Reino Unido, y estuvo liderado por la sufragista Emmeline Pankhurst. Hicieron campaña por el sufragio femenino para conseguir la igualdad con tácticas que iban desde incendiar casas e iglesias desocupadas o romper ventanas y escaparates hasta la no violencia, con huelgas de hambre y manifestaciones pacíficas.
Sin embargo, muchas de estas se tornaban violentas a causa de las cargas policiales. Destaca la manifestación del Viernes Negro, que tuvo lugar el 18 de noviembre de 1910, en el que trescientas mujeres se manifestaron en el Parlamento del Reino Unido, situado en el palacio de Westminster, para pedir el sufragio femenino. A pesar de que empezó como una marcha pacífica, la policía y los espectadores atacaron a las sufragistas, incluso con casos de violencia sexual, y arrestaron a más de cien mujeres.
Edith Garrud y William Garrud daban clases mixtas de jiu-jitsu desde 1906 en un gimnasio especializado en el barrio de Soho. Los Garrud popularizaron el jiu-jitsu realizando exhibiciones públicas, tanto para hombres como para mujeres y niños, y escribiendo artículos en revistas. Durante 1906 y 1910 empezaron a acudir a las clases algunas sufragistas, quienes animaron a Edith Garrud a formarlas para poder defenderse tras el Viernes Negro. Fue entonces cuando Edith se convirtió en la líder del Cuerpo de Guardaespaldas de la WSPU, conocido a pie de calle como las Amazonas. Las Amazonas no entrenaban en el gimnasio de los Garrud ni sobre ningún tatami, sino en lugares secretos (sobre todo a las afueras de Londres, cerca de cementerios) para evitar llamar la atención de la policía.
Las sufragistas entrenaban en lugares secretos para evitar llamar la atención de la policía
Mientras Pankhurst seguía dando discursos a lo largo del país y las sufragistas se reunían con miembros del Parlamento británico, en 1913, el gobierno de Herbert Henry Asquith creó el acta del gato y el ratón: una ley creada para lidiar con las sufragistas. Liberaban a las que estaban presar y en huelga de hambre para recuperar la salud, pero las volvían a encarcelar cuando mejoraban. Ese mismo año mismo año, Edith coreografió las escenas de la película What Every Woman Ought to Know, y en agosto se publicó uno de sus artículos sobre defensa personal femenina en la revista Health and Strength, años después de que publicara un artículo satírico sobre las jiujitsufragistas.
A principios de 1914, las Amazonas acompañaron a Pankhurst cuando iba a dar una conferencia en Glasgow. Un minuto después de hablar, la policía boicoteó el acto, pero las sufragistas se enfrentaron a ellos: 30 sufragistas y 50 policías pelearon en el escenario, con las técnicas que aprendieron gracias a Garrud. A este evento le siguieron varios ataques a políticos como Lloyd George, quien sería el siguiente primer ministro en Reino Unido a partir de 1916, y a Winston Churchill, que sería primer ministro durante la Segunda Guerra Mundial.
Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, Emmeline Pankhurst suspende las acciones militantes para apoyar al Gobierno, dado que ve posibilidades para que evolucionara la posición de las mujeres dentro de la vida social y laboral. La WSPU no se disuelve hasta 1918, pero en 1914 Pankhurst disuelve a las Amazonas. Sin embargo, Edith Garrud y su marido continuaron enseñando defensa personal a mujeres hasta 1925, cuando vendieron el gimnasio y desaparecieron de la vida pública.
En 1918, las mujeres mayores de 30 años obtuvieron el derecho a voto, mientras que los hombres podían votar a partir de los 21 años. Un mes después de la muerte de Pankhurst, en 1928, se consigue el sufragio universal en Reino Unido, tras décadas de lucha. Edith Garrud vuelve a aparecer en medios de comunicación en 1965 y muere en 1971, a los 99 años, considerada como una de las pioneras de la autodefensa feminista.
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