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Festival de las Ideas

Cuando el pensamiento toma las calles

Madrid acoge la segunda edición del Festival de las Ideas del 18 al 21 de septiembre.

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Nadie pone en duda que la inteligencia artificial, esa omnipresente tecnología exponencial que acapara conversaciones, resuelve consultas y completa tareas a velocidades inconcebibles, sea un enorme logro del pensamiento humano. Pero ni todos sus méritos presentes ni, probablemente, futuros, le permitirán jamás equiparse a este por una razón: todo su entrenamiento está basado en fórmulas y conceptos previamente existentes. ¿Cómo hacer avanzar una sociedad sin ideas nuevas que desafíen los límites del conocimiento, los nieguen, los reformulen y los trasciendan? Se trata de un imposible.

Tal vez por esa razón, en tiempos de incertidumbre, polarización y confusión digital, iniciativas como Festival de las Ideas, el proyecto que organizan conjuntamente el Círculo de Bellas Artes y La Fábrica, son más necesarias que nunca. Tras el éxito de su primera edición, celebrada el año pasado, el certamen volverá a tomar las calles, plazas y espacios de Madrid entre el 18 y el 21 de septiembre en una cita que, pese a su juventud, ya «marca el comienzo del curso cultural de Madrid», aseguró Óscar Becerra, CEO de La Fábrica, durante el acto de presentación de la que será la segunda entrega de este evento. 

Una vez más la palabra, la escucha, la reflexión y el aprendizaje serán protagonistas de un evento cuyo objetivo es «liberar el pensamiento para que circule y se mezcle por las calles de la ciudad», destacó Becerra. A lo largo de cuatro días, 122 ponentes tomarán parte en 80 actividades destinadas a ser «la chispa que encienda el pensamiento» de las cerca de 15.000 personas que se espera asistan a la cita. 

«Este festival es una fiesta del pensamiento a la que está invitada toda la ciudadanía», aseguró, por su parte, Valerio Rocco, director del Círculo de Bellas Artes. El coorganizador del festival rememoró la emoción del evento del año pasado, que fue capaz de atraer a «un público intergeneracional y heterogéneo para hacer florecer Madrid de debates, matices, objeciones, cambios de opinión, y, en suma, de ideas». Un festival en el que «se generaron nuevos vínculos que, en una sociedad cada vez más atomizada y solitaria, crean nuevas experiencias compartidas y nuevas tentativas de formas de ciudadanía y democracia». 

La idea de laberinto es el hilo conductor que rige la edición de 2025 del festival

Laberintos del pensamiento

Con el título de Laberintos. Sentidos, sinsentidos, contrasentidos, esta nueva edición del Festival de las Ideas parte de la idea genérica del desconcierto que parece reinar en esta época de revolución tecnológica y permanentes tensiones geopolíticas. En el laberinto, el tiempo se detiene y la razón se adormece, avanzamos por sus intrincados pasillos y recodos como autómatas, incapaces de liberarnos de sus redes, o tal vez satisfechos de no hacerlo porque sus meandros, aunque parezcan indescifrables, han sido tejidos por nosotros mismos. Laberintos contemporáneos que indagan en las contradicciones que acompañan la existencia, lugares de reclusión voluntaria o involuntaria de los que no sabemos, no podemos o no queremos escapar. «Si el año pasado planteamos la catarsis como idea rectora, para esta edición hemos elegido al laberinto como hilo conductor. Laberinto personal, moral, público, existencial e ideológico que está en la raíz de muchos de los fenómenos que marcan la realidad actual», explicó Javier Moscoso, codirector artístico del festival. 

Esta desorientación global solo puede ser abordada desde el intercambio libre de ideas, sin agendas, sin manuales y sin doctrinas. Porque «este festival no aspira a decirle a nadie cómo debe pensar ni a entregar soluciones prefabricadas, sino que es un espacio que celebra y promueve la discrepancia», en palabras de Moscoso.

Voces que incitan a la rebelión del pensamiento

El certamen vuelve a reunir a un extraordinario y diverso plantel de escritores, filósofos, científicos y artistas. Voces como la de Amin Maalouf, que, en su última obra, El laberinto de los extraviados, se vale del laberinto como metáfora de la desorientación. Sostiene el autor que todo el mundo tiene un lugar en el mundo, solo que a veces nos cuesta encontrarlo porque nos extraviamos. 

Adriana Cavarero es una de las figuras más destacadas de la filosofía europea contemporánea. En sus obras plantea la identidad no tanto como el relato que nosotros construimos sobre nosotros mismos, sino como lo que los demás cuentan de nosotros. Y es a través de esos hilos entretejidos como obtenemos una identidad. Su estimulante trabajo, que combina la lectura mitológica con la filosofía política, también nos invita a pergeñar una serie de preguntas sobre estos nuevos laberintos, con sus héroes y sus monstruos: ¿Quiénes son las nuevas Ariadnas que actúan como referentes femeninos? ¿Quiénes los nuevos Teseos? ¿Y quiénes los nuevos Minotauros?

El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024, Michael Ignatieff, nos propondrá recuperar virtudes cotidianas como el perdón, la confianza, la tolerancia y la reconciliación, a modo de guía que nos ayude a recorrer uno de los laberintos filosóficos más trascendentales, el de la ética.

También habrá oportunidad de escuchar a la filósofa española Victoria Camps. Ella nos hablará del laberinto como lugar de reclusión, pero con una inesperada escapatoria. Porque en el momento en que dejamos de preocuparnos por encontrar la salida, como hacen los niños, y empezamos a jugar, habitamos el laberinto de una manera diferente. Aprendemos a habitarlo desde el placer.

Adriana Cavarero, Amin Maalouf, Camila Sosa, Michel Houellebecq o Victoria Camps, entre los ponentes confirmados

La literatura también encuentra atajos, salidas y trampillas secretas por las que deslizarse. Michael Houellebecq, una de las figuras más destacadas y controvertidas de las letras francesas, traerá el concepto de crisis al festival. Hablará de esa crisis económica, existencial, sistémica y permanente que tan bien representa la imagen del laberinto contemporáneo y que está tan presente en los escenarios y personajes de sus novelas.

Además, habrá encuentros con Camila Sosa, Simon Reynolds, Pankaj Mishra, Daniel Innerarity o Giséle Sapiro, todas ellas voces poderosas y no exentas de polémica, algo que, señaló Marcela Vélez, codirectora artística del festival, «nos invita a pensar en la duda y el escepticismo como parte de esos laberintos que la ética o la literatura nos ayudan a habitar». En total, 122 nombres de 16 nacionalidades distintas que llegarán a Madrid en los últimos días del verano para convertir la ciudad en «la alegre capital mundial del pensamiento y de las preguntas».

Muchas novedades

La segunda edición del festival reedita algunas de las fórmulas que ya triunfaron el año pasado, pero también incorpora novedades que aspiran a llevar más lejos el flujo de ideas a través de las calles y plazas madrileñas. 

Se incrementa el número de espacios, de 9 a 12, en los que se celebrarán las actividades. El Círculo de Bellas Artes y la Plaza de España, donde se ubicará el Escenario Allianz a pie de calle, repiten como centros neurálgicos de la actividad cultural. A estas sedes principales se unirán el Museo Reina Sofía, el Museo del Prado, el Museo Thyssen, el Museo Naval, el Ateneo de Madrid, la Fundación Ortega Marañón, la Fundación Telefónica, Caixaforum, la Casa Encendida, FNAC o la Casa del Libro, entre otras. 

Igualmente, se amplía la naturaleza de las propuestas y las formas de expresión desde las que se abordan. Una polifonía de disciplinas y áreas del conocimiento que abarcan la literatura, la filosofía, la historia clásica, la mitología, la arquitectura, la música, el cine, la poesía, el teatro, la danza, las artes plásticas, la sociología, el periodismo, la antropología o la biología. 

En cuanto a los formatos, repiten los speaker corner como espacios participativos en los que la ciudadana y sus ideas encuentren altavoz. También se recupera otra fórmula que ya es seña de identidad del festival: los paseos filosóficos. En ellos, y recogiendo, como apuntó Javier Moscoso, «la idea del pensar caminando de la filosofía peripatética», un filósofo o filósofa acompañará a un grupo reducido de personas con las que dialogará acerca de un concepto o una idea. «El pensamiento se da en un espacio, y Madrid ofrece muchas ocasiones y lugares que nos incitan a pensar», destacó el director artístico y responsable de contenidos del encuentro. 

Para Moscoso, el Festival de las Ideas «supone una ruptura del tiempo y del espacio, significa dejar de lado la normalidad, los intereses y la vida cotidiana». Un punto de encuentro para la argumentación razonada, la celebración de la diferencia y la opinión libre y justificada. Y un catalizador de la inteligencia humana que aspira a contribuir, resumió Óscar Becerra, «a que el pensamiento se filtre y penetre en todas las capas de la sociedad».

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