¿Cómo puede un olivo frenar la jubilación del campo?

Según el último censo agrario del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España existen 914.871 explotaciones agrícolas. En el 67% de ellas, el jefe de la explotación es mayor de 55 años, y solo en el 4% es menor de 35. Cifras que ponen de manifiesto el problema del relevo generacional en el ámbito rural.

Esta situación amenaza la continuidad del patrimonio rural, cultural y agrícola de nuestro país y afecta a miles de familias. Los perjudicados tienen rostros y nombres concretos, como el de Pilar, reciente cedente de un olivar centenario que ha pertenecido a su familia durante más de 150 años. Pilar representa una realidad que se repite diariamente en muchas zonas rurales: el vacío dejado por generaciones que ya no pueden continuar con la tradición familiar por diversos factores: edad, emigración, falta de mano de obra…

Para personas como ella, ceder su olivar bajo estas características representa un alivio a la incertidumbre, acumulada durante años, sobre si el esfuerzo de generaciones pasadas podría perderse. Ahora, gracias a la iniciativa de Apadrinaunolivo.org, esa inquietud puede transformarse en esperanza.

Cada apadrinamiento es una contribución directa para mantener viva una tradición cultural, social y agrícola, además de fortalecer las comunidades rurales

Oliete, la localidad a la que pertenece el olivar de Pilar, es un ejemplo de cómo el abandono y la emigración marcaron a muchas comunidades rurales. Durante décadas, la despoblación dejó en silencio las calles del pueblo, pero la historia está cambiando gracias al trabajo de Apadrinaunolivo.org. Desde su fundación, esta ONG ha impulsado la transformación social y económica: la población ha crecido, el colegio ha pasado de tener solo 3 alumnos a 29, y se han creado 43 empleos, con una plantilla compuesta casi a la mitad por mujeres rurales, rompiendo así la brecha de género. Apadrinaunolivo.org ha demostrado que su labor va más allá de solo recuperar olivos, y que también regenera comunidades.

Con la voluntad de seguir haciendo frente a la problemática del relevo generacional y sus efectos, Apadrinaunolivo.org lanza un reto especial para esta Navidad. Bajo el lema «Ser solución», la iniciativa busca la colaboración de personas solidarias para revertir el abandono de olivos y devolver la esperanza a personas como Pilar. Este reto, que cuenta con su propia plataforma, se desarrolla hasta el 13 de enero y tiene como objetivo sumar el mayor número posible de apadrinamientos.

Además, la iniciativa ha lanzado la opción de regalar apadrinamientos, perfecta para quienes buscan regalar algo diferente, significativo y comprometido con una causa social.

Devolver la esperanza a Pilar (y al mundo rural)

Apadrinar un olivo es mucho más que un gesto simbólico; es una acción concreta con impacto social y medioambiental. Por una donación de 60 euros anuales, que puede deducirse hasta en un 80% en la declaración de la renta, los participantes pueden escoger y bautizar su olivo (elegirán el olivo que más les enamore y dándole un nombre especial); seguir el proceso de recuperación (recibirán actualizaciones vía email sobre el avance en la rehabilitación del olivo); visitar su olivo (podrán ir siempre que quieran o unirse a las visitas organizadas para madrinas y padrinos); y recibir un agradecimiento especial: dos litros de Aceite Virgen Extra de los olivos en recuperación envasados en botellas diseñadas cada año por un artista diferente.

La iniciativa «Ser solución» se desarrolla hasta el 13 de enero y tiene como objetivo sumar el mayor número posible de apadrinamientos

El reto busca apadrinar los olivos de Pilar y asegurar la continuidad de este legado. Cada apadrinamiento es una contribución directa para mantener viva una tradición cultural, social y agrícola, además de para fortalecer las comunidades rurales mediante la regeneración del tejido social y económico.

Pilar espera con ilusión el día 13 de enero, cuando conocerá el número de personas que han decidido ser parte de la solución. Una iniciativa que constituye una ventana de esperanza para transformar realidades y demostrar que, con un pequeño gesto, todos podemos marcar la diferencia.