«Las columnas de Rajoy tienen algo de Julio Camba»
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Francisco Fuster (Valencia, 1984) se lamenta por las pocas felicitaciones que ha recibido en su departamento de la Universidad de Valencia por su biografía ‘Julio Camba. Una lección de periodismo’ (Fundación José Manuel Lara, 2022), que ganó el Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2022. Profesor de Historia Contemporánea, Fuster trabaja en una antología de la obra de este periodista.
Eres el biógrafo oficial de Julio Camba, ¿es lo que querías?
Llevo diez años con Camba y ya dije que no más. Tenía pendiente la biografía, porque hacía falta una actualizada, pero ahora tengo más proyectos entre manos. Hay trabajos muy bien pagados. Si no pagaran tanto, no lo haría, no me hace falta. Creo que el galardón que le han dado a la de Camba ha hecho que las nuevas generaciones lo descubran. También lo veo como una cuestión de marketing: ahora el que quiera saber sobre Camba, tendrá que pasar por mí. Durante los diez últimos años, el único que ha estado insistiendo, haciendo antologías o prólogos, he sido yo. Y soy el único que se ha atrevido a hacer la biografía.
Camba estaba en contra de la academia. Es muy cambiano que décadas después un profesor universitario sea la persona que más lo reivindica.
Sí, es muy difícil que una biografía de Azorín o de Gaziel la haga un filólogo o un periodista. Un periodista no tiene el conocimiento histórico necesario. Pepitas de Calabaza me dijo que le habían pedido a Jabois hacer la biografía de Camba y yo les dije que eso era imposible. Es más fácil que un historiador como yo sepa de literatura, o sepa de periodismo, que al revés. Una biografía no es un libro sobre la obra de Camba. Mi libro intenta unir tres facetas fundamentales: la época, su obra y su vida.
¿Cómo era el estilo de Camba?
Es un estilo que evoluciona. Los textos de Camba durante su etapa anarquista son los textos de alguien joven, alguien que empieza y es muy exagerado. A este Camba le llamo el «Camba precambiano». Luego en Constantinopla, como corresponsal en Turquía, escribe unas crónicas muy largas. Conforme se va haciendo más experto, va acortando sus textos. Es cuando llega a ABC cuando está perfectamente definido. A medida que se hace mayor, aprende a sintetizar. El estilo característico de Camba es una columna muy breve que contiene la ironía, la paradoja y la capacidad de extraer una conclusión general a partir de un detalle concreto.
«Camba no informaba sobre lo que pasaba, hacía artículos sobre la vida cotidiana»
Camba escribía en primerísima persona, usaba mucho la palabra yo.
Es una paradoja porque era muy tímido. No habla nunca de su vida privada ni de las novias que tuvo y, sin embargo, su obra la tienes que leer entre líneas para descubrir datos biográficos. Muchas veces habla de otras personas para hablar de sí mismo. Por ejemplo, cuando lo hace de cómo debería ser la mujer ideal del escritor. Yo uso ese artículo para abordar por qué Camba nunca se casó. Se nota que cuando habla de eso habla de la mujer ideal que le hubiera gustado tener a él.
Josep Pla decía que a Camba no le interesaba la actualidad.
Es parte de su éxito. Él no informaba sobre lo que pasaba en las ciudades a las que iba de corresponsal: hacía artículos sobre los bares, la vida cotidiana, la gente con la que se cruzaba. Gaziel tenía lo que llamaba «la prueba del libro», o sea, pasar a un libro los artículos del periódico y que todavía se puedan leer 50 años después. Camba, Azorín, Pla o el propio Chaves Nogales son de los pocos autores cuyos artículos los puedes leer 30 o 40 años después. En eso Pla era un experto. Decía que los artículos hay que cobrarlos dos veces: cuando salen en el periódico y cuando se publican en libro. Pero para eso tienen que estar bien escritos.
Corresponsal, cronista parlamentario y columnista, ¿dónde se sintió mejor?
Como corresponsal, sin duda. La decisión de hacerse corresponsal fue una cosa imprevista. Él era un periodista normal que escribía sobre lo que pasaba en Madrid en el día a día. Le ofrecieron irse a Turquía y aceptó el encargo, que era un contrato de dos años. Una locura estar dos años en Constantinopla.
No cumplió el contrato.
Estuvo dos meses. Se arrepintió y se vino. El que lo envió se ve que no lo conocía porque era imposible que él estuviera dos años en un sitio. Pero después de Turquía viajó a París y, una vez hace esta tournée que hace él –París, Londres y Berlín–, la gente descubre que su éxito es la comparación entre España y Europa.
Recoges en la biografía que Antonio Muñoz Molina explica que tanto Pla como Camba cayeron en un «sedentarismo desengañado» tras la Guerra Civil.
Son casos distintos. En el caso de Camba, le influye mucho la guerra. Él podía haberse quedado en el país –formaba parte del bando vencedor– pero no quiso vivir en la España de posguerra. La guerra supone una ruptura en su vida y le llevó a pasar diez años en Portugal. A Pla, en cambio, la guerra le vino bien porque se encerró en su masía y es cuando más escribió. Ahí es donde nació el mito del Pla grafómano que lee y escribe en la cama.
«La biografía no es un libro sobre la obra de Camba, sino que intenta unir tres facetas fundamentales: la época, su obra y su vida»
Y uno de los periodistas mejor pagados de Madrid muere prácticamente arruinado.
Se administró muy mal. Tuvo éxito, pero vivía al día. También es verdad que su única fuente de ingresos eran los artículos. Su obra editada en libro está muy mal editada, no tuvo suerte con los editores. En el futuro me gustaría que alguna editorial publicara las obras completas de Camba desde el primer libro hasta el último, un poco como han hecho con Chaves Nogales.
¿Algún periodista ha recogido la herencia de Camba? Aquel Jabois tuitero, tal vez.
Sí, sobre todo por el costumbrismo. Cuando ya empiezan a escribir sobre política, fútbol y demás, ya me parece que son muy parecidos a los demás. Hay periodistas que la gente dice que imitan a Camba. Yo creo que simplemente les influye y eso es bueno. Jabois, Jorge Bustos…. Andrés Trapiello tiene también algunas salidas parecidas. O Juan Manuel de Prada, que es un tipo al que le gusta mucho Camba.
Las columnas de Rajoy.
Sí, sí, efectivamente. Las columnas de Rajoy tienen algo de Camba. No sé si lo hace a propósito o sin querer. Estas que escribió durante el Mundial… Yo creo que se nota mucho la influencia gallega.
¿Hay un sector político que quiere apropiarse de Camba?
No, fíjate, los que más deberían reivindicar a Camba son los gallegos y son a veces los que más le critican por temas de nacionalismo. Luego también le debería reivindicar la derecha, pero tampoco. Tiene mucha amplitud en este sentido. Como Pla. Pla en Cataluña es verdad que se le quiere, pero también se le critica mucho. Es mejor que ningún grupo se apropie de este tipo de autores. Gaziel, por ejemplo, si hubiera escrito solo en catalán sería un mito en Cataluña. Pero hay mucha gente que no le perdona que fuera director de La Vanguardia, que era un periódico de derechas y en castellano.
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