«Las personas con discapacidad tenemos que demostrar siempre que somos capaces»

Profesor, escritor, actor y conferencista, Pablo Pineda fue el primero con síndrome de Down en obtener un título universitario en España. Diplomado en Magisterio en Educación Especial y Estudios de Psicopedagogía, hoy es la voz que reivindica las necesidades del colectivo de personas con discapacidad desde Fundación Adecco.

¿Cuáles han sido las mayores barreras a las que te has enfrentado?

Casi siempre han sido barreras de índole social y cultural, prejuicios y estereotipos presentes en nuestra sociedad producto del desconocimiento y de la herencia de una sociedad que lo primero que ve son los rasgos físicos y la forma de ser característica que tenemos las personas con síndrome de Down. Esto hace que nos traten de forma conmiserativa y paternalista. No me gusta que la gente sienta lástima por mí, sino que me vean como una persona que tiene talento, sueños, sentimientos y conocimiento.

¿Cómo se pueden superar esos obstáculos?

«El desconocimiento alimenta prejuicios y estereotipos, impide descubrir de lo que somos capaces»

Hay que confiar en uno mismo, en que eres capaz de hacer cosas a pesar de los obstáculos. Es muy importante fomentar y trabajar la autoestima en la familia y en la escuela mediante el estímulo y el desarrollo de las competencias básicas. Es importante que haya personas que confíen en ti y vean las posibilidades que otros no ven. Todo ello te ayuda a tener una idea clara, a tomar tus propias decisiones, a construir tu propio camino. Las personas con discapacidad tenemos que vivir demostrando constantemente que somos capaces. Esto, aunque es duro, es un esfuerzo que va a ser positivo para las generaciones futuras, porque estamos preparando a la sociedad para que cuenten con las personas con discapacidad y que nuestra participación sea activa.

¿Qué avances significativos crees que ha registrado la sociedad en materia de discapacidad?

Los mayores avances han sido en los ámbitos legislativo, educativo, laboral y en la concienciación de la sociedad, donde los medios de comunicación han jugado un papel muy importante, porque nos ha dado una visibilidad que antes no existía. Ha habido muchas leyes que han hecho posible la integración educativa y actualmente el 64% de los jóvenes con discapacidad tienen educación primaria.

¿Y qué asignatura pendiente tienen todavía las empresas, las organizaciones y la sociedad en temas de inclusión?

Como sociedad, la principal es el desconocimiento, que alimenta prejuicios y estereotipos y que impide descubrir todo aquello que somos capaces de hacer. Somos una sociedad que solo tiene empatía cuando se producen situaciones atroces y desgarradoras. Sin embargo, nadie se escandaliza con la discriminación. Tenemos que desarrollar la capacidad de entender a aquellos que son diferentes a nosotros. El espíritu inclusivo es otra asignatura pendiente. Respetando nuestras diferencias podemos valorar aquello que nos une.

¿Cuál es la clave del éxito de la superación?

Son varios factores, el más importante la autoestima; debemos conocernos a nosotros mismos, tomar conciencia de nuestro potencial, querernos y valorarnos. También es fundamental el afán de mejorar y no conformarse, de la necesidad continua de marcarnos objetivos profesionales y personales, tener aspiraciones, ilusiones, deseos que nos lleven a progresar. El optimismo, porque los retos deben ser un estímulo para avanzar, buscando siempre las soluciones. Y la formación, un factor clave del éxito; la educación empodera a las personas con discapacidad y es fundamental para su acceso al mercado laboral.