Sociedad
«Los juegos de azar están diseñados para ser adictivos»
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COLABORA2024
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Aunque la ficción haya mostrado muchas veces los juegos de azar desde una imagen ligada al éxito, al glamour y al prestigio, la realidad no es tan idílica. Por más que ‘Casino Royale’, ‘El Golpe’ y un sinfín de películas, series y libros nos induzcan a lo contrario, lo más inteligente es no apostar: sacar partido a la habilidad es muy complicado y el riesgo de caer en la adicción es alto. Esto es lo que defienden el doctor en psicología Juan Francisco Navas y el catedrático de la misma rama José César Perales en su ensayo ‘Trampas‘ (Next Door). Hablamos con Navas sobre ese libro en el que, de la mano de personajes de ficción, relatan los hallazgos de vanguardia en el mundo de las apuestas y algunas de las teorías más importantes de la psicología respecto a las adicciones, la toma de decisiones y el comportamiento.
¿Por qué abordar el juego de azar desde el cine?
Es una excusa para poder divulgar ciencia de manera amena. De intentar acercar al lector cuestiones complejas, pero que le resulten familiares. El cine en los juegos de azar es un producto que está dentro del imaginario popular, por lo que nos servía para hacer más accesible la ciencia.
¿Cuánto daño han hecho películas como Casino Royale en este sentido? ¿Qué estereotipo han reforzado?
Más que daño, lo que hacen es contribuir a aumentar factores de riesgo. Factores que tienen que ver con que las personas fundamentalmente más jóvenes se pueden acabar identificando con modelos que les inducen a apostar. Lo que hacen es moldear una actitud positiva hacia estos juegos: a algo que hace mucha gente y que está vinculado al glamour, al prestigio o al éxito personal.
«Las personas que piensan que más partido pueden sacar a su habilidad suelen ser las que más en riesgo están»
¿Hasta qué punto es útil la habilidad en el juego?
Los juegos de azar actuales han sufrido un proceso de desarrollo muy potente. Se han diseñado para que se disminuya la influencia que pueda tener la habilidad, pero están pensados para que pienses que puedes sacarle partido. Algunos ejemplos muy visuales pueden ser los torneos de póker. En los clásicos, en los presenciales, no hay límite de tiempo, pero en internet hay modalidades que son cada vez más rápidas. Esto hace que se reduzca el impacto de la habilidad porque no te dejan mucho margen para pensar. En el caso específico de las apuestas deportivas es muy complicado sacar partido a tu habilidad porque las cuotas que te van a ofrecer son muy bajas. Además de que tener modelos estadísticos más avanzados que las casas es muy difícil. A todo esto hay que añadir que las personas que piensan que más partido pueden sacar a su habilidad suelen ser las que más en riesgo están. Cuando te expones de manera sistemática a un agente adictivo, puede ocurrir que acabes desarrollando problemas. Por lo que la habilidad no te protege.
¿Hay mucha distancia entre jugar una primera vez y acabar apostando todo lo que se tiene?
Es un proceso progresivo. Y aunque no tenga por qué darse, sí que puede terminar en una pérdida de control que va a depender de algunas variables: tendencias impulsivas, cuestiones genéticas de cómo el cerebro procesa las recompensas u otras sociales. Otro factor que también es clave es el propio diseño de los juegos de azar, que están hechos para ser adictivos. Según los datos de los que disponemos en España, en torno al 2% de las personas que juegan tienen síntomas de adicción. Pero es que, además, hay juegos que tienen más probabilidad, como las apuestas deportivas. En los últimos datos que se han publicado del Ministerio de Consumo se veía cómo entre jugadores de apuestas deportivas entre 18 y 25 años la prevalencia de problemas era de un 12%.
«Cuando un adolescente vive en un entorno donde se accede fácilmente a oportunidades de apuestas, es fácil que no pueda valorar bien las consecuencias»
Entonces, ¿existe el juego seguro?
Juego seguro es un término que se utiliza en España para referirse al legal. Es decir, en los lugares donde se tiene una licencia. El término que se utiliza para hablar de control en el azar es juego responsable. Pero el problema de este es que casi siempre se pone la responsabilidad en la persona. El grueso de la ciencia discute sobre esto porque en un modelo muy liberalizado y hay muchos factores para que las personas pierdan el control. Entre ellos, uno central es el propio diseño del producto.
El informe de los menores de 25 años señala que son muy vulnerables. ¿Por qué les afecta más a ellos?
La juventud es un periodo en el que se producen muchos cambios en nuestro neurodesarrollo. Por un lado vamos a tener una tendencia a explorar nuevas cuestiones y por otro no tenemos maduros los sistemas de control, de toma de decisiones. Cuando un adolescente vive en un entorno donde se accede fácilmente a oportunidades de apuestas, es fácil que no pueda valorar bien las consecuencias últimas y a largo plazo de esas acciones. Por eso siempre hay que protegerles. Además de que cuanto antes se debute en el uso de agentes adictivos, más fácil es que luego se tengan problemas.
«Haría falta reducir al máximo la publicidad, sobre todo en internet, e intentar eliminar cualquier tipo de diseño en los juegos que induzca a error»
Sabiendo todo esto, ¿están suficientemente regularizados los juegos de azar?
En España, en los últimos dos años, se han tomado pasos muy interesantes en la línea de lo que se plantea desde la salud pública. Es decir, se está intentando que acceder y exponerse al agente adictivo sea más difícil. Como por ejemplo regulando la publicidad. Desde hace un tiempo no se pueden publicitar juegos de azar más allá de horarios específicos y se limitó la publicidad en internet, a no ser que tú la aceptaras. La otra línea de acción es empezar a generar entornos de juego más seguro, por lo que no se pueden diseñar de cualquier forma. Un ejemplo de esto tiene que ver con que tú tienes que establecer la cantidad de dinero con la que vas a jugar en tu cuenta y no puedes meter más en un tiempo. De esta forma se facilita que no pueda recurrir en grandes pérdidas y ayuda a la reflexión. Estos son los pasos que se han dado en España, pero haría falta potenciarlos. Es decir, reducir al máximo la publicidad, sobre todo en internet, e intentar eliminar cualquier tipo de diseño en los juegos que induzca a error. Como en el juego de la ruleta, que muestra los números que han salido mucho y otros que han salido poco. Eso no sirve para nada, pero potencia un sesgo cognitivo, una falacia, que lleva a pensar a la gente que es más fácil acertar y por lo tanto a apostar. Pero hay otras muchas.
Estos juegos están pensados para ser lo más rentables posibles. Para ello, utilizan trampas mentales y productos potencialmente adictivos que pueden acabar causando mucho daño. ¿Cómo afecta a las personas la adicción en el día a día?
Nosotros defendemos que no vale cualquier cosa para rentabilizarlos. La adicción entraña daños en un continuo muy grande. Cuando la gente piensa en los problemas en los juegos de azar, seguramente le venga a la cabeza el daño financiero. Esta es una de las cuestiones que más se ha debatido: si una persona puede gastarse todo su dinero en unas horas de juego, incluso endeudarse para siempre. Por eso si lo comparas con otras adicciones, el problema es que puede ser a futuro. Pero también es uno de los trastornos que más tasa de prevalencia de suicidio tiene. Y todos los problemas emocionales que crea: sentimientos de culpa, de frustración, etc. Y eso acompañado del daño que produce en las relaciones. Es decir: crea un daño económico, emocional, familiar y, a veces, las salidas hacia el suicidio.
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