¿Por qué algunos jóvenes pueden usar las redes sociales y los dispositivos móviles sin ningún problema de adicción o salud mental y a otros el uso de estas herramientas les perjudican gravemente? ¿Qué es lo que hace que algunos adolescentes sean más vulnerables a caer en un uso problemático y otros puedan gestionar su tiempo en internet con éxito e incluso de manera beneficiosa?
Partiendo de la base de que los jóvenes dedican una media de 3 o 4 horas a las redes sociales, es crucial para su salud mental y su ajuste psicosocial que entendamos la diferencia entre un uso beneficioso y un uso problemático y aprendamos a fomentar lo primero.
Una de las claves que previenen un uso abusivo de los dispositivos móviles, según diversos estudios, está relacionada con las habilidades emocionales. La evidencia sugiere que adolescentes con déficits en competencias emocionales como la comprensión o la regulación de sus emocionales muestran dificultades para manejar el estrés y usan estrategias poco constructivas ante dificultades como la rumiación o la culpa a otros, lo cual se vincula con un mayor uso problemático de las tecnologías de la información y la comunicación y mayores conductas de ciberacoso.
Nuestro grupo de investigación Applied Positive Lab ha desarrollado el programa MEET centrado en las competencias emocionales para un uso más saludable de internet y redes sociales por parte de los adolescentes en una etapa de cambios y transformaciones. Además, buscamos la implicación de la comunidad educativa trabajando también con docentes y con familias.
Ser conscientes del uso que hacemos
En primer lugar, una de las claves en el trabajo con los adolescentes tiene que ver con reconocer el tiempo de uso real que hacen de los teléfonos móviles, que puede ayudar a tomar conciencia del uso problemático y a reducirlo paulatinamente.
Además, buscamos conseguir una mayor identificación emocional de su uso de las redes sociales: analizamos cómo influye su estado emocional previo (por ejemplo, si acuden a los dispositivos cuando están tristes o frustrados/as) y el efecto en su estado emocional al usar sus dispositivos más tiempo del que desean.
El poder de las emociones ante el ciberacoso
En segundo lugar, trabajamos el reconocimiento de emociones que surgen de situaciones negativas en la convivencia virtual, como recibir un insulto. En lugar de recurrir a la venganza, una estrategia de regulación eficaz ante situaciones de ciberacoso puede ser comunicarse con una persona adulta de confianza para buscar una solución.
Una de las claves en el trabajo con los adolescentes tiene que ver con reconocer el tiempo de uso real que hacen del teléfono móvil
Otra estrategia para prevenir comportamientos violentos en el entorno virtual es potenciar la empatía. Entender que detrás de las pantallas hay personas que sienten permite que tomemos conciencia de qué emociones pueden sentir los demás y que comprendamos cómo nuestros propios comportamientos en el entorno digital pueden a su vez provocar en otras personas sentimientos como la ansiedad o la soledad.
Buscar tiempo para otras actividades
En el programa insistimos en la necesidad de invertir tiempo en otras actividades de ocio que ayuden a disminuir el estrés y que aumenten emociones positivas (deporte, música, organizar encuentros sociales cara a cara con amigos y amigas, etc.). Para ello, se puede planificar un horario de uso de redes sociales o establecer un control activo del tiempo de uso del teléfono móvil.
Pautas para docentes
El programa MEET busca involucrar al profesorado en la gestión del uso de las redes sociales en la adolescencia. Para ello, formaremos al profesorado en la identificación, comprensión y gestión de signos de alarma entre sus estudiantes, ayudándoles a prevenir comportamientos de riesgo relacionados con el uso problemático de las redes sociales e internet. Además, ofrecemos herramientas para apoyar y orientar al alumnado que pueda estar siendo víctima de ciberacoso.
El enfoque de estas intervenciones es muy práctico, y se basa en discusiones grupales sobre incidentes relacionados, resolución de casos o juego de roles. Buscamos de esta manera que los docentes entrenen sus habilidades emocionales, mejoren su interacción con los alumnos y tengan mayor capacidad de enfrentarse y resolver los problemas relacionados con las tecnologías digitales y la comunicación con las familias.
Talleres prácticos para las familias
Desde nuestro enfoque pretendemos informar y dar a conocer a las familias aspectos relacionados con el uso de las nuevas tecnologías mediante talleres prácticos que les permitan detectar y gestionar situaciones de uso problemático. De esta forma, abordaremos herramientas de supervisión parental y fortalecimiento de los lazos familiares para reducir el impacto del uso abusivo del móvil en la adolescencia, como los «contratos de uso de los teléfonos móviles».
El uso de las redes sociales en la adolescencia es una cuestión muy compleja y de alto impacto social, por lo que hemos elegido una aproximación preventiva del uso problemático y el ciberacoso. A pesar de que la mayoría de comunidades autónomas ha prohibido o limitado el uso de los móviles en los centros educativos, la formación en un uso saludable sigue siendo necesaria. Desde el programa MEET apostamos por el desarrollo de herramientas emocionales con el alumnado y con otros agentes clave en estos contextos como el profesorado y las familias.
Cirenia Quintana-Orts es profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de Málaga, Universidad de Málaga; Lourdes Rey Peña es profesora Titular de Universidad. Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Universidad de Málaga y Sergio Mérida López es profesor Ayudante Doctor en el área de Psicología Social, Universidad de Málaga. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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