Siete retos para lo que queda de año

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Salomé Herce

@Salomator

Según datos del CIS, en España, 9 de cada 10 personas consideran fundamental reducir el clima de crispación. La polarización que, como vemos, preocupa realmente a la ciudadanía, es uno de los desafíos decisivos de nuestro tiempo. Se suman otros como gestionar adecuadamente la transición ecológica, situar a la juventud en el centro de las políticas públicas, mejorar la productividad, acertar con la financiación o determinar qué papel queremos que tenga España en la Unión Europea.

«Como se ha puesto de relieve en los documentos distribuidos en la reunión de Davos de este año y, en palabras de la presidenta de la Comisión Europea: ‘El mundo atraviesa una era de conflicto y confrontación, de fragmentación y miedo’». Recuerda estas palabras de Ursula von der Leyen el economista y exministro Jordi Sevilla, director de Contexto en la Unidad de Inteligencia de LLYC. Es, además, autor principal del documento Retos España 2024, informe que identifica los fenómenos clave que requieren especial atención y los desafíos para los que se precisan políticas públicas fuertes de manera urgente.

¿Cuáles son, según este informe, los sietes grandes retos o desafíos que afronta España a lo largo del 2024?

Legislatura con amistades peligrosas

Con una geometría variable en el Congreso de los Diputados, y líneas rojas trazadas desde diferentes fuerzas políticas, hemos iniciado la legislatura más frágil de la democracia, que augura votaciones de resultado incierto hasta el final y una menor producción legislativa que en periodos anteriores. Sin embargo, esto no tiene por qué traducirse en una legislatura más breve, pues no parece que exista una mayoría alternativa a la que hizo posible la investidura de Pedro Sánchez. Lo que sí se prevé son tramitaciones más dilatadas en la aprobación de leyes, debido a la mayoría alternativa que sí existe en el Senado. La amnistía, los presupuestos generales o los últimos casos conocidos de corrupción no ayudan a rebajar un ambiente político tenso, que parece que seguirá marcando el tono de la legislatura.

Juventud española: contra la brecha generacional y social

Las cifras de empleo juvenil o, mejor dicho, de desempleo juvenil, no arrojan optimismo en cuanto a la situación de las generaciones más jóvenes. La tasa de paro en la población joven duplica al del resto de la población activa (29,8% frente al 13% según cifras de 2022). A esto se suman la precariedad laboral y el subempleo, que hacen que la mitad de las personas jóvenes en España tengan problemas para llegar a fin de mes y que 3 de cada 10 se encuentre en situación o riesgo de pobreza (el 30,3% de los jóvenes entre 16 y 29 años, casi cuatro puntos más que la media de la UE27). Como sabemos, los datos económicos afectan a muchos otros de carácter social: la edad de emancipación, el acceso a la vivienda o la tasa de natalidad.

Financiación autonómica

El modelo de financiación autonómica, considerado «demasiado enrevesado y poco transparente» es otra piedra en el zapato del Gobierno actual, que provoca la desigual distribución de recursos por persona entre las diferentes comunidades autónomas. Se trata de un modelo que entró en vigor en 2009, y que está generando una creciente diferencia entre los ingresos y los gastos en varias comunidades autónomas (Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana). A pesar de gastar menos que la media, están peor financiadas y esto las obliga a endeudarse fuertemente. En el marco actual de polarización política, parece complicado llevar a efecto la revisión de un modelo obsoleto.

Productividad: 3% PIB en I+D+i en 2030

En prácticamente todos los sectores de la economía española se registra una menor tasa de crecimiento de la productividad con respecto a la media europea. En cuanto al nivel de innovación, según el Global Innovation Index de 2022, el país ocupa la posición 18.ª en Europa y 29.ª a nivel mundial. El tamaño empresarial del tejido productivo, la estructura de las empresas, la capacitación del capital humano, el marco regulatorio y la escasa inversión en I+D+i (un 1,2% del PIB en el periodo 2000-2021, 0,8 puntos por debajo de la media en la Eurozona) explican estos datos. Las soluciones propuestas son: aumentar el gasto en innovación (hasta alcanzar el 3% del PIB en 2030) e incentivar la colaboración público-privada.

Cuentas públicas sólidas

Será necesario avanzar hacia una mayor consolidación de las cuentas públicas. La reciente reforma del marco de gobernanza económica de la UE contempla la reducción de las ratios de deuda pública y déficit «de una manera gradual, realista, sostenida y favorable al crecimiento» para que sea compatible con los objetivos marcados desde Europa en ámbitos como la transición digital o la emergencia climática. La Comisión Europea prevé que el déficit de la Eurozona sea inferior al 3%, con nueve países todavía superándolo, entre ellos España.

Unión Europea

Del 6 al 9 de junio los Estados miembros de la UE acudirán a las urnas para elegir su representación en la Eurocámara. El nuevo equilibrio político resultante de las elecciones al Parlamente Europeo tendrá implicaciones con todas las políticas públicas en marcha: el Pacto Verde, la política migratoria y de asilo, el mercado interno y la protección de los consumidores, entre otras. Veremos el papel que España quiere jugar en los grandes debates abiertos en todas estas materias y «hasta qué punto los líderes europeos apuestan por una autonomía estratégica que vaya más allá de impulsar su capacidad defensiva y blindar sus fronteras».

Retos ambientales

Antes de fin de año se sucederán varios hitos en la agenda política y social de España relacionadas con las políticas medioambientales y de sostenibilidad: la entrada en vigor de la Ley de Movilidad Sostenible, el avance en las políticas públicas hacia la economía circular y la transposición de directivas europeas en materia de sostenibilidad. Conseguir una mayor cohesión normativa en cuanto a la ordenación del territorio para la implantación de energías renovables o la gestión del agua será uno de los retos clave.

Cuando el 31 de diciembre de 2024 echemos la vista atrás y, como cada año al cierre del ejercicio se haga balance de los últimos doce meses, los progresos en estos siete ámbitos serán protagonistas. ¿Habremos avanzado con éxito realmente en cada uno de estos retos expuestos? En palabras de Jordi Sevilla: «Solo el camino del diálogo y los acuerdos van a permitir consolidar lo que nos une, lo que tenemos en común, respetando aquello que nos diferencia y desde esa posición democrática, prepararnos para hacer frente a los desafíos disruptivos que nos está planteando ya este siglo XXI que está yendo por veredas muy alejadas de aquellas que se anticiparon cuando se inició tras la caída del comunismo. Así, solo trabajando juntos podremos hacer frente a las dos amenazas que rondan hoy sobre la propia especie humana: el colapso ecológico y la inteligencia artificial generativa sin control».