Cultura

Cinco niñas en la literatura mundial

La historia literaria contempla todo tipo de protagonistas, entre los cuales destacan niñas con capacidades que, en muchos casos, resultan inaccesibles a los adultos.

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15
enero
2024

Todavía hay quien asegura que la literatura no es cosa de niños. Algunos, incluso, se atreven a decir que de niños tal vez, pero no de niñas.

Pero la literatura abunda en libros que, si bien no están en la sección infantil de las bibliotecas, tiene como protagonistas absolutos a niños y, sí, también e incluso más, a niñas. Niñas valientes, aventureras, inteligentes y libres de las cortapisas impuestas por el mundo adulto.

Momo

Michael Ende alcanzó la fama mundial con La historia interminable, en la que Bastián, el protagonista, es un niño solitario apasionado por la lectura y que, a través de ella, se ve inmerso en una aventura inolvidable para salvar el reino de Fantasía. Pero, antes de La historia interminable, Ende ya había alcanzado el reconocimiento de la crítica y los lectores con Momo, en que la protagonista es una niña.

Considerada un clásico de la literatura juvenil, en esta novela la joven protagonista se enfrenta a los hombres grises, que roban el tiempo a las personas, únicamente armada de su magnífica capacidad para escuchar a los demás. Momo es una niña que reflexiona mucho antes de actuar y con una capacidad de empatía que le permite solucionar los conflictos que la mayoría de personas tienen, entre ellas, justamente por no prestarse atención.

Matilda

Otro autor famoso por sus obras orientadas a quienes aún no han alcanzado la mayoría de edad es Roald Dahl. Considerado como uno de los más grandes autores de temática «infantil», Dahl nos ha regalado numerosas obras memorables. En una de ellas, titulada con el nombre de su protagonista, Matilda, nos embelesa con una historia cuyas enseñanzas no están únicamente dirigidas a los menores.

Matilda, con tan solo 5 años, tiene una mente brillante que se rebela contra la costumbre de sus padres de ver la televisión. A Matilda le gusta leer, muchos libros, todos los que el tiempo le permita. Gracias a su afición a la lectura consigue dominar su capacidad de telequinesis y emplearla para realizar acciones que ayuden a los demás.

Ana de las tejas verdes

En 1908, la escritora canadiense Lucy Montgomery publicó el primer volumen de la que se convertiría en una de las sagas más longevas de la literatura protagonizada por niñas. Ana de las tejas verdes inauguró una larga serie de libros en que la niña protagonista hace justamente bandera del hecho incontestable de que una niña puede hacer no solo lo mismo que cualquier niño, sino incluso más. Su capacidad para narrar historias la convierten en una eminencia entre sus amigos y permite que transforme cualquier accidente cotidiano en una aventura de proporciones épicas.

Las niñas que protagonizan obras literarias muestran una valentía e inteligencia de las que carece el mundo adulto

Alicia en el país de las maravillas

Otra fascinante saga literaria que tiene a una niña por protagonista es la que inmortalizó el escritor y matemático británico Lewis Carroll. En realidad, a la joven protagonista, Alicia, Carroll dedicó únicamente dos libros: Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Pero en ambos, Alicia, la joven protagonista, no vive sus aventuras de manera que se orienten únicamente a los lectores menores de edad.

Las obras de Carroll alcanzaron la popularidad, justamente, entre el público adulto. La capacidad de la joven Alicia para deambular por un mundo absolutamente estrafalario y poblado de seres extraños que enloquecerían a cualquier humano es soberbia. Llevada por el aburrimiento, sigue a un conejo blanco que se cruza con ella en el jardín familiar. Nada fuera de lo normal, salvo que el citado conejo viste chaleco y chaqueta y mira continuamente un reloj de bolsillo. En su persecución del conejo blanco, entra, tras él, en su madriguera y se interna en un mundo poblado personajes estrafalarios que le enfrentan a numerosas aventuras que logra sortear gracias a su capacidad lógica.

Pasado el tiempo, a Carroll se le ha acusado de pedofilia tras salir a la luz las fotografías que había tomado, junto a otras niñas, a quien sirvió de modelo para sus libros, la pequeña Alicia Liddell, que en el momento en que Carroll la fotografió tenía apenas 4 años de edad.

Lolita

Internándose igualmente en el escabroso terreno de la pedofilia, aparece una de las heroínas menores de edad más famosas de la literatura adulta: la Lolita de Vladimir Nabokov. Dolores, una niña de 12 años, es el sueño erótico de Humbert Humbert, el protagonista de la obra, que enloquece llevado por lo que él considera seducción por parte de la menor. Lolita es sin ninguna duda una de las obras maestras de la literatura universal, y su título se utilizó de manera popular, en adelante, para referir a aquellas adolescentes dotadas de una desmesurada capacidad de seducción.

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