España, paraíso arqueológico

Nuestro país es rico en yacimientos arqueológicos que nos han ido desvelando, con el tiempo, ese crisol de civilizaciones que compone nuestro pasado. En la actualidad, gracias en parte a la tecnología aplicada a la arqueología, los descubrimientos se suceden a un ritmo importante.

El año pasado se descubría en la ciudad de Toledo un complejo termal romano que revestía más importancia de la que aparentó en inicio. Bajo las piscinas, las galerías de servicio y los conductos de almacenamiento, había tres niveles arquitectónicos, cuando lo habitual es encontrar uno solo. Lo que implican estos nuevos niveles es la existencia de una ciudad bajo las termas. Una ciudad por la que se movían los trabajadores que alimentaban y limpiaban hornos y piscinas. Y esto nos dice mucho de cómo era la vida en aquellos tiempos.

En la costa gaditana, concretamente bajo las dunas de las playas de Caños de Meca, se hallaron, también en 2022, otras termas romanas. Estas no cuentan con los tres niveles de las de Toledo, pero representan un ejemplo único de complejo termal rural. El mismo, que data del siglo I, servía para proporcionar un servicio de higiene a los trabajadores de las almadrabas y fábricas de salazones de la época.

También el pasado año, arqueólogos de la ciudad de Granada documentaban un nuevo hallazgo en la antigua ciudad de Bayra (Almería), destruida por un terremoto en 1518. El equipo de investigadores encontró cerámicas de importación italianas, valencianas y sevillanas, que permiten reescribir la historia de una ciudad que, ahora se sabe, contaba con un importante comercio mercantil que se internaba en el Mediterráneo.

Pero la joya de la corona, en lo que a arqueología se refiere, del año pasado en nuestro país es el Dolmen de Guadalperal. En este caso, fue la crisis climática la que cooperó al hallazgo. Debido a las fuertes sequías, los mínimos históricos en el cauce del Tajo, a su paso por Cáceres, dejaron al descubierto un círculo de piedras históricas que supone el yacimiento neolítico más grande encontrado en nuestra península.

Atapuerca y la Cueva de Altamira son ejemplos de la riqueza arqueológica que podemos encontrar en España

Quién sabe si el que ya es conocido como  Stonehenge español, no revestirá la importancia que tiene la Cueva de Altamira. Esta cavidad fue descubierta en un promontorio rocoso de Cantabria por el tejero Modesto Cubillas, en 1868. Su importancia radica en las pinturas policromadas y dibujos al carbón que pueblan sus paredes. Perfectamente conservadas, dichas pinturas descubrieron al mundo el modo de cazar y vivir de nuestros antecesores, y fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.

También en 2022 se realizaron nuevas excavaciones en el yacimiento conocido como las Casas del Turuñuelo. Este yacimiento, en que se han encontrado piezas de artesanía diversas e incluso restos fósiles de animales sacrificados, principalmente caballos, se encuentra en Gurueña (Badajoz) y perteneció a la cultura tartésica. Este mismo año, además, se han descubierto los restos de cinco relieves en piedra que representan rostros femeninos.

Y si hablamos de relieves de rostros femeninos, es inevitable referirse a la Dama de Elche, una de las figuras más famosas de la cultura íbera. Hoy ocupa un lugar privilegiado en el Museo Arqueológico Nacional, pero en 1897, cuando fue encontrada de manera totalmente casual, se encontraba en un escondrijo hecho con losas diversas adosado a una muralla del yacimiento de la Alcudia.

Entre los descubrimientos más recientes y sorprendentes está el de la primera sauna visigoda hallada en la Península Ibérica. Esta se ha encontrado en el yacimiento de la Cabilda, en Hoyo de Manzanares (Madrid), un antiguo asentamiento visigodo rural de viviendas semirrupestres que está siendo excavado desde 2014.

Los descubrimientos arqueológicos, por supuesto, van más allá del primer momento en que salen a la luz. Así ha ocurrido con San Juan ante Portam Latinam, un abrigo rocoso de escasos 20 metros cuadrados situado la localidad alavesa de Laguardia. Lo que se encontró en su interior, en 1985, fue una gran acumulación de restos humanos de hace unos 5.000 años fosilizados. Sus huesos presentaban traumas varios que, tras un nuevo estudio realizado este mismo año, ha desvelado que fueron producidos en un conflicto a gran escala, organizado y sostenido en el tiempo, durante el Neolítico.

Aunque, pensando en restos fósiles, los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca siguen estando a la cabeza del prestigio internacional. Allí se encuentran restos de 5 especies de homínidos, aparte de otros muchos del último millón y medio de años. Se trata de uno de los yacimientos más importantes del planeta, y su contribución al conocimiento de la evolución del ser humano es innegable.

Sin duda, nuestro país es un paraíso para la arqueología y, por tanto, para el conocimiento de nuestro pasado.