Agua

El Nilo, más que un río

Los conflictos hídricos están ganando presencia en el debate colectivo, sobre todo por su impacto directo en las cuestiones climáticas. El río Nilo es el más largo del mundo y, por tanto, los desafíos que atraviese no solamente serán fundamentales para la región, sino también para el planeta.

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05
diciembre
2023

Con 6.650 kilómetros de longitud, el río Nilo es el más largo del mundo. No es solamente una de las masas de agua más grandes del mundo, sino también un entorno natural único, un hábitat para muchas especies, hogar y fuente de supervivencia para muchas personas. Pero un río también puede ser un espacio de conflicto, una frontera, una tensión natural. Un río no es nunca solamente un río, y María Prim nos lo muestra en la exposición en Casa Árabe con una mirada antropocéntrica inaudita después de recorrerlo durante semanas.

Blanca de la Torre, comisaria de la exposición, describe este recorrido como un relato, una narrativa en la que Prim se ha acercado al Nilo para escuchar las historias que contiene, utilizando su trazo natural como eje articulador a partir del cual se relacionan elementos naturales, poblaciones humanas y animales, alteraciones del entorno debido a la acción humana, desde rutas comerciales a contaminación de sus aguas por la industria. Explica que el título de la exposición está inspirado en las palabras de Hassan Fathy, pionero de la arquitectura sostenible, que siempre explicaba que «una puerta no es solo una puerta, sino una frontera entre el mundo exterior y el interior».

Un río también puede ser un espacio de conflicto, una frontera, una tensión natural

La muestra es el resultado de todo lo recopilado durante la residencia en Luxor de la artista, que pudo conocer de primera mano el ecosistema y sus principales amenazas. Si bien lo interesante era analizar la entidad del río como ser, la exposición es una recopilación de historias, leyendas, mitos y narraciones orales en lo inmaterial pero también hay elementos físicos y corpóreos como piezas de construcciones ancestrales y arquitectura vernácula que permiten al espectador establecer una relación de cercanía con los objetos y sumergirse completamente a una experiencia cultural y de los sentidos. Así, fotografías, cerámicas, dibujos, cortos de vídeo e imágenes de archivo acompañan en todo el recorrido de la exposición, guiando, como el río, a través de las diferentes salas y estaciones.

Lo que seguramente genera más interés de toda la pieza es la propuesta artística de Prim, que después de analizar y recopilar como puntos iniciales de su trabajo, propone una serie de nuevas narrativas para explorar alternativas para hablar sobre el agua. Con una firme mirada en perspectiva de género, la artista también pretende dar luz a la invisibilización de las mujeres árabes en la esfera social en su labor de recuperar epistemologías tradicionales y desplazar el foco antropogénico que hemos dado a lugares excepcionales como la ribera del Nilo en otras interpretaciones que ponen su atención en la composición de los elementos de su paisaje.

En palabras del equipo de Casa Árabe en Madrid, los bloques conceptuales de la ruta se encuentran interconectados, entre los que «la artista navega con agilidad entre distintas temporalidades que nos trasladan desde siglos remotos al presente, haciendo uso de una sofisticada fusión entre ficción y realidad, leyendas y episodios históricos». De nuevo vemos la voluntad de mostrar la relación entre las diferentes interpretaciones de un mismo lugar, mezclando su historia, situación actual, oportunidades y desafíos.

Esta introspección en el río Nilo, más allá de ser un gran caso de estudio, es un esfuerzo que se debería hacer con más espacios naturales del mundo que se encuentran actualmente amenazados de forma sistémica por un modelo que los destruye y pone en peligro su unicidad y entorno. El agua será uno de los retos más grandes de la crisis climática, y los ríos pueden prepararse o pueden secarse. En esta lucha en la que no hay tiempo que perder, se hace crucial conocer y poner en relieve el valor de ríos, montañas, mares, océanos, bosques, desiertos y otros espacios naturales que, en efecto, son mucho más que esto.

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