América Latina y la geopolítica del clima

Artículo

Fran Sánchez Becerril

@fransanchezbe

En la encrucijada de desafíos ambientales y la necesidad de una acción global, América Latina emerge como un actor crucial en la geopolítica del clima. La región, rica en biodiversidad y recursos naturales, se encuentra en la primera línea de batalla contra los impactos del cambio climático. A medida que los fenómenos climáticos extremos se intensifican, el clima adquiere un papel protagónico en la agenda de los países latinoamericanos.

Por un lado, la región tiene un papel propio más que notable por el que necesita salvarse a sí misma de las consecuencias del cambio climático. La vulnerabilidad de los países latinoamericanos ante el calentamiento global no es una novedad: eventos climáticos extremos como huracanes, sequías e inundaciones han afectado a la región de manera desproporcionada. Estos países, muchos de los cuales son economías en desarrollo, enfrentan el desafío de adaptarse a estos cambios mientras buscan un desarrollo sostenible. A ello debemos sumar cómo el aumento del nivel del mar amenaza a las comunidades costeras, la escasez de agua afecta a la agricultura y las ciudades enfrentan riesgos crecientes de eventos climáticos extremos.

Por otro lado, está más que claro que Latinoamérica puede tener un papel clave en la lucha contra el cambio climático en general, especialmente por un denominador común: la selva amazónica. También conocida como el pulmón del planeta, desempeña un papel vital en la purificación del aire y la regulación del clima global.

Países como Colombia, Perú y Brasil tienen un enorme potencial para avanzar en la reforestación de las selvas

La capacidad exacta de la Amazonía para limpiar el aire se deriva de varios procesos biogeoquímicos que ocurren en este vasto ecosistema. Si bien desempeña un papel crucial en la purificación del aire y la regulación climática, es importante tener en cuenta que este ecosistema está bajo amenaza debido a la deforestación y actividades humanas. La pérdida de bosques en la región puede reducir su capacidad para actuar como sumidero de carbono y afectar negativamente la calidad del aire a nivel local y global. Consciente de su importancia, los gobiernos latinoamericanos han visto una oportunidad geopolítica en su conservación.

Condonar deuda por salvar la Amazonía

Cuando Gustavo Petro acababa de subir al poder en Colombia, el analista y sociólogo Jorge Galindo –que ha estado años descifrando la realidad de América Latina para medios como The New York Times o El País– resaltaba que «una de las políticas públicas interesantes del Gobierno de Petro es el intercambio de deuda externa por reducción de las emisiones netas de carbono. Y es importante lo de netas, porque la capacidad de reforestación en países como Colombia, Brasil o Perú es gigantesca. Eso, puesto en emisiones netas, puede ser extremadamente beneficioso».

Petro presentó ante la Asamblea General de Naciones Unidas una propuesta que otros líderes de Latinoamérica ya habían intentado poner en la agenda mundial: que el sistema global reduzca la deuda económica externa de los países, a cambio de cuidar el pulmón del planeta. «Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza», señaló el presidente colombiano.

La propuesta del mandatario llegó a buen puerto, ya que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró a favor de la propuesta de cambio de deuda en todo el mundo por acción climática y para ello hará la propuesta al Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro de la lucha contra los efectos del cambio climático.

Pero no solo eso, sino que, en la lucha contra la crisis climática, Estados Unidos anunció que aportará 500 millones de dólares para el Fondo Verde, propuesto por Colombia para salvar la selva amazónica.

De este modo se comprueba cómo la geopolítica ya no solo se basa en alianzas históricas o intereses económicos, el clima ha entrado fuertemente en la pugna de las relaciones entre los países.