La ciudad nos une: cómo Barcelona fomenta la inclusión laboral

Artículo

Elena Damiá

@barcelonamasb

«Queremos que Barcelona disfrute y represente el talento de su ciudadanía y de la diversidad social que la caracteriza. Para ello, las empresas son un actor clave que puede generar oportunidades laborales inclusivas que no dejen a nadie fuera y que favorezcan que emerja talento. Las empresas que trabajan con el propósito de generar un impacto positivo en la sociedad son empresas que miran hacia el futuro que necesita la ciudad». Así se inicia el manifiesto de Treballem+B, una campaña que desde Barcelona+B impulsamos para visibilizar las buenas prácticas que se están dando en materia de inclusión laboral en la ciudad condal y facilitar relaciones entre distintas instituciones, animando a que más empresas se sumen.

Con motivo de la campaña, hasta la fecha, nos hemos reunido con más de veinte entidades de diversos sectores con un mismo propósito: lograr una ciudad más justa y equitativa. Queremos que se favorezca la inclusión laboral y la erradicación de la discriminación por origen socioeconómico, capacidades, edad, etnia, género, orientación sexual, etc. Estas entidades con las que nos hemos reunido nos demuestran que Barcelona es un escenario que teje redes de colaboración que multiplican su impacto positivo en la ciudad. En este artículo, coincidiendo con el Día Mundial de las Ciudades, compartimos tres formas de promover ciudades más inclusivas y de visibilizar su riqueza a través de la transformación de las empresas. La base de estas tres iniciativas: nutrirse de la realidad social de las comunidades donde vivimos y trabajamos.

Tomar conciencia de la diversidad

Hemos observado que un motivo que lleva a una empresa a comprometerse con medidas que favorezcan la inclusión es, justamente, darse cuenta de que ya está siendo una empresa con una plantilla muy diversa. Quadpack es un caso representativo de ello. Es una empresa con presencia en 13 países, y cuenta con una plantilla que proviene de 45 nacionalidades distintas, el 60% de las cuales son mujeres, y también con una representación total equitativa de personas de diferente edad, incluyendo jóvenes en prácticas y empleados de más de 65 años. Según explica David Ackley, vicepresidente del área People en Quadpack «esta variedad en la plantilla es todo un reto, entre otros motivos porque las expectativas vitales varían mucho entre las distintas personas, y ha llevado a la compañía a tomar nota de las características y la situación de sus trabajadores e implementar un plan para observar cómo aprovechar esta diversidad de la que disfrutan». El plan se llama Diversity, Equity, Inclusion & Belonging (DEI & B Plan) y ha empezado recogiendo opiniones de todos los empleados del grupo empresarial a través de una encuesta interna, que complementarán más adelante con focus group. Tras estas preguntas, quieren analizar cómo es percibido el sentido de pertenencia en la compañía por los distintos trabajadores. También, detectar mejor y visibilizar la diversidad de la plantilla. En ocasiones, no todo el mundo expresa su situación públicamente y eso genera una espiral de silencio. Por ello, de acuerdo con Ackley, es bueno, en primer lugar, tomar conciencia.

Compartir experiencias entre grandes empresas

Conocer la realidad social de la que se compone la organización en sí es una buena práctica para avanzar a un tipo de gestión más equitativa y justa, pero se puede ir más allá. Descubrir otras realidades empresariales y compartir las buenas prácticas entre empresas es una oportunidad excelente para construir un conocimiento colectivo de gran valor. Y esto también se está produciendo en la ciudad condal. Tal y como sostiene Sandra Martinez-Rovira, directora de Talent & Culture en Quadpack, «Barcelona sirve de espacio para reunir a los profesionales de empresas de gran tamaño que lideran este tipo de propósito en su compañía a través de la Cross-company Network». Cada compañía ofrece sus oficinas para debatir y compartir buenas prácticas en temas como diversidad, género y salud mental. En alguna ocasión, de estas charlas privadas ha surgido el acuerdo de emprender iniciativas públicas, como por ejemplo la campaña Construir Puentes, que concluyó con un evento abierto en Casa SEAT, «Construir puentes para la diversidad», el pasado mes de mayo.

Otra iniciativa que nos entusiasma de esta agrupación es la del cross-mentoring, un programa de mentoría entre empresas, donde cada compañía ofrece tres mentores expertos en su ámbito y tres mentees para ayudarse a mejorar y aprovechar el talento y el liderazgo de sus trabajadores. Además del propósito, las empresas de la Cross-company Network comparten una dificultad: gestionar equipos de personas en estructuras grandes y complejas. Son casos que requieren de un conocimiento muy específico y que repercuten en la vida de centenares de ciudadanos que trabajan en la empresa. Por eso, que las compañías abran sus puertas para compartir conocimiento es una solución práctica y directa que beneficia a las organizaciones entre sí, pero también a la ciudad.

Compartir diagnóstico entre sectores distintos

Barcelona+B es una iniciativa público-privada con una visión: que las ciudades pueden ser mejor para las personas y para el planeta, liderando la transformación sostenible, si se entrelaza a los principales agentes de cambio de la comunidad: empresas, gobierno, academia y ciudadanía. De hecho, los socios estratégicos que lideran Barcelona+B representan parte de esta diversidad: la Fundación B Lab Spain, EADA Business School, la empresa Ferrer y el Ayuntamiento de Barcelona, a través de su agencia de promoción económica Barcelona Activa. Esta gobernanza entre actores que se complementan es el ejemplo perfecto de las dinámicas que hemos estado buscando cuando hemos elaborado la campaña por la inclusión que mencionamos al principio de este artículo: Treballem+B.

Liderar la transformación sostenible es posible si se entrelazan empresas, gobierno, academia y ciudadanía

Para Treballem+B (Trabajamos más bien en catalán) hemos juntado en diferentes sesiones a personas expertas en inclusión que provienen de instituciones de diferentes sectores: empresarial, social, académico y público. Nos sorprendió la respuesta compartida de quienes asistieron a la primera sesión: estaban agradecidos de haber participado en un espacio con personas provenientes de sectores tan diferenciados entre sí. Nos dimos cuenta de que entrelazar actores de sectores distintos, aun con objetivos compartidos, no es algo tan habitual. A través de estas sesiones compartimos diagnóstico en torno a los factores que dificultan la inclusión laboral y visualizamos herramientas que facilitan soluciones que mejoran la diversidad laboral. Uno de los factores de exclusión más relevantes detectados fue el estigma y la desinformación generalizada entre la ciudadanía y entre las empresas que podrían abrir procesos de selección más inclusivos. Por ello, se observó que es necesario visibilizar buenas prácticas que rompan estigmas y facilitar herramientas y recursos que ya existen pero se desconocen.

Gracias a estas sesiones, hemos establecido relaciones entre actores y hemos iniciado un proceso de aprendizaje y sensibilización sobre la realidad social y el trabajo que realizan los distintos agentes que están ya impulsando un cambio en la ciudad de Barcelona. En especial, nos parece de gran valor, aunque merece un capítulo aparte, todo el apoyo brindado por la red por la inclusión de Barcelona (la XIB). Esta red, impulsada por el consistorio a través del Instituto de Personas con Discapacidad, incluye más de una decena de servicios de inclusión laboral que también trabajan conjuntamente para unificar esfuerzos. Y es que los puentes son mucho más sencillos de construir si utilizamos de base la misma ciudad donde cohabitamos.