El futuro de la formación en épocas de ‘permacrisis’

Artículo

Ana Delgado

A medida que nos adentramos en un mundo cada vez más digitalizado, son varios los sectores de la sociedad los que se ven influenciados por esta constante evolución. Entre ellos, la educación y la formación. Ambas destacan como áreas que están sufriendo cambios significativos en sus sistemas, experimentando así una notable transformación en el sector impulsadas por avances tecnológicos y desafíos socioeconómicos.

Entre estas tendencias, sobresale la creciente demanda de habilidades y competencias digitales, personalización del aprendizaje mediante herramientas tecnológicas como la IA, la educación enmarcada dentro de la formación online, así como la puesta en valor de las ya conocidas soft skills. Así, en un entorno laboral en el que cada vez estamos más interconectados, el futuro de la formación no solo ha de basarse en los conocimientos adquiridos durante la etapa educativa sino también, de elaborar una serie de habilidades que nos permitan avanzar y mejorar en un mundo en constante evolución, porque adaptarse ya no es una opción.

Un aspecto clave que ha marcado un antes y un después en el futuro de la formación es el aprendizaje online, así como la semipresencialidad. La flexibilidad y el amplio abanico de posibilidades que ofrece esta modalidad de aprendizaje permiten a los estudiantes acceder a cursos y programas de cualquier lugar del mundo, eliminando las barreras geográficas y horarias. Para ello, las aulas virtuales y las plataformas de e-learning juegan un papel fundamental y es por ello por lo que se continuará mejorando la calidad y servicio que permiten la interactividad de la educación en online.

Las competencias digitales y tecnológicas, por supuesto, continuarán marcando este proceso de transformación del sector ya que, a medida que la tecnología continúa transformando la economía global, las habilidades digitales se vuelven cruciales. La formación en programación, análisis de datos, ciberseguridad y otras aptitudes tecnológicas se volverán más esenciales que nunca para poder dar respuesta a la demanda de la sociedad.

La permacrisis es definida como un largo periodo de inestabilidad e inseguridad

Por otro lado, ante un panorama en constante transformación, las empresas y los profesionales han reconocido que no basta con tener habilidades y conocimientos técnicos, sino que es fundamental desarrollar una serie de competencias socioemocionales. Trabajar en el desarrollo de habilidades blandas o soft skills que integran aspectos como la comunicación, la inteligencia emocional o la creatividad, son imprescindibles para poder poner en valor aptitudes de los empleados que la tecnología como las nuevas herramientas de IA no puede producir. A medida que la automatización se generaliza en muchas industrias, habilidades como la comunicación, la empatía, el pensamiento crítico y la resolución de problemas cobran una especial relevancia. La formación se centrará en el desarrollo de estas habilidades que son esenciales para el trabajo en equipo y el liderazgo efectivo.

Pero si hay un gran protagonista dentro de esta área podemos decir que se trata de la personalización del aprendizaje gracias al uso de la inteligencia artificial. Los algoritmos de dicha herramienta que pueden adaptar el contenido y la dificultad de los cursos podrán ayudar al estudiante a alcanzar sus metas y objetivos establecidos acorde a sus necesidades. Sin duda, un gran avance que permitirá continuar con la formación de los alumnos en las áreas que necesiten desarrollar o en aquellas de las que necesiten un mayor refuerzo.

Con el objetivo de fortalecer la personalización del proceso de aprendizaje, la gamificación, que ya se emplea en la actualidad, adquirirá una relevancia aún mayor en el futuro. Esta tendencia innovadora impulsada gracias a los avances tecnológicos y herramientas digitales tiene como objetivo dentro del sector estimular, motivar y promover la participación del alumnado al implementar elementos y dinámicas típicos de los juegos en contextos no recreativos, como la formación con el fin de generar un compromiso más sólido.

Desde mi punto de vista, es esencial que escuelas de negocio como The Valley, creada con el objetivo de ofrecer soluciones basadas en tecnología para la formación, la selección de talento y la digitalización, nos mantengamos a la vanguardia de estas tendencias en formación para preparar a nuestros alumnos de manera efectiva en un mundo lleno de cambios.

Todas estas tendencias nacen bajo la respuesta de un estado actual de la sociedad en el que nos encontramos en permacrisis, donde los cambios y la incertidumbre son constantes. Este concepto, acuñado por el diccionario Collins y que es definido como un largo periodo de inestabilidad e inseguridad como consecuencia de respuestas y conflictos que surgen permanentemente, subraya la importancia de estar siempre listos para abordar los desafíos cambiantes. Para evitar vernos sobrepasados por este contexto, tengamos en cuenta aspectos la importancia de saber cambiar nuestra perspectiva, fortalecer nuestras redes de apoyo y fomentar la innovación entre otros, pero, sobre todo es esencial considerar la formación constante.

Estar al día de las tendencias que van surgiendo y que marcan el camino hacia el futuro es más importante que nunca y en este aspecto las instituciones educativas orientadas hacia la tecnología como The Valley tienen una responsabilidad y un papel fundamental en el futuro de los alumnos que buscan prepararse para el mundo laboral y empresarial del siglo XXI. Como escuela de referencia en business & tech, ofrecemos a los estudiantes las herramientas, los conocimientos y las habilidades necesarios para prosperar en un entorno cambiante. La capacidad de adaptarse y aprender de manera continua se ha convertido en una competencia esencial, y estas instituciones educativas están allanando el camino para el éxito de sus estudiantes en un futuro cada vez más dinámico y competitivo.

Ana Delgado es Chief Education Officer de The Valley.