Cultura
Por qué no tenemos canción del verano
Un cambio de modelo en la industria y unos artistas que buscan diferenciarse han abocado a la canción del verano al ocaso. La carrera por convertirse en la música que suena en cada chiringuito es cosa ya del siglo XX y no del XXI.
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Han pasado más de 20 años desde que Sonia y Selena sacaran la que se convertiría en la canción del verano de 2021, Yo quiero bailar. A pesar de su veintena, este hit vuelve cada estío a los bares, discotecas y orquestas de todo el país, porque es un éxito de la industria musical «cuando llega el calor». King África y La bomba también forman parte de la historia melódica veraniega, al igual que otros temas como el Aserejé de Las Ketchup, el Torero de Chayanne o la Macarena de Los del Río.
A pesar de que llevemos décadas teniendo más que claro qué cantinela se asocia con los meses de julio y agosto, «este año no habrá canción del verano». Así de tajante se muestra Pedro del Corral, periodista cultural especializado en música, que añade: «Por más que Aitana, Quevedo, Vicco y Manuel Turizo aparezcan en las quinielas, no conseguirán este preciado título».
Nos enfrentamos al ocaso de la canción del verano y los motivos son varios. Uno de los principales es que los artistas buscan una producción que les permita diferenciarse del resto y que, por tanto, les aleje de fórmulas muy trilladas. «Es decir, ya no utilizan las melodías pegajosas y estribillos facilones que catapultaron a figuras míticas de este subgénero como Georgie Dan, King África, Lorna y Proyecto Uno», explica el periodista musical.
Respecto al protagonismo de las coreografías en las canciones, Del Corral señala que se han mantenido, pero destaca que estas han mutado. Ahora, más que estar pensadas para las fiestas populares, «están diseñadas para buscar la viralización en TikTok en vez de para enfatizar la simpatía que tradicionalmente se les ha atribuido».
Cambios en la industria
El periodista cultural resalta que también hay que tener en cuenta que la industria ha cambiado y que, hasta la irrupción de Spotify, el verano y la Navidad eran consideradas épocas de recuperación: «Para aplacar las tímidas ventas del año, las discográficas apostaban por un tema para intentar lograr un pelotazo que les permitiese entrar en el recopilatorio de Caribe Mix y salir en la revista Super Pop». «Esta era la vía más rápida para vender miles de discos y, por supuesto, participar en galas pagadas por los Ayuntamientos», señala el especialista en música.
El resultado del fin de la canción del verano, tal y como la conocemos, es una consecuencia de la evolución de los tiempos
Además, apunta a que la televisión jugó un papel importante en este cometido: aparecer en programas tipo Noche de fiesta te aseguraba una audiencia masiva que, en la actualidad, es casi imposible localizar. «Que Chayanne se subiera a este escenario para presentar Torero le garantizaba un impacto intergeneracional que internet, más individualista y fragmentado, difícilmente alcanzará», ejemplifica.
«Las nuevas tecnologías no solo han cambiado la forma de consumir música, sino también la manera de mostrársela al mundo. De ahí que, ahora, María Becerra, Myke Towers, Karol G y Sebastián Yatra cuiden tanto el material que editan: es su gran baza para llegar al mayor público posible», analiza.
De la radio al ‘streaming’
El resultado del fin de la canción del verano, tal y como la conocemos, es una consecuencia de la evolución de los tiempos. «Si antes solo consumíamos lo que aparecía en la radio y en la televisión y ahora podemos escoger entre todo el abanico que proporcionan las plataformas de streaming, las opciones para convertirse en canción del verano se reducen drásticamente: tenemos mucho donde elegir, por lo que es más difícil que una masa heterogénea se identifique en exclusiva con un tema», apunta el experto.
Y no debemos olvidar que, en los últimos años, hay hits que se lanzaron en abril, arrasaron en julio y aún sonaban en noviembre. «Esto es, los petardazos de hoy tienen una vida mayor que los de hace dos décadas: ahí están las popularísimas Todo de ti (Rauw Alejandro), Despechá (Rosalía), Las 12 (Ana Mena) y SloMo (Chanel)», ejemplifica Del Corral.
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