¿Hay que intensificar las sanciones a Rusia?
Ha pasado más de un año desde que Putin ordenase la invasión a Ucrania y los países occidentales implementaran sanciones económicas para tratar de frenar la guerra. No han servido para frenar el conflicto bélico, pero ¿han conseguido al menos castigar a la economía rusa?
Artículo
Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).
COLABORA2023
Artículo
Ha pasado más de un año desde que Vladímir Putin diese la orden de invadir Ucrania. Aunque llevaba semanas posicionándose en la frontera, el 24 de febrero de 2022 el ejército ruso entró en el país vecino, provocando una guerra en suelo europeo y poniendo en jaque el tablero geopolítico. Al mismo tiempo, la amplia mayoría de los países occidentales se posicionaron diametralmente contra el Kremlin, al tiempo que iniciaban una serie de acciones –comedidas, en el caso militar– para apoyar al presidente ucraniano Zelenski.
Las sanciones económicas fueron la principal baza de las potencias mundiales para tratar de frenar la escalada bélica de Putin. «La economía rusa va camino de partirse en dos», decía Joe Biden en marzo de 2022, cuando anunció el castigo económico que Estados Unidos imponía a Rusia. En la misma línea se mostraba Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que apuntaba a que gracias a las sanciones se estaba dejando a Putin «sin capacidad de financiar su maquinaria bélica».
Por aquel entonces, los mandatarios creían que esta pinza económica serviría para que el Kremlin reculase. De hecho, y teniendo en cuenta las sanciones, el Instituto de Finanzas Internacionales predijo una caída del 15% del PIB ruso en 2022. Un pronóstico similar al de Por su parte, JP Morgan que vaticinó una contracción del 12% e incluso la posibilidad de que el país acabara en un «colapso» económico similar al de 1998. Hasta los tecnócratas rusos advertían de un posible retroceso; en concreto, uno del 30%.
Las últimas previsiones del FMI muestran un panorama mucho mejor para los rusos, llegando incluso a un crecimiento positivo para 2023
No obstante, a pesar del entusiasmo institucional por la efectividad de las medidas, la realidad fue algo distinta. Se trató de «una demostración del arrogante exceso de confianza en el que había incurrido Occidente al estimar la rapidez con la que podrían dañar a Rusia las sanciones diseñadas por el G7 en un inédito esfuerzo de coordinación», tal como señaló el analista político Patrick Wintour.
En 2022, la economía rusa se contrajo solo un 2,1%, según Putin, y el desempleo, según «cifras oficiales de fiabilidad cuestionable», según califica Wintour, se sitúa ahora en el 3,7%. Y aunque sea cierto que la industria electrónica y la automovilística se hayan resentido, el sector de la construcción ha registrado una mejora significativa. Asimismo, una cosecha abundante en el sector agrícola ha impulsado el crecimiento económico ruso.
Por su parte, las estimaciones del Banco Mundial señalaban que la economía rusa se contrajo solo un 4,5% en 2022 y seguirá contrayéndose un 3,6% en 2023. Se trata de algo peculiar: «No es habitual que una economía se contraiga consecutivamente durante dos años», como explica la analista económica María Demertzis.
Sin embargo, las últimas previsiones del FMI muestran un panorama mucho mejor para los rusos, con una contracción menor en 2022 y un crecimiento positivo para 2023, llegando a crecer más rápido que Reino Unido en 2023 y 2024. Con estos datos en la mano, muchos analistas apunta que si bien es cierto que las sanciones han hecho que se resienta la economía rusa, para nada ha sido en la medida pretendida.
El G7 intensificará sanciones
Reunidos en Japón a mediados de abril de 2023, los ministros de Exteriores del G7 prometieron intensificar aún más las sanciones contra el Kremlin: «Seguimos comprometidos con la intensificación de las sanciones contra Rusia y su coordinación, así como con contrarrestar los intentos de Rusia y de terceros de eludir y socavar nuestras medidas sancionadoras».
«Todos los miembros del G-7 se preparan para poner en marcha nuevas sanciones y controles a las exportaciones», señaló durante la cumbre un alto funcionario, que no quiso precisar cuáles serían exactamente los pasos dados por el resto de países del grupo: «Estados Unidos desvelará un grupo propio y sustancial de medidas». Entre ellas, Washington ampliará los controles a sus exportaciones «para dificultar aún más a Rusia el mantenimiento de su maquinaria de guerra». Lo que incluye la restricción de categorías de materiales clave para el combate y la inclusión de cerca de 70 entidades rusas y de terceros países en las listas negras del Departamento de Comercio de EEUU.
COMENTARIOS