«Me limito a intentar desentrañar en cada momento el presente en el que vivo»

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David Lorenzo Cardiel

@davidlorcardiel

Conversamos con el humorista gráfico y pintor Andrés Rábago (Madrid, 1947), también conocido por sus pseudónimos, OPS y El Roto, en una breve entrevista acerca de su recorrido, su trabajo y su mirada del presente.

Dígame, ¿quién es Andrés Rábago, el artista polifacético, el rostro detrás de OPS y El Roto?

Como le ocurre a cualquier ser humano me voy desenvolviendo a lo largo del transcurso de la vida. No somos seres cerrados, sino en continuo proceso evolutivo, por naturaleza. No somos definibles antes de estar muertos.

Comenzó su trabajo como humorista gráfico con OPS en revistas políticamente reivindicativas como Hermano Lobo, Triunfo o Madriz en la década de los 70. ¿Cómo era el ambiente político y social en aquellos años al final de la dictadura?

Todo recuerdo me produce una fatiga infinita, no soy historiador. Me limito a intentar desentrañar en cada momento el presente en el que vivo.

¿Por qué OPS fue como es, apostando por el blanco y negro, la línea oscura, las escenas surrealistas, adscritas al Movimiento Pánico?

Nunca formé parte del Movimiento Pánico al que efectivamente fui invitado, pero en el que rechacé participar. Siempre he intentado ir por libre. El blanco y negro no era una apuesta, sino quizás una limitación. El color lo he reservado para la pintura.

«El sentido crítico está muy desarrollado, pero limitado a aquello que previamente nos viene señalado»

A partir de los años ochenta, OPS dio paso a El Roto, donde la mordacidad y un sentido del humor exquisito ofrecen una crítica profunda de la sociedad y de sus apariencias, con un trazo más fino, con color en multitud de ocasiones, con texto. ¿Se produjo este cambio acompasado al sentir de los tiempos, a la llegada de la democracia a España?

El Roto practicaba una sátira más directa y social. En ese sentido, OPS había dejado de ser útil. Dejó el campo libre a El Roto sin ningún pesar, su tiempo ya había pasado.

Además de su trabajo como viñetista, usted es un artista que realiza obra pictórica e incluso escultórica, como el Monumento a Cervantes, en Leganés. Su estilo se sitúa en la línea de la pintura metafísica. ¿Qué persigue desvelar a través de su obra? ¿Y causar en el lector?

Nunca fui un escultor, mis trabajos en esa línea fueron penosos. En pintura, efectivamente me sitúo en una línea neo metafísica que considero aún tiene un territorio inexplorado muy interesante y que a través de la pintura intento recorrer.

«Cuando entro en una librería tengo la sensación de que estamos en un momento de gran creatividad»

La provocación o, al menos, la agitación es uno de los aspectos que le han aupado a la fama internacional. En España, ha recibido distinciones como el Premio Nacional de Ilustración 2012 y la Medalla de Oro de Bellas Artes en 2017. El corpus de su obra también ha sido recogido en una treintena de libros y de catálogos. ¿Cree que sigue existiendo una conciencia reivindicativa en la sociedad española de nuestro tiempo? ¿En qué ha cambiado España en estos cuarenta años de democracia?

A esta pregunta soy incapaz de responder por las razones que le he expuesto antes. Por lo que se refiere al aspecto reivindicativo no dudo de que existe, lo que creo es que no está compensado por un simultáneo ejercicio de la responsabilidad personal, una voluntad de ayuda y autoconocimiento.

¿Cómo ve la salud de las actividades artísticas en nuestro país? ¿Piensa que sigue habiendo futuro profesional para los historietistas, los artistas gráficos y el resto de profesionales de los distintos sectores, como la literatura?

No conozco todos esos sectores, pero cuando entro en una librería tengo la sensación de que estamos en un momento de gran creatividad.

En 2021 saltó la polémica por algunas de sus viñetas por las que se le tachó de antivacunas. ¿Qué pensó en aquellos momentos tensos? ¿Y sobre aquel señalamiento?

No frecuento las redes e ignoro lo que los lectores pueden opinar de lo que hago. Me interesa, naturalmente, pero no me condiciona.

¿Considera que estamos perdiendo sentido crítico en la era de las redes sociales y del ruido constante de la comunicación? ¿Cuál es su radiografía del mundo actual?

Muy al contrario, creo que el sentido crítico está muy desarrollado, pero limitado a aquello que previamente nos viene señalado. En ese sentido, creo que nos falta un paralelo desarrollo de una visión personal no mediatizada.