Economía

El peligro de la desigualdad (en España)

La brecha entre los sectores de la sociedad más ricos y los más pobres se ensancha desbordando ya la economía para extenderse al mundo de la política, generando una polarización extrema y dinamitando la democracia. Sin embargo, esta desigualdad también afecta a las rentas más altas que pierden oportunidades de generación de negocios, impactando negativamente sobre el PIB de nuestro país.

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25
octubre
2022

Si nuestro país fuera un edificio, la desigualdad entre los cimientos y las plantas superiores sería más que visible desde la acera de enfrente. Esta es la metáfora que utiliza el periodista Javier Ruiz en el ensayo Edificio España. El peligro de la desigualdad (Planeta) para analizar cómo «la brecha entre ricos y pobres se ensancha y ha desbordado ya la economía para extenderse al mundo de la política —cuyo resultado es una polarización extrema— y la de la propia democracia, con el nacimiento de un precariado político de clases bajas que se descuelgan del sistema y dejan de votar y de tener importancia».

Lo cierto es que en España el desnivel de ingresos ha ido creciendo considerablemente desde el comienzo del siglo XXI. El índice de Gini, que mide la desigualdad con el 100 como máximo, pasó de 29,4 a 2002 a 32,6 en 2019, según The Standardized World Income Inequality Database (SWIID). Cabe destacar sobre estos datos que el aumento comenzó antes de la crisis del 2008 y que este último registro no tiene en cuenta el efecto de la pandemia, que ha incrementado aún más la brecha entre ricos y pobres.

Es bien sabido cómo afecta negativamente esta desigualdad a los cimientos del edificio España, pero numerosos economistas consideran que también tiene consecuencias para los vecinos del ático. «Más concretamente, la desigualdad puede afectar a las rentas altas a través de, al menos, tres canales distintos: el conflicto, los impuestos y el crecimiento», considera Juan Gabriel Rodríguez, catedrático del departamento de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid.

Menos crecimiento económico y más impuestos

Varios estudios, además, económicos señalan al desnivel de ingresos como un handicap para el crecimiento económico de un país. Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte de que «el aumento de la desigualdad es perjudicial para el crecimiento económico a largo plazo».

En la misma línea se muestra el Fondo Monetario Internacional (FMI), que afirma en un análisis que cuando los ricos se vuelven todavía más ricos, el PIB se resiente. En resumidas cuentas: la desigualdad también provoca que las rentas más altas pierdan oportunidades para ganar más dinero.

La desigualdad influye negativamente en la motivación de las personas y su disposición para asumir riesgos, como emprender un negocio

Robert Fluder, profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna (Suiza), considera que esta desigualdad influye negativamente en la motivación de las personas y en su disposición a asumir riesgos para, por ejemplo, emprender un negocio. Igualmente, apunta a que cuando los bienes materiales se concentran en manos de un pequeño grupo, el consumo global también disminuye.

En cuanto a los impuestos, como hemos visto estas semanas, ante una desigualdad tan grande es probable que los Gobiernos se los suban a las rentas más altas para poder equilibrar las oportunidades de la sociedad.

Inestabilidad social e inseguridad

El Foro Económico Mundial considera que esta brecha entre los que menos tienen y los que acumulan la riqueza también puede traer consigo inestabilidad social, según su informe Riesgos Globales. Es decir, una convulsión entre la población que provocaría una escalada de delincuencia por diferentes mecanismos, como analiza un estudio publicado en The Review of Economics and Statistics.

El catedrático de la Complutense explica que en el caso de que la conflictividad acabe en violencia «puede acarrear fuertes costes de seguridad». «Como ocurre en países como México, donde los ricos deben invertir fuertes sumas de dinero en asegurar su seguridad personal y material», apunta Rodríguez.

Las rentas altas también se ven afectadas a través de, al menos, tres canales distintos: el conflicto, los impuestos y el crecimiento

Por último, los efectos del cambio climático también tienen un efecto negativo sobre la economía y frenarlo es clave para el desarrollo de la riqueza. En este plano, la desigualdad también juega un papel fundamental, según un estudio de la Universidad de Berna sobre Latinoamérica, en el que se concluye que «una distribución más equitativa de los ingresos y de la tierra no solo sería más justa, sino también un medio eficaz para proteger mejor el medio ambiente».

«La respuesta de revertir esto dependerá de la fortaleza de las instituciones. Esto incluye las políticas, normas y regulaciones ambientales vigentes. Fundamentalmente, la voluntad política para implementarlas», concluye el autor del estudio.

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