Salud

¿Por qué están aumentando las enfermedades neurodegenerativas?

Aunque no hay un consenso claro sobre sus orígenes, el aumento de la esperanza de vida, los malos hábitos de salud o el cambio climático son algunas de las causas que se suelen señalar al hablar del incremento de las enfermedades neurodegenerativas. ¿Por qué han aumentado tanto en los últimos años este tipo de males?

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28
septiembre
2022

Cuando se habla de «enfermedad neurodegenerativa», se hace referencia al término genérico que explica todas aquellas dolencias que afectan principalmente al sistema nervioso, concretamente a partes tan vitales de nuestro cuerpo como las neuronas, las cuales ni se reproducen ni se reemplazan, lo que las vuelve insustituibles en nuestro organismo. Esto hace que las enfermedades neurodegenerativas sean incurables y debilitantes, provocando un declive progresivo de las neuronas y causando afectaciones tanto físicas como fisiológicas en sus pacientes. Según datos del Centro de Investigación sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIEN), la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia ocupan el 60-70% de los casos, si bien por desgracia no son los únicos: le siguen la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). 

En los últimos años se ha producido un aumento de tales enfermedades, y aunque algunos no han tardado en apuntar a causas como el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población, también se han señalado los malos hábitos de salud y cuidado personal o incluso la exposición a materiales contaminantes u otros efectos nocivos del cambio climático. Aún no existe un consenso claro sobre la situación. La jefa de Neurología del Hospital de A Coruña, Mar Castellanos, rechaza la asunción de que este tipo de enfermedades solo ocurren a personas de edad muy avanzada; de hecho, el ictus, por ejemplo, ya no es solamente una cosa de ancianos, sino que afecta cada vez más a personas en edad laboral. La experta apunta a diversos factores de aparición, los cuales van desde el tabaquismo a la diabetes, la hipercolesterolemia o el sedentarismo.

A causa de su imposible curación, los tratamientos utilizados contra la neurodegeneración se basan principalmente en la ralentización de los síntomas, buscando formas para mejorar y hacer más llevaderos sus efectos en la integridad de la persona; es decir, aumentar la esperanza de vida con la mejor calidad posible.

A la hora de prevenir estas enfermedades, el foco debe ser triple: cuidados, prevención e investigación

Actualmente hay un contenido optimismo de doble filo sobre los avances en el campo de este tipo de enfermedades, ya que si bien «la proyección de enfermedades degenerativas es que se pueden triplicar en los próximos 30 años», tal y como apunta Albert Lleó, director del servicio de Neurología del Hospital Sant Pau de Barcelona, también se está viendo un progreso sin precedentes en el sector, donde se están encontrando tratamientos muy efectivos para algunos casos. Es el caso que ocupa, por ejemplo, la atrofia muscular espinal, donde la terapia génica está presentando resultados satisfactorios. 

Un dato importante apuntado por la Estrategia en Enfermedades Neurodegenerativas del Sistema Nacional de Salud, elaborada en 2016, es el elevado coste que este tipo de males pueden tener para nuestras sociedades contemporáneas. La necesidad de mayor investigación es probablemente el factor más evidente, si bien existen otros costes relacionados que ponen en duda factores mucho más amplios de nuestra sociedad y economía. Uno de ellos es la necesidad de cuidados que tienen los pacientes: según la estrategia, este tipo de enfermedades aumentan la dependencia en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Por ello, la calidad de vida de la persona se ve afectada, pero también la de la familia, y las respuestas ante tales situaciones deben atender también a las necesidades psicológicas de las mismas (o de las personas cuidadoras). En los casos con menos recursos económicos, es necesario garantizar una atención libre de barreras monetarias y con medidas compensatorias para aquellos hogares que pierdan ingresos o capacidad adquisitiva debido a la enfermedad de un miembro de la familia. 

Las enfermedades neurodegenerativas son actualmente la mayor causa de discapacidad global, pero la respuesta a la pregunta sobre lo que podemos hacer para prevenir estos males no es clara. Una sensibilización social que permita la prevención precoz y la activación de tratamientos de calidad son fundamentales para mejorar y garantizar una buena calidad de vida tanto de sus pacientes como de su entorno sociofamiliar. El foco debe ser triple: cuidados, prevención e investigación. 

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