Sociedad

Silicon Valley, el sueño de la eterna juventud

Hay algo que los magnates tecnológicos todavía no pueden conseguir: la inmortalidad. Desde Peter Thiel, cofundador de Paypal, hasta Elon Musk o Jeff Bezos, los hombres más ricos del mundo quieren contravenir las leyes de la naturaleza y están dispuestos a invertir lo que sea necesario para conseguirlo.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
06
abril
2022

Lo tienen absolutamente todo, porque disponen de un capital económico más que suficiente para ello. Pero hay algo que hasta el momento no han podido comprar ni mantener: la eterna juventud. Los magnates de las grandes compañías tecnológicas, desde Peter Thiel hasta Elon Musk, llevan algunos años estudiando la manera de contrarrestar el envejecimiento y contravenir las leyes de la naturaleza y el calendario para evitar la muerte. Quieren vivir para siempre, y están dispuestos a invertir lo que sea necesario para conseguirlo.

Del deseo de eternizar la vida ya conocemos algunos precedentes, como la criogenización, que consiste en conservar a los seres vivos a bajas temperaturas, en un estado de latencia, previendo que en un futuro la ciencia y la tecnología encuentren la fórmula ante ciertas enfermedades. La compañía americana sin ánimo de lucro Alcor Life Extension Foundation ya utiliza este proceso para conservar a su clientela y, en España, la empresa valenciana Cecryon nació como una de las primeras instalaciones de Europa en poner en marcha la criopreservación de cuerpos sin vida.

Sin embargo, toda novedad despierta suspicacias. Hace tres años, la Generalitat Valenciana abrió un expediente informativo a la empresa porque consideraba que el poco recorrido de estas técnicas tecnológicas podía provocar que se incurriera en una estafa. Y es que hasta el momento, lo que la criogenización ofrece no es más que una expectativa. Aunque de alto nivel: 200.000 euros por congelación no está al alcance de muchos bolsillos. Por otro lado, en los últimos años se ha generado un interés creciente en detener el camino del envejecimiento porque aumenta el riesgo de padecer enfermedades como cáncer, alzhéimer o párkinson. Personas con un alto poder adquisitivo, como Jeff Bezos (presidente de Amazon), Mark Zuckerberg (creador de Facebook), o Peter Thiel (co-fundador de Paypal) han donado grandes cantidades de dinero para invertir en proyectos de investigación científica enfocados a retrasar el declive vital. 

Este itinerario transcurre con una palabra ya conocida: parabiosis. Consiste en poner en contacto dos sistemas circulatorios, al más puro estilo de Alexander Bogdanov en 1924 cuando comenzó a hacerse transfusiones de sangre provenientes de gente joven. Se cuenta que logró rejuvenecer diez años. Hasta que se inyectó por error sangre de un estudiante con tuberculosis y malaria, y falleció. Los experimentos en busca de la eterna juventud tienen sus riesgos. 

Las grandes fortunas no han dejado de invertir en investigaciones para encontrar la fórmula definitiva que frene las enfermedades neurodegenerativas

Pero la parabiosis no ha dejado de promover investigaciones financiadas por las grandes fortunas. Y es que algunos experimentos realizados con ratones, esos animales siempre al servicio de las ambiciones humanas, han demostrado que la sangre joven puede activar neuronas en la región del hipocampo. En esta línea se mueve la compañía Alkahest, pionera en investigar las proteínas del plasma en busca de encontrar la fórmula para frenar las enfermedades neurodegenerativas.

El deseo de eternizarse como Adonis no se queda aquí. En 2016, Bezos y Thiel invirtieron más de cien millones de dólares en Unity Biotechnology, una compañía que está desarrollando medicamentos para aumentar la esperanza de vida. Bezos también fue uno de los primeros en invertir en Altos Labs, empresa establecida en Estados Unidos y Reino Unido, que investiga el rejuvenecimiento a través de tecnología de reprogramación biológica, es decir, una búsqueda para lograr que las células vuelvan a ser  jóvenes (aunque suene a película futurista). Para ello no ha dudado en contratar a algunos de los científicos más importantes del mundo a los que ha ofrecido sueldos de lujo. Y es que los propietarios de grandes fortunas invierten su dinero en lo que consideran imprescindible, y cuando todo se tiene al alcance de la mano, pocas cosas parecen más necesarias que intentar conquistar la inmortalidad. Para los magnates, la muerte «es un problema que puede ser resuelto» (en palabras de Thiel).

Google Calico (California Life Company) es otra de las iniciativas que se conocen en este ámbito cuya rama biomédica se centra en alargar la vida. De la mano de su personal experto en medicamentos, biología molecular y genetistas, estudia las causas del proceso degenerativo y lleva a cabo pruebas de moduladores de la Respuesta Integrada al Estrés (ISR), una tecnología cuyo fin pasa por reducir la pérdida de memoria que experimentan las células en situaciones estresantes. 

Algunas de las investigaciones más recientes de Silicon Valley se centran en los senolíticos, unos fármacos que inducen la muerte de células senescentes, es decir, células que han dejado de dividirse y que son las causantes de que se acelere el envejecimiento. Así, medicamentos como la rapamicina y la metformina confunden al cuerpo para que piense que sus nutrientes son escasos, lo que provoca que otras células se descompongan para obtener energía y las células viejas se eliminen, mientras se mantienen las sanas. Los efectos serían parecidos a las populares dietas de ayuno.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME